JULIO ENRIQUE FENNER HEITMANN, … PRESENTE…, muerto en Acto de Servicio el 8 de julio de 1931.
“Eran exactamente las 18:40 horas del día Miércoles 8 de Julio de 1931, cuando Fenner, llevándose las manos al pecho dijo: "Mi corazón, mi corazón", cerrando al mismo tiempo sus ojos, pasando así a la eternidad, ante el dolor de su joven esposa y la consternación de los médicos que le rodeaban”.
De esta forma por setenta y ocho años ininterrumpidos todas las generaciones de “Segundinos” han escuchado lo que escribiera el cronista de la época como triste testimonio de la partida de nuestro camarada y Teniente 3º bombero voluntario don JULIO ENRIQUE FENNER HEITMANN, Primer Mártir de la Deutsche Feuerwehrkompagnie Nº2 “Bomba Germania” de Valparaíso y decimocuarto del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso...
...Estimado visitante, le invitamos a empaparse en la historia de este héroe de la paz que entregó lo más sagrado que tenía; SU VIDA, en respuesta al llamado del deber impuesto por él, voluntariamente al incorporarse como uno más, a esta Legión de Honor formada por quienes tras la burda cotona y casco del bombero voluntario, abrazan la noble causa bomberil sin más armas que un hacha o un pitón pero con la grandeza del que está dispuesto a todo por una vida que salvar del eterno enemigo descontrolado; EL FUEGO.
JULIO ENRIQUE FENNER HEITMANN ingresó a la 2ª Compañía “Bomba Germania” del primer puerto de la república, el 5 de abril de 1923, teniendo a la fecha de su muerte 7 años 9 meses y 13 días de valiosos servicios en la Institución. A partir de 1928 fue distinguido por sus camaradas con el cargo de Ayudante de Compañía, cargo que desempeñó hasta fines de mayo de 1931, cuando en atención a sus relevantes méritos y la vacancia del cargo de Teniente 3º, es elegido para cumplir con esa nueva responsabilidad, lamentablemente dicho cargo lo desempeñó solo en el incendio en que se cubrió de gloria llevándolo al martirologio.
A las 14,20 horas del día lunes 15 de junio de 1931, las sirenas alertaban a los bomberos haciendo sentir su lúgubre llamado como gaviotas al vuelo en los cielos de Valparaíso, avisando del fuego y arrebatando a los voluntarios de sus hogares y familias. El lugar amagado por el fuego era Avenida Los Placeres Nº 595 frente al monolito que recuerda al comerciante, político, gran Ministro de Estado, Organizador de la República, don Diego Portales y Palazuelos, en el cerro de Los Placeres. Era una casa de dos pisos de material ligero, tabiquería con adobes de barro y cemento, que debido a la falta de agua de los primeros momentos del incendio, tomó gran incremento, haciendo peligrar las construcciones vecinas al propagarse el fuego con gran rapidez, alcanzando proporciones de gran tragedia.
Debido a las características dantescas del siniestro y las dificultades para llegar al lugar, la Central de Comunicaciones dio salida también a las Compañías del sector Puerto, raudamente la “Bomba Germania” llega al sitio del suceso; el incendio era de grandes proporciones y brindaba un espectáculo aterrador a los vecinos del lugar. Rápidamente toman un lugar a la vanguardia y el Capitán Germano don Augusto Heitmann Lingue, dispone un pitón frente al foco de fuego principal de las casas amagadas; ese chorro estuvo dirigido en forma certera por el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann, y bajo sus órdenes los bomberos Kurt Stephan y Augusto Fellay Rettig.
Por más de una hora lucharon denodadamente contra el fuego destructor mas, con el correr del tiempo fueron dominando al implacable y eterno enemigo. Por la materialidad dominante de las casas (adobes) y la gran cantidad de agua recibida, la posibilidad de un derrumbe alertó a los bomberos que desde afuera colaboraban con los pitoneros que ya trabajaban en el interior de la principal casa amagada. Al sentir el crujido que casi siempre antecede a un derrumbe, fuertes gritos de aviso alertaron a los bomberos que trabajaban en el interior de la casa, dando el Teniente Fenner instrucciones a los suyos para protegerse del inminente derrumbe y replegarse hacia el exterior de la construcción; Stephan y Fellay saltaron hacia un patio interior, resultando ilesos y siguieron trabajando en el lugar, sin embargo el Teniente Fenner en los momentos en que cruzaba el pórtico del inmueble buscando protección para él y los suyos, un pesado balcón de cemento se desprendió de un ventanal del segundo piso, cayendo sobre la espalda del malogrado bombero, golpeándolo gravemente, fracturando su columna. Los escombros y los restos de muralla lo taparon completamente, levantando una cortina de tierra a raíz del derrumbe.
