El Cuerpo de Bomberos de Chañaral de las Ánimas, valores y principios que mantienen desde su Fundación el 8 de diciembre de 1878.
El miércoles 25 de marzo de 2015, es una fecha
imposible de olvidar para todos los chilenos; el icono de la tragedia que azotó
a todos los habitantes de la zona Norte, Regiones de Atacama, Antofagasta y
Coquimbo, que se vieron afectadas por fuertes lluvias, crecidas de ríos,
aludes, inundaciones cortes de caminos, sus casas destruidas y personas
fallecidas. Fue peor que un tsunami, el río Salado arrasó con la localidad
minera de El Salado, partió en dos la ciudad de Chañaral, siendo esta
una de las más afectadas, ubicada al norte de Caldera, en la Región de Atacama....
Los habitantes para ponerse a salvo, treparon a los techos de sus casas a la espera de ser rescatados por vía aérea. La autoridad declaró “estado de excepción constitucional” en la Región de Atacama y la comuna de Antofagasta, quedando el resguardo del orden público en manos de las Fuerzas Armadas. Esperemos que como siempre ha sucedido en Chile; con la luz de un nuevo día y con el propio esfuerzo de quienes han sufrido la pérdida de sus seres queridos y de todos sus bienes, pero con la ayuda solidaria de todo los habitantes de nuestra patria, se de inicio al proceso de reconstrucción. Hoy que los bomberos se ven enfrentados a una nueva tragedia que afecta a sus comunidades, entre ellas Chañaral una de las ciudades más afectadas por la naturaleza; les enviamos también un saludo solidario de sus camaradas de ideal bomberil del resto de Chile, recordando una reflexión escrita por ellos en su libro “La Historia del Cuerpo de Bomberos de Chañaral” editado en 2007, y que en sus páginas interpreta fielmente la impronta de los bomberos de Chile y que identifica a todos quienes han vestido la burda casaca de cuero, y el casco del bombero voluntario desde el 8 de diciembre de 1878. Los primeros Cuerpos de Bomberos de la República, nacieron como respuesta de la ciudadanía a alguna emergencia catastrófica como grandes incendios o a fenómenos de la naturaleza que han azotado desde siempre a ciudades y pueblos a lo largo de nuestra patria. Como ejemplo podemos señalar el gran incendio del 15 de diciembre de 1850 que afectó gran parte de la ciudad de Valparaíso y que generó la creación de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”, primer puerto de la República. De igual forma como consecuencia del incendio de la Iglesia de San Manuel de la Compañía de Jesús en Santiago, el 8 de diciembre de 1863 motivó a los jóvenes de la Capital de la República a fundar el Cuerpo de Bomberos de Santiago el 20 de diciembre de 1863. Chañaral no fue la excepción y es así que tras un incendio que a mediados de año afectó gran parte del sector Puerto, en la calle de la Chimba (hoy Merino Jarpa), entre Los Baños y Conchuelas, como también el maremoto que poco tiempo antes destruyó parcialmente el sector central de la ciudad, motivaron a sus habitantes a fundar el 8 de diciembre de 1878 una organización de voluntarios similar a los ya creadas en otras ciudades de Chile. Es tan interesante la génesis del Cuerpo de Bomberos de Chañaral de las Ánimas, que próximamente entregaremos antecedentes históricos referentes a su fundación. Hoy nos concentramos en destacar la actuación tan heroica como abnegada y silenciosa de los bomberos de Chañaral y su reflexión sobre la elección de los caminos que ofrece la vida a de hombres y mujeres señalando:…… “A cada hombre y mujer, la vida nos regala la opción de elegir nuestros propios caminos y quizás, si entre todos ellos, esos que nos permiten hacer algo más que por nosotros, sino por otros y para otros, sean los que a la hora del balance final, mejor rentan en términos de las razones esenciales de Ser. Abrazar la causa de Ser Bombero, es uno de esos caminos, en el cual orgullosamente somos Gente que Corre para Ayudar a la Gente. Somos hombres y mujeres humildemente agradecidos de haber recibido el regalo de una vocación como esta, pero también como esta, pero también somos hijos del ejemplo de los que hicieron el camino antes que nosotros. Quines formamos las legiones de Bomberos de Chile, somos tipos singulares… quizás benditamente singulares. Basta que en cualquier hora del día o de la noche suene una sirena, para que seamos capaces de dejar todo lo que para muchos y también para nosotros vale tanto como familia, sueño, descanso, trabajo, hogar o amigos y correr con todas nuestras fuerzas porque algo le está pasando a otros, generalmente a gente que no hemos visto nunca y de quienes probablemente ni siquiera sabremos sus nombras, pero que están apresados entre fierros en un accidente, que sufren los efectos de un techo que no soporta la lluvia, que están amenazados por las llamas, que cayeron por un acantilado, o que están sepultados por un derrumbe en el fondo de un pique minero… o ¿porqué no?, hasta cuando está en peligro un perro por el cual llora un niño, para reaccionar con todas nuestras fuerzas, espíritus y medios, buscando simplemente Ayudar. No es raro que tras horas de esfuerzos volvamos a nuestros cuarteles, agotados, sucios, mojados, muchas veces impactados por lo que nos ha tocado enfrentar, e incluso no pocas veces incomprendidos por quienes nos juzgan desde la cómoda y segura butaca de espectador o comentarista de los hechos. Pero volvemos felices y conformes con nosotros mismos y con nuestros actos, porque fuimos capaces de ser útiles frente a la desgracia de otros y no pocas veces, hasta pelear y arrebatarle una vida a la muerte. Es que la esencia del Bombero es así. Para nosotros no hay feriados, horas ni turnos que nos permitan desentendernos de la misión. No hay días libres ni pago o remuneración material por lo que hacemos… excepto la recompensa invaluable de Saber que lo hicimos. Simplemente así somos los Bomberos Voluntarios… ¡Y que bendita suerte que la vida nos haya regalado la oportunidad de poder ser de esta manera!
Valparaíso 1851 (hrm/cca)
Fuente de referencia "La Historia del Cuerpo de Bomberos de Chañaral". Agradecimientos especiales a don Fernando Pérez Tapia, Supertintendente del Cuerpo de Bomberos de Chañaral, quien tuvo la gentileza de enviarnos el libro de la historia Institucional editado en 2007 y financiado por el Fondo para el Fortalecimiento de las Expresiones Artísticas y Culturales del Gobierno Regional de Atacama y el aporte de la empresa regional Vecchiola S.A.
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