miércoles, 27 de mayo de 2015

Sergio Becerra Mücke, Muerto el 30.05.1948 en la Guardia Nocturna “Fernando Waymann”, de la 2ª Cía. “Esmeralda” de Santiago.


El 30 de mayo de 1949 al cumplirse el primer Aniversario del fallecimiento de un “Segundino” sobre su lecho de la Guardia Nocturna, el bombero don Hernán Onfray Barros, voluntario de la 9ª Compañía “Bomba Yungay” quiso honrar la memoria de Sergio Becerra Mücke, haciendo colocar sobre su lecho las palabras con que le despidiera eternamente la prensa. Dos años antes el bombero de la 11ª Compañía “Pompa Italia” de Santiago, don Mario Angelini Morales fue encontrado muerto sobre su cama, después de varias horas que su corazón generoso dejara de latir.



ANHELO DE MEJOR SERVIR GUARDIA NOCTURNA Debemos concluir como complemento a lo señalado que; los “Segundinos” de la 2ª Cía. “Esmeralda” deseaban que su labor fuese más efectiva y eficiente y motivados por este deseo, el año 1917 se creó la guardia nocturna. En ese año contaban con un automóvil Seagrave, bautizado con el nombre de Tulio Ovalle, ejemplar bombero. Dos años más tarde, el año 1919, la “Esmeralda” acordó un reglamento para la ordenación de los servicios de Guardia nocturna. Estableció que los bomberos que forman parte de ella deben permanecer en el cuartel de 00,30 de la noche hasta las 07,00 AM. El bombero que sin la autorización del Jefe de la Guardia no se recoja al cuartel deberá pagar multa, de igual forma el que llegue después de la hora de recogida. El Jefe de la guardia deberá llevar un libro donde se deje constancia de la falta y los atrasos de los miembros de ella y de las novedades que durante el lapso obligado de permanencia en el cuartel, se produzca. Se autoriza al Capitán para hacer cumplir las disposiciones del Reglamento y aplicar las sanciones. Las actividades en el Cuerpo de Guardia se consideran como labores meritorias de los voluntarios. Al establecer la Compañía este servicio, los primeros bomberos que aceptaron el sacrificio de abandonar sus hogares durante la noche fueron Raúl Echeverría, Domingo Galdámes, Luis Albarracín, Hugo Iribarren y Rolando Herrera. Herrera fue el último en mantenerse como Guardián y bomberos “Esmeraldino”, continuando en las filas de la Compañía, Los cuatro restantes gozan del eterno descanso. Dos bomberos de la Guardia son recordados con verdadera unción, Sergio Becerra Mücke y Mario Garrido Palma, el primero fallecido en las dependencias de ella, una noche del mes- de Mayo de 1948 cuando, tranquilamente, se había entregado al reposo y el segundo, muerto trágicamente en un incendio en el mes de Marzo de 1961. Al reseñar las labores de la Guardia nocturna de la Compañía surge con relieves de alta significación, la figura venerable del voluntario Don Fernando Waymann. Entregó sus afanes y su bondad al buen desempeño de los bomberos, que servían en ella. Fue como su padre espiritual. Por eso la Compañía perpetuó su recuerdo, designando a la Guardia Nocturna con el nombre de "Fernando Waymann". Llorado como se merecía el desaparecimiento de un joven que era un valioso elemento dentro de su Compañía y deseó que, en adelante fuera el único caso de un golpe tan injusto del destino a un bombero tan abnegado. Pero por desgracia en la madrugada del 30 de mayo tan dramática circunstancia se repite y esta vez priva de vida a un miembro de la 2ª Compañía “Bomba Esmeralda” de Santiago don Sergio Becerra Mücke. Quien conoció a Sergio Becerra Mücke y lo sabe ahora muerto a edad temprana, no puede sino elogiar con toda sinceridad las hermosas cualidades de su espíritu, con palabras desprovistas de todo espaviento que se acostumbra a prodigar a todo difunto. El mejor amigo de sus amigos deja en su corazón la sensación pesarosa de una pérdida irreparable para todos ellos. Honesto e inteligente en sus actividades, priva de su valioso concurso a personas que lo respetaban y lo conocían Obediente y Respetuoso como bombero, abre en la 2ª Compañía la página más triste pero más honrosa de su libro de Guardia Nocturna, Cariñoso y gentil como el que más, deja entristecidos a sus padres, a sus hermanos, uno de los cuales es también voluntario de la 2ª Cía. y acongojada a su novia con quien estaba ligado con el compromiso de matrimonio contraído poco más de una semana. La 2ª Compañía que hace sesenta y nueve años dio el nombre “Esmeralda” al escudo que simboliza sus generosas acciones en memoria del Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas que murió heroicamente en Iquique y que, cinco años antes, fuera voluntario suyo; hoy exhibe ante la ciudadanía el nombre inolvidable de Sergio Becerra Mücke; como el más bello sentimiento de abnegación que haya podido ofrecerle y, desde esta fecha contará con una hermosa lección de sacrificio para sus miembros. Y la 2ª Cía. conocedora del cariño entrañable que por ella profesara este joven no lo quiso privar de su compañía tan venerada ni después de extinguido su último soplo de vida y es así como le ha brindado el grato ropaje eterno de su casaca azul tan querida a la que él prestigiara tanto con sus bellas acciones. Hernán Onfray Barros Ser bombero Voluntario, es aceptar un sin número de renunciaciones personales, fatigas y peligros al bajo precio de