Sus compañeros lo rescataron rápidamente de entre los escombros, su cuerpo estaba muy dañado y bañado en sangre, trasladándolo a la Asistencia Pública, lugar donde le dieron las primeras atenciones.
Tan mal herido se encontraba el Teniente Fenner que fue necesario trasladarlo a las 20,00 horas de ese trágico día al Hospital Alemán del Cerro Alegre, donde fue examinado y operado inmediatamente por el doctor Guillermo Münnich ayudado por los doctores Adolfo Reccius, Federico Ankelen y los Drs. Betzhold y Fonck, quienes fueron sus médicos de cabecera. Lamentablemente la magnitud y gravedad de las heridas recibidas por el joven Teniente, hicieron perder toda esperanza de recuperación auguraban un triste final.
El golpe recibido en su espalda fracturó su columna vertebral y le produjo parálisis en ambas piernas; sufrió también la fractura de la pierna izquierda. Aun así y gracias a su vitalidad y magnífica contextura física, soportó los más atroces sufrimientos, su lucidez la mantuvo hasta el momento de su muerte 23 días después del accidente en que fue acompañado solícitamente por su amante esposa que se transformó en su enfermera día y noche, como también asistido en todo momento por médicos, enfermeras, sus familiares, camaradas bomberos y las autoridades de Valparaíso.
Julio Fenner era hijo de una antigua familia alemana radicada en Valparaíso desde mediados del siglo XIX; al momento de su muerte tenía 38 años era casado y padre de dos pequeñas hijas.
Durante su permanencia en el Hospital Alemán, haciendo un gran esfuerzo a causa de su deteriorado estado, el Teniente Fenner recibió al Intendente de la Provincia don Octavio Señoret Silva, y al Alcalde de Valparaíso don Enrique Costa Pellé. También fue visitado por un grupo de bomberos de la 3ª Compañía “Cousiño y A. Edwards” con quienes estuvo muy contento y animado señalándoles: “...Lo que más siento es, que haya sido yo el causante de que el Cuerpo no celebre el 80º aniversario de existencia.- Me siento orgulloso de pertenecer a él; tan leales compañeros, tan cariñosos han sido todos, que esto solo me ha compensado el sufrimiento de mis dolores”.Al último grupo de sus compañeros “Segundinos” que lo visitó el día de su muerte les contó que sentía que lo perseguía la mala suerte, ya que en un incendio en la calle Victoria, estando con varios bomberos en el interior de un almacén en llamas, con un fuerte humo, de repente se les cerró la cortina metálica, dejándolos en una angustiosa situación, que hubiera sido fatal, a no mediar los esfuerzos de sus compañeros, por abrir la puerta, sarcásticamente cerrada.
A las 18,40 horas del día 8 de julio de 1931 el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann, se lleva sus manos al pecho y murmura suavemente “Mi corazón, mi corazón”, cerrando acto seguido sus ojos para siempre, pasando a la eternidad ante el dolor de su esposa y la consternación de sus camaradas bomberos.
Don José Fabres Pinto, Vice-Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso de la época, al enterarse del sensible fallecimiento de Fenner, en su calidad de Vice-Superintendente de la Institución se vio en la triste misión de llamar a Reunión Extraordinaria de Directorio e informar a Oficiales Generales y a los Directores de Compañía de la trágica noticia, dirigiéndose a ellos de la siguiente forma:
"Profundamente afectado doy cuenta a los señores Directores del sensible fallecimiento del Tte. 3° de la 2ª Cía. don Julio Fenner, acaecido ayer en el Hospital Alemán, a las 18:40 horas como consecuencia de las graves heridas que sufrió en el incendio en los Placeres, el 15 de Junio último, desgracia que no sólo afecta a la 2ª Cía., sino que al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en general".
Conocida la triste noticia, se hicieron presente en el Hospital Alemán, los bomberos germanos, que formaron la Guardia de Honor, ante sus restos mortuorios, delegaciones de las Compañías, y los Miembros del Directorio que, deseando unirse a los sentimientos de dolor de la Compañía, hacían llegar sus sentimientos de condolencia a la familia del mártir. Las flores, mudas testigos de la tragedia, empezaron a llegar para dar un digno marco a los restos de la nueva figura que decoraba desde ese momento, el Libro de Oro del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso.
