domingo, 16 de agosto de 2015

Incendio en Valparaíso en la Fábrica de Coches y Carretones de don Enrique Steinmeyer, el 16 de febrero de 1876.

En la madrugada del sábado 16 de febrero de 1876, a las 015 horas, las campanas de alarma de la ciudad anunciaban un incendio declarado en la Fábrica de Coches y Carretones (Carrocería y Herrería) del distinguido empresario alemán don Enrique Steinmeyer, ubicado en calle de la Victoria Nº 374 a la altura del Teatro Rivoli entre las calles de San Ignacio y Simón Bolívar, a dos cuadras de la calle de la Merced (hoy Avda. Uruguay)...Los bomberos de la Asociación contra Incendios, hoy Cuerpo de Bomberos de Valparaíso respondieron de inmediato y salieron al lugar amagado rápidamente enfrentando las Compañías de Agua el fuego por todos los frentes, armando sus tiras de mangueras en los pozos que se ubicaban en la calle de la Victoria esquina de San Ignacio. Maipú (hoy Avda. Pedro Montt) entre Olivar y Merced e Independencia esquina Olivar. Las restantes se instalaron y armaron en el Estero de la Merced, que abovedado es hoy la Avda. Uruguay. El fuego encontró fácil presa en las construcciones en su mayor parte de tabaquería, como también la gran cantidad de forraje en los depósitos de las caballerizas. Desde los primeros momentos los bomberos se dieron a la tarea de atacar el fuego por sus frentes principales donde estaban concentrados los focos más peligrosos. Paralelamente las Compañías de Ganchos, Hachas y Escaleras colaboraban en el despeje de escombros, colizas de pasto, alfalfa y carruajes ya quemados por la voracidad de las llamas. El siniestro terminó pasada las 06.00 de la madrugada, luego de más de seis horas de lucha y duro batallar contra el fuego. Con esta incendio se iniciaba el principio del fin de la fábrica de coches y carretones más antigua de Valparaíso, pues durante ochenta años transitaron por las calles de Valparaíso y alrededores, terminando definitivamente el año 1906, luego del terremoto del jueves 16 de agosto, cuando los automóviles terminaron con la época romántica de los antiguos transportes. Al parecer y según lo informado por la prensa de la época; el principal responsable de la indecisión observada en los primeros instantes para ubicar el sitio y lugar exacto del incendio, fue el Cuartelero o Campanero, pues el diario “El Mercurio” informaba en su sección crónica del día domingo 17 de febrero; “…El Campanero comenzó a dar la alarma anoche, señalando el primer distrito como el amagado por el fuego, poco después señaló el segundo y después el tercero. – Así no yerra nadie, pero maldito lo que le conviene al vecindario, porque nadie sabe a que atenerse, y en lo sucesivo no se dará crédito alguno a la campana, y mejor sería suprimir la serie de distritos si han de estar siempre engañándonos”. Y parece que la misma Policía no anduvo oportuna en sus llamados de auxilio, cuando el cronista las emprende contra ella, al decir: ” En cuanto a la policía, hubo calle donde el paco no dijo NI ESTE PITO ES MIO, y escuchándolo ustedes cuando les da por florear en medio de la noche”. A modo de información complementaria se puede señalar que la Fábrica de Coches y Carretones de don Enrique Steinmeyer, era la más antigua y acreditada de Valparaíso fundada en 1870 y con un personal de 34 trabajadores. Por muchos años de ella salieron carros pesados, que parecían “Cajón de muerto”, montado sobre cuatro ruedas. Estos vehículos, que se pasearon durante ochenta años por las callesde Valparaíso, y que conocieron nuestros diversos pavimentos, desde la simple tierra movediza pasando por los adoquines montados sobre las misma tierra, y desde estos hasta los que se armaban sobre concreto y posteriormente a nuestro asfalto natural, eran cerrados, adecuados para una ciudad comercial como Valparaíso, contraída solo a sus necesidades mercantiles. Las victorias y coches abiertos estaban reservados a Viña del Mar, que era el balneario y ciudad de paseo de aquellos años. Estos coches tenían sus “Paraderos” en las estaciones y sitios de mayor afluencia de pública, y existieron hasta que el moderno automóvil poco a poco los fue desterrando. Con sus llantas de fierro, que al final cambiaron por las de goma, producían un ruido infernal al deslizarse por las calles, especialmente por las que eran pavimentadas con adoquines o simples piedrecillas del río. Cuando el terremoto del 16 de agosto de 1906 los caballos de muchos de estos vehículos se asustaron, y desbocándose corrieron como locos en todas direcciones, hasta que, extenuados fueron a estrellarse a los escombros que cubrían las calles, y después de haber producido numerosos atropellamientos. 

Valparaíso 1851 (hrm/cca)

Añoranzas Bomberiles de Guillermo E. Meyer, Teatros de la Quinta Región de Valparaíso, fotografía de Recibo Enrique Steinmeyer y Cía. del Archivo Valparaíso 1851

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