la sola recompensa que el justo espera: la satisfacción íntima que proporciona el saber cumplido un deber y hecho un bien. Ser miembro de los servicios de Guardia Nocturna que mantienen la Compañía de Bomberos es someterse como prueba de cariño a la que se sirve a un sacrificio mayor. Es contraer el compromiso de salir a todos los incendios. Es borrar el frío invernal que contrasta con la tibieza en que se reposa en el cuartel. Es renunciar a las comodidades del hogar familiar, para vivir en un recinto austero que no las prodiga, como conviene cuando se busca el acatamiento estricto de un deber, en donde la malicia relaja la disciplina. Es declinar compromisos, rechazar invitaciones y eludir distracciones en beneficio del buen servicio, para recogerse temprano todas las noches al Cuartel, donde en el momento menos pensado y talvez de mayor agotamiento después de una pesada jornada en las labores de su oficio, habría que sonar los timbres de alarma para anunciar la aparición del fuego en algún punto de la ciudad. Cuando esos timbres suenan en esas piezas de Guardias, es tal la rapidez con que debe acudirse al lugar amagado que, en algunos cuarteles cuyos dormitorios se hallan en el segundo piso, hay deslizadores, gruesas barras metálicas por las que se lanzan los bomberos en vertiginosa demanda de su bomba, medio que ahorra los segundos preciosos que se tardaría en bajar una larga escalera. Hay que recordar lo mucho que cuesta a una persona a quien se interrumpe bruscamente el sueño el desperezarse y adquirir de inmediato la lucidez mental y la energía física para acometer cualquier suerte de iniciativa para darse cuenta cabal y elogiar el espíritu de sacrificio de los bomberos, quienes sin vacilación ni tardanza saltan del lecho y se posesionan de inmediato de la situación de emergencia propia del momento y corren resueltos y enérgicamente a tripular la bomba o el carro de escalas de su compañía. Todo el agotamiento a un día de febril actividad, se borra en la noche con la palabra mágica “Incendio” que sacude todo su ser y los hace luchar con denuedo larguísimas horas hasta ver extinguido el voraz elemento. Y luego, el regreso al cuartel, en donde la cama habrá de devolver, aunque no enteramente, las energías gastadas en una noche casi completa de altruistas afanes. Para el bombero morir en acto de servicio representa el máximo ejemplo de amor a la causa que sea dable proporcionar. Fallecer en su hogar, después de larga y penosa enfermedad y de una vida dilatada y meritoria, es epilogar la existencia en forma resignada. Dejar de existir, sin musitar una queja o causar inquietud, en su lecho del Cuartel, es saber cumplir calladamente y sin réplica un deber espontáneamente impuesto. (De la Segunda de “Las Últimas Noticias”, del 1º de junio de 1948).
ANHELO DE MEJOR SERVIR GUARDIA NOCTURNA Debemos concluir como complemento a lo señalado que; los “Segundinos” de la 2ª Cía. “Esmeralda” deseaban que su labor fuese más efectiva y eficiente y motivados por este deseo, el año 1917 se creó la guardia nocturna. En ese año contaban con un automóvil Seagrave, bautizado con el nombre de Tulio Ovalle, ejemplar bombero. Dos años más tarde, el año 1919, la “Esmeralda” acordó un reglamento para la ordenación de los servicios de Guardia nocturna. Estableció que los bomberos que forman parte de ella deben permanecer en el cuartel de 00,30 de la noche hasta las 07,00 AM. El bombero que sin la autorización del Jefe de la Guardia no se recoja al cuartel deberá pagar multa, de igual forma el que llegue después de la hora de recogida. El Jefe de la guardia deberá llevar un libro donde se deje constancia de la falta y los atrasos de los miembros de ella y de las novedades que durante el lapso obligado de permanencia en el cuartel, se produzca. Se autoriza al Capitán para hacer cumplir las disposiciones del Reglamento y aplicar las sanciones. Las actividades en el Cuerpo de Guardia se consideran como labores meritorias de los voluntarios. Al establecer la Compañía este servicio, los primeros bomberos que aceptaron el sacrificio de abandonar sus hogares durante la noche fueron Raúl Echeverría, Domingo Galdámes, Luis Albarracín, Hugo Iribarren y Rolando Herrera. Herrera fue el último en mantenerse como Guardián y bomberos “Esmeraldino”, continuando en las filas de la Compañía, Los cuatro restantes gozan del eterno descanso. Dos bomberos de la Guardia son recordados con verdadera unción, Sergio Becerra Mücke y Mario Garrido Palma, el primero fallecido en las dependencias de ella, una noche del mes- de Mayo de 1948 cuando, tranquilamente, se había entregado al reposo y el segundo, muerto trágicamente en un incendio en el mes de Marzo de 1961. Al reseñar las labores de la Guardia nocturna de la Compañía surge con relieves de alta significación, la figura venerable del voluntario Don Fernando Waymann. Entregó sus afanes y su bondad al buen desempeño de los bomberos, que servían en ella. Fue como su padre espiritual. Por eso la Compañía perpetuó su recuerdo, designando a la Guardia Nocturna con el nombre de "Fernando Wayman"Valparaíso 1851" (hrm/cca)

Agradecimientos a Guardia Nocturna Fernando Waymann de la 2ª Cía. "Esmeralda" de Santiago y al Bombero Julio González.