El día martes 9 de julio sus restos fueron trasladados al Salón de Honor de la “Bomba Germania” en Plaza Sotomayor, donde se levantó una capilla ardiente, montándose una guardia de honor permanente de sus camaradas bomberos.
Los funerales se efectuaron el día miércoles 10 de julio de 1931 con toda solemnidad y profundo recogimiento. La vieja paila (campana de alarma) que avisó los incendios durante los primeros tiempos de la Institución, ubicada en la torre del edificio de la Dirección General, tocó lúgubre su tañer de despedida al Teniente Mártir en el momento de ser llevado a su última morada. El cortejo ocupaba más de cinco cuadras de extensión, abriendo la columna Batidores montados y a continuación formaban la Banda de músicos de la Marina, Delegaciones de las Instituciones Armadas, Delegaciones de Cuerpos de Bomberos de otras ciudades por orden de antigüedad de fundación al mando del Tercer Comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago don Ramón Núñez (7ª Cía.), Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, Banda de Músicos del Regimiento Maipú, Autoridades de la ciudad encabezadas por el señor Intendente de la Provincia don Octavio Señoret Silva y Directorio General del Cuerpo de Bomberos encabezado por el señor Vice-Superintendente don José Fabres Pinto, Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, en formación Reglamentaria, Carros con coronas, Banda de Músicos Orfeón Municipal, Segunda Compañía de Bomberos “Bomba Germania” de Valparaíso, Carro con los restos del Mártir Teniente 3º don Julio Fenner Heitmann, tirado a mano por los Capitanes de las Compañías y dos bomberos de la Compañía doliente, Deudos, acompañantes y civiles, cerrando el cortejo las Instituciones Civiles.
Durante todo el transcurso del funeral, verdaderos mares humanos se encontraban en las diversas calles, con el fin de rendir su último homenaje al bombero mártir. No fueron pocas las lágrimas que se escapaban de las personas que miraban pasar los restos. Las antorchas encendidas de los bomberos daban un aspecto más impresionante aún al cortejo, que lentamente fue avanzando hasta el cementerio, mientras el lúgubre tronar de la vieja paila de incendio, con sus tañidos, marcaba el compás de los latidos de nuestros corazones, que en ese momento latían más agitados que nunca.
Magnífico y emocionantes fueron los discursos con que las autoridades bomberiles y civiles de la ciudad se asociaron a la tragedia “Segundina”.
En el cementerio hubo muchos oradores para despedir los restos del Teniente Fenner, entre ellos la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, representada por el Alcalde don Enrique Costa Pellé, quien en representación de la ciudad hizo suya la desgracia del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, señalando con sentidas palabras en parte de su discurso: "El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso cuenta con una larga y gloriosa nómina de voluntarios que han rendido sus vidas en Actos de Servicio, nómina de mártires, que hoy agrega el nombre del Teniente 3º Sr. Julio Fenner Heitmann, caído en el cumplimiento de los más elevados deberes de humanidad y desinterés".A continuación hizo uso de la palabra el Vice-Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar don Luis Guillermo Puelma Nugget (1ª Cía. “José Francisco Vergara Etchevers”), quien en sentidas palabras a nombre de su Institución señaló en parte de su brillante intervención: "El fatalismo hizo víctima a Julio Fenner, quien poseía cualidades sobresalientes que dentro de la moral y de lo justo lo hicieron en todos los instantes de su vida, un hombre superior y recto".A nombre de sus camaradas “Segundinos” lo despidió el bombero de la 2ª Cía. don Gustavo Neckelmann Wenzel, quien con lágrimas en los ojos pronunció hermosas palabras, de las cuales insertamos las siguientes: "Julio, si te es posible ver a través de la inmensidad, dirige tu vista hacia nosotros y verás que todos los que te rodeamos, viejos y jóvenes, participamos de los mismo sentimientos; todos daríamos parte de nuestra existencia por poder hacer latir de nuevo ese corazón grande, noble y generoso que la Providencia te había concedido...".
