lunes, 28 de mayo de 2007

Carlos Serrano, Marino en la Guerra del Pacífico y Cuartelero en tiempos de Paz



En la noble tarea del bombero voluntario que lucha día a día contra el fuego, existe al igual que en el Quijote de Cervantes un abnegado hombre que lo acompaña en esa lucha por dominar y vencer lo imposible; este es el Cuartelero, hombre fundamental en la actividad bomberil, con una mística y una responsabilidad a toda prueba; si bien es cierto que su función es rentada, no cabe duda que a la hora de la emergencia es un luchador más al igual que los bomberos voluntarios, sin pensar en su sueldo sino en el deber que demanda ser bombero. Sus labores son muchas y variadas, todas importantes; desde preparar el material, conducir los carros, operar las turbinas y las escalas mecánicas, siempre al pie de sus máquinas, atento a su funcionamiento y mantención, solícito en cuidados, con amoroso afecto igual al que ponían los caballeros feudales para cuidar sus cabalgaduras y siempre alerta a combatir al voraz enemigo....
La actividad bomberil en Chile contó desde sus albores en el siglo XIX con hombres dispuestos al sacrificio, la responsabilidad y al honor que implica ser Cuartelero de Bomberos.
Con la llegada del siglo XX, el material rodante de los Cuerpos de Bomberos enfrentó un cambio radical; la bomba a palancas con que se inicia la actividad bomberil en Chile, es cambiada por la bomba a vapor arrastrada por caballos, para luego pasar a vehículos con tracción a motor de combustión, lentamente van quedando atrás las máquinas a carbón, para dar paso a poderosos bombas con motores a bencina o petróleo.
En Valparaíso, el Directorio fija el 30 de abril de 1919, como fecha para que todos los cuarteleros cuenten con su “Carnet de la Alcaldía” (Licencia de Conducir), documento obligatorio, incorporado por la Municipalidad para conducir vehículos motorizados. Además les otorga a estos servidores de la institución un sobresueldo especial de $ 50.- pesos por contar con la nueva licencia. Junto con ello les recomienda no subir el material automóvil a los cerros y ni conducir por las calles a mayor velocidad que 20 Kilómetros por hora.
Como resultado de este cambio, emerge un destacado grupo de hombres que marcarían una etapa importante en el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, institución que recibe la primera bomba automóvil en 1905.
De ellos, uno de los más queridos y destacados, fue el Cuartelero de la 2ª Cía. “Bomba Germania”, don CARLOS SERRANO RIQUELME. Se incorporó como tal el 1º de Noviembre de 1891, cuando aun esta compañía contaba con una magnífica bomba a vapor ("Germania"); destacándose desde el primer día por su responsabilidad y entusiasmo con que cumplió las tareas bomberiles encomendadas. Su valioso aporte a la Institución, como también su dilatada trayectoria fue ampliamente reconocida por la 2ª Cía. “Bomba Germania”, quien en 1916 le entregó una medalla de oro por 25 Años de Servicios.
La Ilustre Municipalidad de Valparaíso le premió en 1921, otorgándole la Medalla por 30 Años de Servicios a la ciudad. En 1931 la 1ª Cía. “Bomba Americana” hace propia la alegría “Segundina” y le otorga una Medalla de oro por 40 Años de Servicios. El Directorio como merecido premio y en atención a su avanzada edad, lo nombró “Cuartelero General” en sesión celebrada el 5 de abril de 1933, designándolo Voluntario Activo; conjuntamente le otorga el título de “Miembro Honorario del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso”, reconocimiento muy bien ganado a lo largo de sus 42 años de servicio. Este caso es inédito en los 156 años de la Institución.
Don Carlos Serrano Riquelme, pertenecía a la “Sociedad de Veteranos del 79’, pues tuvo una activa participación en la Guerra del Pacífico, sirviendo a Chile durante el conflicto bélico a bordo de la Corbeta “O’Higgins”, siendo distinguido por su heroísmo en combate. Fue también fundador de la “Sociedad Manuel Blanco Encalada”, sirviendo cargos de responsabilidad en su Directorio.
Su fallecimiento el 10 de febrero de 1934 fue muy lamentado en la ciudad, especialmente en el Cuerpo de Bomberos, en la Armada de Chile y en las Sociedades Mutualistas a las que pertenecía. Las honras fúnebres de este marino, veterano de guerra y cuartelero de bomberos, dieron lugar a demostraciones del sentimiento y afecto popular que Valparaíso, como homenaje póstumo le brindó, siendo acompañado por la Banda de la Armada, Cuerpo de Bomberos, Instituciones Mutualistas y los habitantes del primer puerto de la República.
Su retrato permanece hoy en el Cuartel de la Bomba Germania como recuerdo y testimonio de la entrega efectiva a la noble causa bomberil de tan abnegado “Segundino”.
Es interesante destacar también otros Cuarteleros que marcaron una época durante su permanencia en la Institución, ellos fueron:
don Efraín Astorga (1ª Cía.), don Juan Francisco Matus (3ª Cía.), don Jorge Torres Oliva (2ª Cía.), don Patricio Urra y Manuel Paiva Salas, (4ª Cía.), este último muerto en acto de servicio el 1º de enero de 1920, don José Bustamante (7ª Cía.) y don Fermín Gatica (9ª Cía.)

Valparaíso 1851 (hrm/cca)

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