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lunes, 18 de mayo de 2015

Ernesto Riquelme Venegas 14.04.1852 / 21.05.1879; Hijo, Bombero Voluntario y Marino ejemplar.


Nació en Santiago el 14 de abril de 1852. Hijo de José Riquelme Oróstegui, primer taquígrafo de Chile, y la profesora Bruna Venegas García. Hermano mayor de Daniel Riquelme Venegas. Al igual que el Teniente Ignacio Serrano.
Riquelme estudió hasta 1870 en el Instituto Nacional en Santiago, la capital de la República, donde se graduó de Bachiller en Humanidades. Colaboró en el periódico escolar "El Alba", especializado en artículos literarios. Poseía un marcado aire romántico, así como una marcada afición por las artes, como la música y la poesía. Estudió Derecho y mientras estudiaba su carrera, conoció a un Oficial de Marina que, con grandes sacrificios, por vivir en Valparaíso y hallarse la mayor parte del tiempo embarcado, también esperaba titularse de Abogado, naciendo entre ellos una gran amistad. Este marino era el Capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón, de trato atrayente y de vasta cultura, lo que habría de influir en el ánimo del joven Ernesto, a quien se le despertó el semidormido amor por el mar. Existió en 1862 un episodio que marcó su vida, cuando acompañó a su madre a Valparaíso para visitar a una amiga. En la casa de ésta vio una réplica a escala (maqueta) de la “Esmeralda”. Quedó tan impactado con ella, que la dueña de casa se la regaló. ERNESTO RIQUELME Y SU VOCACIÓN BOMBERIL. En 1871 a los 19 años, su espíritu de Abnegación lo llevó a incorporarse a la 2ª Cía. “Bomba Sur” del Cuerpo de Bomberos de Santiago, siendo aun un estudiante de Derecho. Al ingresar a la “Segunda” su número de Registro en la Compañía fue el 444. Ya incorporado a la actividad bomberil en pleno, como voluntario se gano pronto el aprecio de sus jefes y compañeros. Era un bombero eficiente e intrépido en los incendios, ocupo el cargo de Ayudante accidental y formo parte en una de las secciones de gallos de la Compañía. Era un joven alegre, tocaba el violín con gran maestría y tenia aptitudes literarias, que eran compartidas por su hermano menor don Daniel Riquelme quien siguió los pasos de su hermano y se incorporo como voluntario de la compañía entre los años 1876 a 1886 y ocupando el cargo de secretario. Los oficiales de la 2ª Cía. ven entre sus innumerables cualidades como bombero, su inmensa vocación de servicio y compromiso con la noble causa bomberil, siendo ejemplo para sus compañeros por la pasión y responsabilidad con que toma su cargo de bombero voluntario. Años más tardes al alejarse de la “Bomba Sur” el día 17 de abril de 1874, envió su carta renuncia a bomberos, donde muestra su cariño y admiración hacia la Institución y particularmente a su querida 2ª Cía. señalando: “Señor Secretario de la 2ª Cía. de Bomberos. Santiago, abril 17 de 1874. Mui señor mio; Debiendo ausentarme por un tiempo indefinido de esta capital, i no pudiendo por consiguiente seguir desempeñando en la Compañía el honroso puesto de Voluntario, me veo en la dolorosa necesidad de presentar mi renuncia. Al poner esta resolución en conocimiento de Ud., i en el de la Junta de Oficiales, le ruego, señor Secretario, se sirva manifestarles el sincero pesar con que me separo de los que han sido mis jefes, mis amigos i compañeros. Muchos cuentan la Compañía en su seno que la han servido i la sirven como a mí no me fué dado imitarlos, pero muy pocos tendrá que al abandonarla, sientan más profundamente que yo separarme de ella. Mis deseos y mis ilusiones eran envejecer en sus filas, pero uno propone i su destino dispone. El mío, no ha querido que pudiera yo realizar esos deseos. Mas, por muy lejos que me halle de aquí i por más tiempo que haya pasado, siempre mantendré vivo el recuerdo de todos los que he visto junto a mí en el puesto de trabajo; siempre también estaré orgulloso de haber sido Voluntario de la 2ª Compañía de Bomberos. Por último, no queriendo romper del todo los lazos que le ligan a la Compañía, deseando que de algún modo que se acuerden una vez siquiera de mí los que tienen todavía la fortuna de ser sus voluntarios, le ruego, señor Secretario, tenga a bien proponerme como "Socio Contribuyente", a lo cual quedará verdaderamente reconocido su affmo. Amigo y S.S. (fdo.) Ernesto Riquelme. P.D. Adjunto remito mi casco. Más tarde a los 22 años abandona sus estudios de Derecho e ingresa a la Escuela Naval el 14 de abril de 1874 que funcionaba a bordo de la corbeta Esmeralda. Su Comandante era el Capitán de Fragata Luis Lynch Solo de Zaldivar y el Segundo Comandante y Subdirector, el Capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón. El 18 de noviembre de 1876, Graduado como Guardiamarina, se embarca en suviaje de instrucción en el blindado Cochrane, que al mando del Capitán de Navío Enrique Simpson Baeza partió a Europa a terminar trabajos pendientes en los astilleros de Hull, en Inglaterra. Permaneció dos años en Londres, donde hizo un curso de Especialista en Torpedos, entre otros estudios navales que desarrolló. Su conocimiento de inglés que poseía los perfeccionó hasta hablarlo con soltura. Adquirió conocimientos musicales. La decisión de ingresar a la Marina la tomó por sí mismo, sin intervención de Prat, solo su espíritu entusiasta y romántico lo llevó a incorporarse a una institución cuyas acciones son reguladas por el mar. Al volver a Chile en 1878, se retiró del servicio y se instaló en Santiago, para dedicarse al periodismo, sin embargo su espíritu de abnegación lo llevó