Luego fue el turno del Secretario General del Cuerpo de Bomberos de Santiago don Ernesto Roldán Lutjen (1ª Cía. “Mapocho”), que en parte de su intervención expresó: “Por eso es que nuestras instituciones lloran hoy la destrucción de los lazos materiales con que a ellas se hallaba ligado el señor Fenner; pero hoy también ofician ante el altar del dolor el culto del recuerdo de quien se hizo digno de no ser olvidado”.
el Vice-Superintendente don José Fabres Pinto (4ª Cía. “Blanco Encalada”), en representación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso despidió los restos del Teniente Mártir señalando en sentidas palabras: "Al toque de las sirenas y dominado por el ímpetu irresistible que es innato en todo bombero, corrió presuroso al llamado que se le hacía a un siniestro y, al comenzar su actividades, cayó mortalmente herido, para no levantar, a pesar de habérsele prodigado con toda solicitud y cariño los recursos de la ciencia".
Finalmente el Director de la “Bomba Germania” don Cesar Bargsted, con emocionantes palabras a nombre de la Compañía despidió los restos de Julio Fenner Heitmann: "Teniente Fenner: tus compañeros de la Segunda guardarán con cariño tu memoria, y seguirán en la senda del deber, teniendo como emblema el recuerdo de tu sacrificio.
Que la paz te acompañe y vele piadosa tu eterno sueño".
Desde ese fatídico día, con verdadera emoción y respeto los bomberos de la Germania de Valparaíso y también sus hermanos de ideal de la Segunda Compañía “Esmeralda” del Cuerpo de Bomberos de Santiago, en cada Acto de Servicio hacen recuerdo de su mártir al pasarle la lista eterna, y cuando el Ayudante de la Compañía dice: "Julio E. Fenner Heitmann, Teniente 3º, muerto en Acto de Servicio el 8 de Julio de 1931". El capitán siempre con la emoción en los labios, contesta en alemán: "Hier", lo cual significa “presente".
Sólo entonces los rígidos cuerpos de los voluntarios adoptan la posición de descanso para continuar la lista por orden de antigüedad.
En el Salón de Honor “Ernesto Gundlach” de la 2ª Compañía, el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann siempre ha tenido el sitial de preferencia, representado en un magnífico cuadro donde aparece vistiendo su guerrera prusiana de bombero segundino, ella es la más antigua tradición de los bomberos alemanes de Valparaíso por 158 años.
A principios de la década de los años 40, la 2ª Compañía adquiere una magnífica bomba Ford modelo 1942 la que por acuerdo unánime de los bomberos germanos es bautizada con el nombre del Teniente Mártir. Este carro bomba luego de casi medio siglo de trabajo bomberil fue declarada “Reliquia Histórica” y perpetuará por siempre el recuerdo y memoria de este Héroe de la Paz, que la ciudad de Valparaíso, sus habitantes y las generaciones de bomberos germanos jamás olvidarán.
JULIO ENRIQUE FENNER HEITMANN ingresó a la 2ª Compañía “Bomba Germania” del primer puerto de la república, el 5 de abril de 1923, teniendo a la fecha de su muerte 7 años 9 meses y 13 días de valiosos servicios en la Institución. A partir de 1928 fue distinguido por sus camaradas con el cargo de Ayudante de Compañía, cargo que desempeñó hasta fines de mayo de 1931, cuando en atención a sus relevantes méritos y la vacancia del cargo de Teniente 3º, es elegido para cumplir con esa nueva responsabilidad, lamentablemente dicho cargo lo desempeñó solo en el incendio en que se cubrió de gloria llevándolo al martirologio.
A las 14,20 horas del día lunes 15 de junio de 1931, las sirenas alertaban a los bomberos haciendo sentir su lúgubre llamado como gaviotas al vuelo en los cielos de Valparaíso, avisando del fuego y arrebatando a los voluntarios de sus hogares y familias. El lugar amagado por el fuego era Avenida Los Placeres Nº 595 frente al monolito que recuerda al comerciante, político, gran Ministro de Estado, Organizador de la República, don Diego Portales y Palazuelos, en el cerro de Los Placeres. Era una casa de dos pisos de material ligero, tabiquería con adobes de barro y cemento, que debido a la falta de agua de los primeros momentos del incendio, tomó gran incremento, haciendo peligrar las construcciones vecinas al propagarse el fuego con gran rapidez, alcanzando proporciones de gran tragedia.
Debido a las características dantescas del siniestro y las dificultades para llegar al lugar, la Central de Comunicaciones dio salida también a las Compañías del sector Puerto, raudamente la “Bomba Germania” llega al sitio del suceso; el incendio era de grandes proporciones y brindaba un espectáculo aterrador a los vecinos del lugar. Rápidamente toman un lugar a la vanguardia y el Capitán Germano don Augusto Heitmann Lingue, dispone un pitón frente al foco de fuego principal de las casas amagadas; ese chorro estuvo dirigido en forma certera por el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann, y bajo sus órdenes los bomberos Kurt Stephan y Augusto Fellay Rettig.
Por más de una hora lucharon denodadamente contra el fuego destructor mas, con el correr del tiempo fueron dominando al implacable y eterno enemigo. Por la materialidad dominante de las casas (adobes) y la gran cantidad de agua recibida, la posibilidad de un derrumbe alertó a los bomberos que desde afuera colaboraban con los pitoneros que ya trabajaban en el interior de la principal casa amagada. Al sentir el crujido que casi siempre antecede a un derrumbe, fuertes gritos de aviso alertaron a los bomberos que trabajaban en el interior de la casa, dando el Teniente Fenner instrucciones a los suyos para protegerse del inminente derrumbe y replegarse hacia el exterior de la construcción; Stephan y Fellay saltaron hacia un patio interior, resultando ilesos y siguieron trabajando en el lugar, sin embargo el Teniente Fenner en los momentos en que cruzaba el pórtico del inmueble buscando protección para él y los suyos, un pesado balcón de cemento se desprendió de un ventanal del segundo piso, cayendo sobre la espalda del malogrado bombero, golpeándolo gravemente, fracturando su columna. Los escombros y los restos de muralla lo taparon completamente, levantando una cortina de tierra a raíz del derrumbe.
Sus compañeros lo rescataron rápidamente de entre los escombros, su cuerpo estaba muy dañado y bañado en sangre, trasladándolo a la Asistencia Pública, lugar donde le dieron las primeras atenciones.
Tan mal herido se encontraba el Teniente Fenner que fue necesario trasladarlo a las 20,00 horas de ese trágico día al Hospital Alemán del Cerro Alegre, donde fue examinado y operado inmediatamente por el doctor Guillermo Münnich ayudado por los doctores Adolfo Reccius, Federico Ankelen y los Drs. Betzhold y Fonck, quienes fueron sus médicos de cabecera. Lamentablemente la magnitud y gravedad de las heridas recibidas por el joven Teniente, hicieron perder toda esperanza de recuperación auguraban un triste final.
El golpe recibido en su espalda fracturó su columna vertebral y le produjo parálisis en ambas piernas; sufrió también la fractura de la pierna izquierda. Aun así y gracias a su vitalidad y magnífica contextura física, soportó los más atroces sufrimientos, su lucidez la mantuvo hasta el momento de su muerte 23 días después del accidente en que fue acompañado solícitamente por su amante esposa que se transformó en su enfermera día y noche, como también asistido en todo momento por médicos, enfermeras, sus familiares, camaradas bomberos y las autoridades de Valparaíso.
Julio Fenner era hijo de una antigua familia alemana radicada en Valparaíso desde mediados del siglo XIX; al momento de su muerte tenía 38 años era casado y padre de dos pequeñas hijas.
Durante su permanencia en el Hospital Alemán, haciendo un gran esfuerzo a causa de su deteriorado estado, el Teniente Fenner recibió al Intendente de la Provincia don Octavio Señoret Silva, y al Alcalde de Valparaíso don Enrique Costa Pellé. También fue visitado por un grupo de bomberos de la 3ª Compañía “Cousiño y A. Edwards” con quienes estuvo muy contento y animado señalándoles: “...Lo que más siento es, que haya sido yo el causante de que el Cuerpo no celebre el 80º aniversario de existencia.- Me siento orgulloso de pertenecer a él; tan leales compañeros, tan cariñosos han sido todos, que esto solo me ha compensado el sufrimiento de mis dolores”.Al último grupo de sus compañeros “Segundinos” que lo visitó el día de su muerte les contó que sentía que lo perseguía la mala suerte, ya que en un incendio en la calle Victoria, estando con varios bomberos en el interior de un almacén en llamas, con un fuerte humo, de repente se les cerró la cortina metálica, dejándolos en una angustiosa situación, que hubiera sido fatal, a no mediar los esfuerzos de sus compañeros, por abrir la puerta, sarcásticamente cerrada.
A las 18,40 horas del día 8 de julio de 1931 el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann, se lleva sus manos al pecho y murmura suavemente “Mi corazón, mi corazón”, cerrando acto seguido sus ojos para siempre, pasando a la eternidad ante el dolor de su esposa y la consternación de sus camaradas bomberos.