a intentar reingresar nuevamente a su querida “Bomba Sur”; pero sus deseos se interrumpieron abruptamente el 5 de abril de 1879 al declarar Perú y Bolivia la guerra a Chile. Ante la situación, Riquelme se reincorporó de inmediato a la Armada y fue destinado a la corbeta "Esmeralda". Allí volvió a encontrarse con su antiguo amigo, el Capitán Prat, ahora Comandante de la corbeta, pues Prat había llegado al buque el día 16 de mayo de 1879, fecha en que la Escuadra chilena zarpó al Callao y dejó a la corbeta "Esmeralda" y goleta "Virgen de Covadonga" en el bloqueo de Iquique, hasta la víspera del célebre y heroico combate. Durante la travesía y hasta la noche del día 20, Ernesto Riquelme alegró las veladas nocturnas en la sala de comedores de oficiales del barco, tocando hermosas melodías en su violín o leyendo sus románticos versos, que dedicaba a una distante amada. Justamente en la noche del día 20 animó una de esas tertulias. Se conoce y se ha publicado uno de sus sentidos versos, dirigidos a una amada que lo abandonó y que en una de sus estrofas expresa: “Aquellas blancas palomas, tan inocentes y puras como tus azules ojos sobre tu hogar ya no arrullan. Te fuiste, mi dulce amiga llevándote mi ventura; me amas, pero no olvides que todo el tiempo lo muda”. Durante el glorioso epílogo del Combate Naval de Iquique se destaca la actuación sobresaliente del Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas como oficial de la “Esmeralda”. “…Y al final, a medio día cuando la proa comenzó a hundirse herida de muerte y su proa se sumergía rápidamente por los raudales de agua que le entraban, se vio una figura diminuta, aferrarse herida al último cañón de babor, y dispararlo hacia el “Huascar”, al mismo tiempo que el corneta de órdenes, el Cabo Crispín Reyes; volvía a tocar malamente zafarrancho de combate, porque los jóvenes cornetas titulares habían muerto en cubierta… el artillero en la popa era, el Guardiamarina Ernesto Riquelme. Después de esto, ya no pudo sostenerse y Riquelme rodó por la cubierta, esta la mar que pronto lo tragó. Murió ahogado en el momento mismo en que la bandera izada en el palo de mesana de la querida “Capitana”, se hundía completamente y él defendiendo su honor hasta el último aliento. Con él, dos banderas desgarradas, pero no rendidas, se hundían en la gloria con su bandera al tope de mesana y se perdían en la profundidad de la mar. …” El heroísmo de este joven Guardiamarina en el Épico combate; personifica en la Historia Naval de Chile al héroe soñado de la juventud de la época: bombero voluntario, músico, poeta, altruista, estudiante de la Ley y el Derecho, joven sentimental, que fue capaz de mostrarse como un marino heroico al sellar con la última descarga de su cañón, la decisión del Comandante Prat, su amigo, su jefe, de no arriar jamás la bandera nacional ante el enemigo, aún cuando se combatiera en inferioridad de condiciones. Recién 24 horas después de terminado el Combate Naval de Iquique, se recibió una incompleta información del destino de la corbeta “Esmeralda” y su heroica tripulación. La noticia fue traída por la “Covadonga” y entregada por su comandante don Carlos Condell de la Haza, quien el 22 de mayo entró al puerto de Tocopilla con su nave impulsada sólo por sus velas, gravemente dañada y haciendo agua. El Comandante Condell informó que en la “Esmeralda” se había prendido fuego a su santabárbara antes que rendirse. Ese era el pensamiento de la tripulación, siendo aquella; la noticia oficial que recibieron vía telégrafo las autoridades chilenas encabezadas por el Presidente de la época don Aníbal Pinto Garmendia. Conocida la noticia por medio de la prensa de la época, “El Mercurio” de Valparaíso, “El Independiente”, “Los Tiempos” y “El Ferrocarril”, las campanas de las iglesias fueron echadas al vuelo y la población en todo el país salió a las calles a testimoniar su apoyo a los soldados y marinos que luchaban en el norte. En Santiago se reúnen doce mil personas junto al monumento del Libertador Capitán General don Bernardo O’Higgins Riquelme. De la Municipalidad es trasladada la bandera con que el General José San Martín había proclamado la Independencia de Chile, la que fue escoltada por Bomberos Armados de Santiago y llevada al lugar de de la reunión. Uno de los principales oradores fue don Benjamín Vicuña Mackenna, bombero de la 3ª Cía. Claro y Abasolo (La Heroica), quien llamó a las armas, hecho que significó largas columnas frente a los cuarteles para solicitar su incorporación a las filas del ejército y la marina. El Combate Naval de Iquique, una vez conocido en todo el mundo; gana la admiración de los marinos de todas las latitudes por la valentía demostrada en combate por los 192 tripulantes de la “Vieja Mancarrona”. Se había perdido a la “Esmeralda”, pero Chile había logrado la unidad nacional hasta lograr la victoria definitiva. El Combate Naval de Iquique, sin duda alguna es la página más brillante de la historia naval de Chile, y tiene un especial significado para los bomberos de Chile y particularmente para la Segunda Compañía de Bomberos “Bomba Sur” de Santiago, pues en aquella epopeya heroica participaron dos de los suyos; El Guardiamarina y Bombero Ernesto Riquelme Venegas y el Cirujano 1º y Bombero Dr. Francisco Cornelio Guzmán Rocha. EL GUARDIAMARINA ERNESTO RIQUELME VENEGAS Y SU VOCACIÓN BOMBERIL. Conocida la noticia en Santiago, a través de la prensa de los terribles y trágicos sucesos ocurridos en la bahía de Iquique, la 2ª Cía. “Bomba Sur” se reúne en Sesión de Compañía el 29 de mayo de 1879 y acuerda cambiar su nombre por “Bomba Esmeralda” en perpetuo homenaje a la gloriosa corbeta que duerme el sueño eterno en la rada de Iquique y a cuyo bordo luchó y entregó si vida heroicamente uno de sus hijos predilectos; Ernesto Riquelme Venegas. Junto con el acuerdo de cambiar nombre a la Compañía, acuerdan colocar su retrato en el Salón de Sesiones, el que por siempre se ha conservado tras su testera, presidiendo sus reuniones y actos oficiales. “Acta de la Sesión de Compañía del día 29 de mayo de 1879.