Don José Fabres Pinto, Vice-Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso de la época, al enterarse del sensible fallecimiento de Fenner, en su calidad de Vice-Superintendente de la Institución se vio en la triste misión de llamar a Reunión Extraordinaria de Directorio e informar a Oficiales Generales y a los Directores de Compañía de la trágica noticia, dirigiéndose a ellos de la siguiente forma:
"Profundamente afectado doy cuenta a los señores Directores del sensible fallecimiento del Tte. 3° de la 2ª Cía. don Julio Fenner, acaecido ayer en el Hospital Alemán, a las 18:40 horas como consecuencia de las graves heridas que sufrió en el incendio en los Placeres, el 15 de Junio último, desgracia que no sólo afecta a la 2ª Cía., sino que al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en general".
Conocida la triste noticia, se hicieron presente en el Hospital Alemán, los bomberos germanos, que formaron la Guardia de Honor, ante sus restos mortuorios, delegaciones de las Compañías, y los Miembros del Directorio que, deseando unirse a los sentimientos de dolor de la Compañía, hacían llegar sus sentimientos de condolencia a la familia del mártir. Las flores, mudas testigos de la tragedia, empezaron a llegar para dar un digno marco a los restos de la nueva figura que decoraba desde ese momento, el Libro de Oro del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso.
El día martes 9 de julio sus restos fueron trasladados al Salón de Honor de la “Bomba Germania” en Plaza Sotomayor, donde se levantó una capilla ardiente, montándose una guardia de honor permanente de sus camaradas bomberos.
Los funerales se efectuaron el día miércoles 10 de julio de 1931 con toda solemnidad y profundo recogimiento. La vieja paila (campana de alarma) que avisó los incendios durante los primeros tiempos de la Institución, ubicada en la torre del edificio de la Dirección General, tocó lúgubre su tañer de despedida al Teniente Mártir en el momento de ser llevado a su última morada. El cortejo ocupaba más de cinco cuadras de extensión, abriendo la columna Batidores montados y a continuación formaban la Banda de músicos de la Marina, Delegaciones de las Instituciones Armadas, Delegaciones de Cuerpos de Bomberos de otras ciudades por orden de antigüedad de fundación al mando del Tercer Comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago don Ramón Núñez (7ª Cía.), Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, Banda de Músicos del Regimiento Maipú, Autoridades de la ciudad encabezadas por el señor Intendente de la Provincia don Octavio Señoret Silva y Directorio General del Cuerpo de Bomberos encabezado por el señor Vice-Superintendente don José Fabres Pinto, Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, en formación Reglamentaria, Carros con coronas, Banda de Músicos Orfeón Municipal, Segunda Compañía de Bomberos “Bomba Germania” de Valparaíso, Carro con los restos del Mártir Teniente 3º don Julio Fenner Heitmann, tirado a mano por los Capitanes de las Compañías y dos bomberos de la Compañía doliente, Deudos, acompañantes y civiles, cerrando el cortejo las Instituciones Civiles.
Durante todo el transcurso del funeral, verdaderos mares humanos se encontraban en las diversas calles, con el fin de rendir su último homenaje al bombero mártir. No fueron pocas las lágrimas que se escapaban de las personas que miraban pasar los restos. Las antorchas encendidas de los bomberos daban un aspecto más impresionante aún al cortejo, que lentamente fue avanzando hasta el cementerio, mientras el lúgubre tronar de la vieja paila de incendio, con sus tañidos, marcaba el compás de los latidos de nuestros corazones, que en ese momento latían más agitados que nunca.
Magnífico y emocionantes fueron los discursos con que las autoridades bomberiles y civiles de la ciudad se asociaron a la tragedia “Segundina”.
En el cementerio hubo muchos oradores para despedir los restos del Teniente Fenner, entre ellos la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, representada por el Alcalde don Enrique Costa Pellé, quien en representación de la ciudad hizo suya la desgracia del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, señalando con sentidas palabras en parte de su discurso: "El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso cuenta con una larga y gloriosa nómina de voluntarios que han rendido sus vidas en Actos de Servicio, nómina de mártires, que hoy agrega el nombre del Teniente 3º Sr. Julio Fenner Heitmann, caído en el cumplimiento de los más elevados deberes de humanidad y desinterés".A continuación hizo uso de la palabra el Vice-Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar don Luis Guillermo Puelma Nugget (1ª Cía. “José Francisco Vergara Etchevers”), quien en sentidas palabras a nombre de su Institución señaló en parte de su brillante intervención: "El fatalismo hizo víctima a Julio Fenner, quien poseía cualidades sobresalientes que dentro de la moral y de lo justo lo hicieron en todos los instantes de su vida, un hombre superior y recto".A nombre de sus camaradas “Segundinos” lo despidió el bombero de la 2ª Cía. don Gustavo Neckelmann Wenzel, quien con lágrimas en los ojos pronunció hermosas palabras, de las cuales insertamos las siguientes: "Julio, si te es posible ver a través de la inmensidad, dirige tu vista hacia nosotros y verás que todos los que te rodeamos, viejos y jóvenes, participamos de los mismo sentimientos; todos daríamos parte de nuestra existencia por poder hacer latir de nuevo ese corazón grande, noble y generoso que la Providencia te había concedido...".
Luego fue el turno del Secretario General del Cuerpo de Bomberos de Santiago don Ernesto Roldán Lutjen (1ª Cía. “Mapocho”), que en parte de su intervención expresó: “Por eso es que nuestras instituciones lloran hoy la destrucción de los lazos materiales con que a ellas se hallaba ligado el señor Fenner; pero hoy también ofician ante el altar del dolor el culto del recuerdo de quien se hizo digno de no ser olvidado”.
el Vice-Superintendente don José Fabres Pinto (4ª Cía. “Blanco Encalada”), en representación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso despidió los restos del Teniente Mártir señalando en sentidas palabras: "Al toque de las sirenas y dominado por el ímpetu irresistible que es innato en todo bombero, corrió presuroso al llamado que se le hacía a un siniestro y, al comenzar su actividades, cayó mortalmente herido, para no levantar, a pesar de habérsele prodigado con toda solicitud y cariño los recursos de la ciencia".
Finalmente el Director de la “Bomba Germania” don Cesar Bargsted, con emocionantes palabras a nombre de la Compañía despidió los restos de Julio Fenner Heitmann: "Teniente Fenner: tus compañeros de la Segunda guardarán con cariño tu memoria, y seguirán en la senda del deber, teniendo como emblema el recuerdo de tu sacrificio.
Que la paz te acompañe y vele piadosa tu eterno sueño".
Desde ese fatídico día, con verdadera emoción y respeto los bomberos de la Germania de Valparaíso y también sus hermanos de ideal de la Segunda Compañía “Esmeralda” del Cuerpo de Bomberos de Santiago, en cada Acto de Servicio hacen recuerdo de su mártir al pasarle la lista eterna, y cuando el Ayudante de la Compañía dice: "Julio E. Fenner Heitmann, Teniente 3º, muerto en Acto de Servicio el 8 de Julio de 1931". El capitán siempre con la emoción en los labios, contesta en alemán: "Hier", lo cual significa “presente".
Sólo entonces los rígidos cuerpos de los voluntarios adoptan la posición de descanso para continuar la lista por orden de antigüedad.
En el Salón de Honor “Ernesto Gundlach” de la 2ª Compañía, el Teniente 3º don Julio E. Fenner Heitmann siempre ha tenido el sitial de preferencia, representado en un magnífico cuadro donde aparece vistiendo su guerrera prusiana de bombero segundino, ella es la más antigua tradición de los bomberos alemanes de Valparaíso por 158 años.
A principios de la década de los años 40, la 2ª Compañía adquiere una magnífica bomba Ford modelo 1942 la que por acuerdo unánime de los bomberos germanos es bautizada con el nombre del Teniente Mártir. Este carro bomba luego de casi medio siglo de trabajo bomberil fue declarada “Reliquia Histórica” y perpetuará por siempre el recuerdo y memoria de este Héroe de la Paz, que la ciudad de Valparaíso, sus habitantes y las generaciones de bomberos germanos jamás olvidarán.
Valparaíso 1851 (hrm-cca)
Agradecimientos a:
Jaime Kramer Garfias, Secretario de la 1ª Cía.
"José Francisco Vergara Etchevers" del Cuerpo
de Bomberos de Viña del Mar.