-“ En ausencia del señor Director, preside la Sesión de Compañía el señor Capitán de la “Bomba Sur” don Manuel Subercaseaux. Se abrió la Sesión a las 7,00 PM. Con asistencia de treinta (30) voluntarios. Reforma del Artículo 1º del Reglamento. Leída y aprobada el acta de la Sesión anterior, se dio cuenta de un proyecto de acuerdo firmado por 18 miembros de la Compañía que reforma el Reglamento, sustituyendo la designación de “Bomba Sur” por la de “Bomba Esmeralda”. El Capitán sostuvo el proyecto i formuló las siguientes indicaciones: Retrato de E. Riquelme. Para que se coloque en el Salón de Sesiones el retrato de nuestro antiguo compañero Ernesto Riquelme muerto gloriosamente a bordo de la “Esmeralda” en el memorable Combate Naval de Iquique, retrato que será costeado por suscripción entre los voluntarios corriendo de cuenta de la Compañía el déficit que pueda resultar, i para que se le nombre Miembro Honorario. Puesto en discusión el proyecto de acuerdo, preguntó el señor Ramírez H. si la Compañía tenía facultad para hacer este cambio a lo que contestó el Capitán dando lectura al artículo 66 del Reglamento que autoriza a la Compañía para reformarlo. El señor Rodríguez O. advirtió que tampoco estaba el proyecto en oposición con lo que dispone el Reglamento General, i el señor Ovalle Tulio explicó el origen del nombre de “Bomba Sur”, agregando que cuando le fue dado no se consultó al Directorio. Sometido a votación fue aprobado por unanimidad de votos. Enseguida el señor Ovalle Tulio hizo ver que la reforma debía efectuarse cuanto antes por razones fáciles de comprender, i pidió que, declarándose la urgencia i en conformidad a un acuerdo vigente, se le eximirá del plazo, en cuanto ese acuerdo lo permite. Pasando inmediatamente al Directorio. Esta indicación fue aprobada por unanimidad. Comisión. El mismo señor Ovalle hizo indicación a fin que se facultara al Capitán a fin de llevar a efecto el primer acuerdo autorizando la inversión de fondos necesarios. El señor Subercaseaux amplió la indicación agregando al señor Tesorero, i el señor Ramírez H. al señor Rodríguez todo lo cual fue aprobado. E. Riquelme Miembro Honorario fueronlo igualmente por todos los votos i sin debate, la indicación del Capitán que declara a Ernesto Riquelme Miembro Honorario de la Cía. i la del señor Vicente Prieto que pide para su nombre el primer lugar de la lista. También fue aprobada en la misma forma una indicación del Capitán para dirigir por Secretaría una nota de pésame a la señora Bruna V. de Riquelme, la que será entregada por una comisión compuesta del señor Rodríguez O., Ovalle Tulio i el Capitán. Autorización. El señor Rodríguez O. pide autorización para invertir en gastos ocasionados por la Compañía Armada, parte de los fondos erogados por miembros de la misma. Fue aprobado por unanimidad. El señor Capitán consulta a la Compañía si debe elegirse un reemplazante a un voluntario que, siendo miembro de la Junta Admisora, ha pedido licencia por seis meses. Después de un corto debate se acordó que no debía elegirse. Se levantó la Sesión. Manuel Subercaseaux Capitán 1º cambiar el nombre de “Bomba Sur” por “Bomba Esmeralda”. 2º colocar en el salón de sesiones el retrato del voluntario Ernesto Riquelme Venegas. 3º Nombrarlo “Voluntario Honorario” de la Compañía. 4º colocar su nombre en primer lugar en la lista de voluntarios. 5º enviar por secretaria una nota de pésame a la señora Bruna Venegas viuda de Riquelme, la que será entregada por los señores Ambrosio Rodríguez, Tulio Ovalle y el señor capitán don Manuel Subercaseaux. Todos estos acuerdos aprobados por unanimidad por la compañía reflejan el sentimiento de patriotismo, agradecimiento y admiración por este héroe nacional y antiguo voluntario de la segunda de bombas, muerto gloriosamente a bordo de la “Esmeralda” en el memorable combate naval de Iquique. Los 18 bomberos firmantes fueron los siguientes señores voluntarios: 1.- Eduardo Hempel González, 2.- Vicente Prieto Puelma, 3.- José Miguel Besoaín Muñoz, 4.- Nicanor Molinare, 5.- Florencio Almarza, 6.- Santiago Prado Puelma, 7.- Franzoy Urzúa, 8.- José Gregorio Aguirre, 9.- Carlos R. Ovalle, 10.- Luis Patiño Gana, 11.- Luis León Caballero, 12.- Carlos Vargas Clark, 13.- Endon Guzmán, 14.- Eliodoro García, 15.- Ruperto Bascuñan, 16.- Vicente Urbistondo Letelier y 17.- Elías Moreno. Uno de los firmantes el voluntario señor Luis León Caballero, participo también en la Guerra del Pacifico, se enroló en el Ejercito, fue Teniente del 1er.regimiento de Artillería y murió en combate en la batalla de Miraflores (Perú) el día 15 de enero de 1881. Como respuesta al acuerdo tomado por los bomberos de la 2ª Cía. de Santiago, la señora Bruna Venegas, madre de nuestro héroe, dio respuesta a la nota con que la “Segunda” le informó del acuerdo tomado: “Santiago, Junio 6 de 1879…Señor: Al contestar la nota que Directo, oficiales y voluntarios, siento no tener palabras a la altura de mi dolor y de mi gratitud para expresar a la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago, mi profundo reconocimiento y el de todos los míos… Ninguna de las manifestaciones que he tenido la honra de recibir, ha sido más grata a mi corazón que la de sus antiguos compañeros a cuyo lado aprendió mi hijo las máximas del honor y del deber, porque las Compañías de Bomberos son escuelas de abnegación e hidalguía.”