3 comentarios :
Apreciado Señor Carvajal:
Ante todo reciba un cordial y efusivo saludo. Debo felicitarle por su variado y hermoso blog. Pero, permítame presentarme, soy Alejandro López Fenner, nieto de Julio E. Fenner Heitmann. Créame que he leído el relato sobre la muerte de nuestro mártir y le confieso que se asomaron lágrimas de emoción a mis ojos. Yo conocía algunos detalles de la muerte de mi abuelo materno, pero aparecen en su relato innumerables detalles totalmente desconocidos para mí. Quisiera mencionarle que, para la muerte de mi abuelo, él era padre de tres hijas, la menor, y de tres meses de edad para ese momento es Hertha Fenner Samsche, quien es mi madre. Le comento que he tenido el honor de visitar la 2a. Compañía en algunas oportunidades y, siempre hemos percibido el aprecio inmemorable de todo el personal de la 2a. Compañía de bomberos de Valparaíso hacia mi abuelo y su descendencia. Felicitaciones, y por favor no cese en esa loable labor de investigación y divulgación que de seguro es apreciada por un gran número de personas.
Señor Carvajal:
Luego de saludarle y manifestarle mi aprecio por vuestro interesante blog. Le cuento que mi madre, Lucía del Carmen Proust Rojas, tiene interés en saber acerca de la señora Herta Fenner Samsche, con quien la uniera en su juventud una gran amistad y afecto, llegando a ser mi madre, madrina de uno de los hijos de la señora Fenner. Le agradeceré alguna información que me permita hacer contacto con la señora Fenner. Con gracias anticipadas.
Luis K. Guyman Proust (luisguyman@gmail.com), hijo menor de la señora Lucía del C. Proust Rojas. Teléfono: 033-254120, Quillota, 5ª región.
marzo, 2010.
Quillota
Buenos días, Sr. Carvajal
Hertha Fenner Samsche, junto con sus Hijos, Alejandro y Julio López Fenner, saludan muy cordialmente a Ud. y por su intermedio a los integrantes de la gran Familia de la Segunda Compañía Deutsche Feuerwehrkompagnie Nº2 “Bomba Germania” de Valparaíso.
Junto con agradecer su excelente trabajo sobre nuestro abuelo paterno Julio Fenner, y encontrándonos a un par de meses de cumplirse los 90 años desde su trágico deceso, el cual marcó no solamente las vidas de los voluntarios de la Segunda Compañía en Valparaíso, sino que las vidas de su entonces esposa Lissette Samsche, nuestra abuela materna, y de sus hijas Hertha, Gerdrud y Lisbeth, quisieramos aportar con algunos detalles que pueden resultar interesantes para la Compañía, justamente con motivo de esta conmemoración que se avecina.
Hertha Fenner Samsche, en ese fatídico momento contaba con tres meses de edad. Luego de unos buenos años de incertitudes, la familia se trasladó a Puerto Monnt con don Erich Wöhlke, donde continuaron su vida juvenil, a la cual se agregaron las hijas Ida y Lissette del nuevo matrimonio Wöhlke - Samsche.
Las dos mayores del primer matrimonio Fenner - Samsche, nuestras tías (Tantes) Lissette y Gertrud, luego de trasladarse a Santiago donde realizaron diversos trabajos, se trasladaron a Alemania donde se radicaron finalmente.
Nuestra madre, Hertha Fenner, también se trasladó a Santiago en su momento, desarrollando allí su vida profesional fundamentalmente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Hace unos días celebramos su 90avo aniversario, goza de buena salud (habida cuenta de su avanzada edad) y habita desde hace unos cinco años en el Hogar Carlos Schleyer de Temuco, Región de La Araucanía.
De las tres hermanas del matrimonio Fenner - Samsche, sólo Hertha queda llevando el nombre de la familia Fenner como primer apellido directamente de Julio Fenner.
Hay otros Fenner distribuidos en el país, pero conocemos personalmente a nuestros primos Claudio y Rodrigo Recabarren, nietos de una de las hermanas de Julio Fenner, la Tante Käthe, quienes habitan actualmente en San Bernardo. Con otros Fenner de la Familia no tenemos contacto aún, pero no perdemos la esperanza.
Tanto mi hermano Alejandro como yo mismo llevamos con orgullo el nombre de nuestro Abuelo, y estimamos que sus cualidades humanas que inspiran a vuestra Compañía han transcendido el tiempo en tanto se adhieren a los principios universales de fraternidad, devoción, entrega y amor por el prójimo.
En este espíritu, los acompañamos a ustedes de corazón en esta conmemoración tan importante.
Reciban pues, el cordial saludo junto con todo el afecto y consideración de Hertha Fenner y sus hijos Alejandro y Julio López Fenner
Temuco, Abril de 2021
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