… “Jamás he olvidado que la primera distinción que mi hijo alcanzara en su corta vida fue ser Bombero de la Segunda Compañía…”. A bordo de la Esmeralda en el Combate de Iquique estuvo también el Cirujano 1º don Francisco Cornelio Guzmán Rocha, auxiliando a los heridos en el fragor del combate. Él fue uno de los 46 sobrevivientes rescatado por la tripulación del Monitor “Huascar” desde el mar. Ingresó a la Segunda Compañía “Esmeralda” en 1890. Debido a sus grandes méritos alcanzó a desempeñar el cargo de Director de Compañía, falleciendo en Niza, el viernes de de julio de 1928. Su hijo Guillermo Guzmán Aguirre, desempeñó varios períodos el cargo de Capitán de la Segunda Compañía, falleciendo muy joven en 1929. Honor y Gloria para estos dos héroes de mar y tierra el Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas y el Cirujano 1º Francisco Cornelio Guzmán Rocha. Un joven Cirujano quien salvara vivo del Combate Naval de Iquique, llamado Francisco Cornelio Guzmán Rocha, nacido en Santiago en 1856, estudio en el Instituto Nacional, entro a la Escuela de Medicina y obtuvo su titulo de Cirujano en 1879, al estallar la guerra contra la Confederación Perú/Boliviana; entro a la Armada como Cirujano 1º. Salvo con vida del combate, fue tomado prisionero y meses después fue liberado y conducido a Chile. Fue enviado a estudiar medicina militar a Europa donde se especializo en cirugía. En 1898 se le confío la Dirección General de Sanidad Militar, se acogió a jubilación en 1910. Continúo viajando a Europa para seguir especializándose y para imponerse de los nuevos adelantos. Fue profesor de la escuela de medicina, Presidente de la Sociedad Medica e integrante de la Cruz Rojas Años después de la epopeya de Iquique, ingreso a nuestra Compañía el día 22 de Marzo de 1890 hasta el 13 de julio de 1928 fecha de su fallecimiento en Niza (Francia). Sus restos fueron repatriados y se encuentra sepultado en el Monumento a los Héroes de Iquique. (Plaza Sotomayor, Valparaíso). La compañía en reconocimiento a sus buenos servicios prestados a la institución acordó dejar su nombre en la lista de voluntarios a perpetuidad y además colocar su retrato en el salón de sesiones. Fue un digno lazo de unión entre la Marina de Chile y la 2ª Compañía “Esmeralda”. Desempeño los cargos de Cirujano, Consejero de Disciplina y Director en varios periodos. Uno de sus hijos don Guillermo Guzmán Aguirre ingreso como voluntario a nuestra compañía, fue un entusiasta y buen bombero, ocupando los cargos de Maquinista en varios periodos y de Capitán, falleció prematuramente aquejado de una grave enfermedad pulmonar en Niza (Francia). La Segunda Compañía “Bomba Esmeralda” de Santiago” mantuvo una estrecha y permanente cercanía con la familia Prat Carvajal, es así como pasada una década de la gesta heroica en la rada de Iquique con fecha 06 de Octubre de 1890 en sesión de compañía acordó por unanimidad crear un nuevo puesto de GUIA, para que sea desempeñado por el señor Arturo Prat Carvajal, con emotivas palabras el señor secretario don Ramón Allende Castro dirige la nota al hijo del héroe, en un párrafo de la nota dice Así: “Al transmitir a usted este acuerdo, quiero expresarle el intimo regocijo con que los voluntarios de la segunda ven ponerse al servicio de la Bomba “Esmeralda” que recuerda la inmortalidad, al heredero escogido de la gloria. Esta compañía abriga la legítima esperanza de que usted, cumpliendo con honrosas tradiciones, sabrá prestarle al concurso de trabajo y disciplina que contribuyan su grandeza y prosperidad”. En la época de la fundación del Cuerpo algunas Compañías crearon el cargo de Guía. Su principal función era de ser porta estandarte en los desfiles y ejercicios, se encomendaba generalmente dicho cargo a un joven estudiante. En el mes de Agosto de 1939, siendo Director don Domingo Grez, se confecciona un folleto titulado “APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA 2ª. CIA. ESMERALDA”, para conmemorar así los 75 de la fundación de la compañía, este folleto se entrego a ex – voluntarios y a diversas personalidades relacionadas con la compañía. En esa ocasión se envío un ejemplar a don Arturo Prat Carvajal, quien agradece el envío del apunte de la siguiente forma: “Un gran numero de sus voluntarios, y entre ellos al director de 1890, don Enrique Mac –Iver, permanecen presentes en mi memoria, a pesar de los cuarenta y nueve años transcurridos desde que la Compañía me honro con el puesto de Guía. A muchos de ellos los vi actuar después en distintas ocasiones con el mismo espíritu público y entusiasmo con que desempeñaban entonces sus abnegadas funciones en la compañía. He leído con especial agrado la carta de renuncia de uno de los compañeros de mi padre en el combate de Iquique, al dejar las filas para incorporarse a la marina de guerra, y la muy simpática comunicación de su señora madre, doña Bruna Venegas de Riquelme, a quien tuve el honor de conocer, al comunicársele el acuerdo de colocar en el salón de sesiones el retrato de Ernesto Riquelme. Quiera recibir el señor Director mis más sinceros agradecimientos por el recuerdo que ha hecho de mi al enviarme el folleto a que me vengo refiriendo”. Firmado Arturo Prat Carvajal. 

Valparaíso 1851 (hrm/cca.)

De los archivos de “Valparaíso 1851”. Agradecemos al investigador histórico Marcelo Villalba, Director del Museo Virtual de la Guerra del Pacífico (guerradelpacifico1879.cl), a los bomberos Pedro Torti Besnier, Voluntario Honorario de la 2ª Cía. “Esmeralda”, a su camarada y Voluntario Ítalo Hidalgo (segundinos.cl) y al valioso Archivo de la “Bomba Esmeralda”.

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sábado, 16 de mayo de 2015

40º Aniversario Brigada Juvenil de la 5ª Cía. “Pompe France” de Valparaíso, fundada el 17 de mayo de 1975

La 5ta Compañía de Bomberos “Pompe France” de Valparaíso, fue la primera Unidad del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso fundador de los bomberos voluntarios en Chile en organizar una Brigada Juvenil, integrada por jóvenes cuyas edades van entre los 13 y 18 años y su objetivo formar y fortalecer jóvenes de bien e ideales del bombero voluntario entre la juventud Porteña de nuestra Patria.

La Brigada de la “Pompe France” fue fundada el 17 de mayo de 1975, era  Director de la Compañía el bombero Pablo Foucher Gaete, quien gestionó la autorización del Directorio General del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso para su funcionamiento y de la inserción en el Reglamento General de la Institución.


La organización y preparación de los brigadistas estuvo a cargo del Ex - Capitán de Compañía y su fundador, el Miembro Honorario de Cía. y del Cuerpo de Bomberos Ingeniero don Marcel Szanto Narea, distinguido académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien plasmó la idea y su materialización. . La Brigada Juvenil se ha constituido durante sus cuarenta años de existencia en el vivero de nuevos bomberos de la “Pompe France” e incluso muchos de estos Cadetes se han incorporado a otras Unidades de la Institución, dejando la impronta Quintina y su magnífica formación técnico profesional bomberil. Muchos de ellos han ocupado importantes cargos de oficial en la “Pompe France” y en las Unidades bomberiles donde han llegado continuando con su carrera bomberil. La “Pompe France” sentía un orgullo sano que durante sus 133 años de existencia, no había tenido que lamentar la muerte de uno de los suyos en el combate contra el fuego, sin perjuicio, de haber tenido muchos lesionados, algunos de mucha gravedad en múltiples siniestros o accidentes ocurridos en la lucha que demanda el servicio bomberil. Ello se basaba en su capacitación y la prudencia, como también la de sus oficiales que conocían sus límites y la visión para ubicar a sus bomberos en lugares que entregasen la seguridad para no exponerlos innecesariamente en situaciones de alto riesgo o de extremo peligro. 
Sin embargo no obstante todas las precauciones tomadas, el primer Mártir de la “Pompe France” fue Christian Modrow Valdebenito, quien salió de ésta Brigada, lo que constituye una muestra donde se forjan los futuros bomberos que desprecian la vida por servir al prójimo. Informaba “El Mercurio de Valparaíso” que a las 18:30 horas del miércoles 16 de Agosto de 1989, se producía un voraz incendio en la Av. Uruguay, Pedro Montt y la calle Chacabuco. El siniestro fue producto de la inflamación de una cocina industrial que destruyó varios locales comerciales, entre ellos el establecimiento “Plato Listo” y el supermercado “Santa Isabel”. Hasta allá llegó el oficial Ayudante de la Quinta Compañía, “Pompe France”, el joven de 24 años Christian Modrow, con cinco años de servicios como bombero voluntario, proveniente de la Brigada Juvenil quien lo vio nacer y lo formó bomberilmente. Modrow prontamente empezó a trabajar en el armado de tiras de agua para atacar el fuego desde el segundo piso; pero, lamentablemente cedió el techo cayendo desde una altura de 12 metros, golpeándose su cabeza contra una máquina en el primer piso; lo que le produjo la muerte, pasando a integrar el libro del martirologio del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. 

Valparaíso 1851 (hrm/cca)

Antecedentes del Director de la 5ª Cía. "Pompe France" de Valparaíso don Julio Olea Morales - y del libro Breve Reseña Histórica 5ª Cía. de Valparaíso de Pablo Foucher Gaete.

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martes, 5 de mayo de 2015

Comandante Mártir, Máximo Humbser Zumarám, Cuerpo de Bomberos de Santiago, 26.06.1898 - 22.08.1952

Homenaje del bombero de la Segunda Compañía “Esmeralda” don Cesar Maturana Toro del cuerpo de Bomberos de Santiago, al querido Comandante don Máximo Humbser Sumarán.

¡Silencio!, compañeros, un instante
acallad vuestros cantos, que en el alba,
la desgracia ha enlutado nuestras almas:
en la contienda el Comandante.


Apóstol generoso de una idea, murió en la santa lid, como el soldado que sucumbe altivo y altivo y abnegado al pie e la bandera en la pelea. ¡ Oh, Comandante Humbser ¡ ¡Oh civismo ¡, la muerte te arrebata de los tuyos dejando sólo llantos y murmurios y un recuerdo ejemplar de tu heroísmo. Pero no todo en la existencia muere. ¡ Hasta el jardín inmaterial del alma, no llegarán, para turbar su calma, el viento que derrumba, el sol que hiere ¡ Y, como consuelo ante el dolor gigante, reflexiona un poco tu, bombero, se nos ha ido para siempre, pero, ¡ los mártires ya tienen comandante ¡ Valparaíso 1851 (hrm/cca).

Agradecimientos a Cesar Maturana Toro - Revista Mundo bomberil - La Paila, Boletín Informativo del C.B.S, - Revista 90 Años 2ª Cía. "Esmeralda" C.B.S.

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domingo, 3 de mayo de 2015

"Las Bombas". Caballos para las bombas en la Asociación contra Incendios de Valparaíso.


En el diario “El Mercurio del 2 de Septiembre de 1853 se puede leer: “LAS BOMBAS”. Caballos para las bombas. Es talvez la cuarta vez que insistimos inútilmente en esta premiosa necesidad. El ejemplo dejado en el incendio del que dimos cuenta ayer en calle Victoria (donde hubo una veintena de casas destruidas y una docena de tiendas ) puede que tenga mejor dispuestos los ánimos de los señores directores de la Asociación contra incendios. Indudablemente no se habría extendido tanto el incendio si las bombas hubieran estado a tiempo.

 Valparaíso 1851 (hrm/cca)

 Agradecimientos a Luciano Figueroa - Fotografía Williams Oliver 1861 - Bomba Americana a Palancas 1852

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