sábado, 16 de enero de 2016

Un Gran Incendio Destruyò en la Madrugada del 24 de abril 1948 el Ascensor Esmeralda de Valparaiso

Entre los símbolos más conocidos de la ciudad porteña de Valparaíso (Chile), han estado siempre sus numerosos y típicos ascensores, que inclinados suben y bajan los cerros con las personas que habitan las zonas residenciales altas de la ciudad y lo hacen a bordo de este tradicional medio de transporte del primer puerto de la república de Chile. En aquella época existían más de una treintena de estos en Valparaíso. Un anónimo ciudadano alemán que vivió en el cerro Alegre comentaba desde Alemania.... .


“…A nuestro cerro subía el “Ascensor Esmeralda”, inaugurado en 1905, emplazado en el terreno comprendido desde calle Esmeralda hasta el vértice oriente del Paseo Atkinson. En la estación superior estaba en el paseo y mirador que recuerda a su constructor, John Atkinson Mac Farlan, el que residía en calle Papudo, del antiguo Cº Reina Victoria como le conocían; hoy Cº Concepción. …”. La historia de este ascensor se inicia a finales de 1904, cuando don Federico Page Falkeld presenta una solicitud a la I. Municipalidad de Valparaíso para la construcción del Ascensor bautizado como “Esmeralda”, que unía la plaza Aníbal Pinto Garmendia (antigua Plaza del Orden), y calle Esmeralda Nº 120 (actual numeración Nº 1146 donde funcionó Librería Orellana) con el paseo Atkinson, del Cº Concepción. Esta solicitud fue aprobada el 20 de febrero de 1905. Desde él, es posible contemplar todo el borde costero, los cerros y el plan de la ciudad. Una de sus características es encontrarse permanentemente con turistas y visitantes que llegan al lugar para apreciar la hermosa vista de Valparaíso junto a su movimiento Portuario. En el siglo XVIII hubo una cancha de chueca, y posteriormente ya construido, quedó inmortalizado en el óleo de Helsby, el de la niña con aro. En el paseo también se encuentran hermosas casas, que le da un atractivo propio de fines del siglo pasado. Se accede por el costado del edificio de “El Mercurio”, por la escalera Concepción. Antiguamente llegaba hasta el paseo, el desaparecido Ascensor Esmeralda; actualmente se puede tomar también un colectivo en la Plaza Aníbal Pinto Garméndia frente a la Pérgola de las Flores, y el famoso Café del Poeta, donde funcionó por más de medio siglo; el taller de don Alfredo Schindler Boudon ex combatiente de la I Guerra Mundial, junto a él trabajó su hijo del mismo nombre, incorporándose en la década del setenta su nieto y actual dueño don Erik Schindler, bombero de la Deutsche Feuerwehrkompagnie Nº 2 “Bomba Germania” zu Valparaíso. También se podía subir caminando por la antigua calle Tubildad, hoy Calle Almirante Montt. Contaban los moradores del sector que “…En a media noche del sábado 24 de abril de 1948 voces de alarma nos despertaron a todos nosotros avisando que la estación superior del Ascensor “Esmeralda”, ubicada en el Paseo Atkinson, estaba siendo destruida por un incendio que termino con el funcionamiento del ascensor y nos avisaron que por ello debíamos abandonar nuestra casa. Primero pusimos a los dos pequeños hermanos Mareili y Andreas a salvo con la familia Hofbauer, que vivían al otro extremo del Paseo Atkinson, entonces la 2ª Compañía de Bomberos Alemana (Deutsche Feuerwehrkompagnie Nº 2), logró detener el incendio, y evitar que otras casas siguieran quemándose, solo el Ascensor, el Quiosco de Dulces y algunas casas se quemaron completamente. Mudo testigo de lo ocurrido fueron unas maderas carbonizadas y los rieles de fierro quedaron de nuestro Ascensor. El carro bomba que combatió el incendio fue un Ford año 1942 bautizado como “Julio Fenner Heitmann en recuerdo de su Mártir Tte. 3º Julio Enrique Fenner Heitmann. Después se informó que la causa del incendio fue una falla eléctrica (cortocircuito). Nuestro ascensor estaba ardiendo e iluminando todo el sector del lugar del incendio, a 50 metros a la redonda…”.
El ascensor subía diagonal a una altura de 45 metros, escarpando este ascenso en 35 metros de ladera de cerro, distancia medida entre estaciones de plan y cerro en un ángulo de 50º. Luego del incendio y a pesar que los vecinos del sector pedían su reconstrucción, esta nunca se llevó a cabo. El funicular, proyectado por el ingeniero Federico Page, se convirtió en el segundo funicular del Cerro Concepción y, en uno de los cuatros funiculares ligados al complejo que integran los cerros Alegre y Concepción. La prensa de la época informó de inmediato del violento Incendio que destruyó el Ascensor Esmeralda la madrugada del día 24 de abril de 1948 a las 00,53 horas A.M. señalando: La Alarma se dio con atraso y faltó agua al comienzo. La enorme Hoguera iluminó la ciudad y el Edificio ocupado por el Ascensor fue totalmente destruido por el fuego. El día y hora señalado se produjo el gran siniestro que en pocos momentos tomó un incremento que hizo peligrar las casas vecinas de Plaza Aníbal Pinto Garmendia, calle Esmeralda y Paseo Atkinson, en el Cº Alegre. En sus comienzos desde los balcones del lado poniente del Paseo Atkinson los vecinos podían observar que una llama que parecía arder en el lado izquierdo de la línea del ascensor, a mitad del cerro, tomó uno de los cables y produjo una chispa eléctrica de luz amarilla que en forma vertiginosa subió hasta la casa de máquinas que no tardó en arder. A la una y media de la madrugada, es decir en escasos treinta y cinco minutos, ya había ardido todo el sector, mientras las primeras bombas que llegaron, atacaron desde el plan, evitando que las chispas y escombros ardientes que caían sobre los techos propagaran el fuego a diferentes casas. Como informaba la prensa, en contados minutos todo el edificio quedó convertido en una enorme hoguera que iluminó gran parte de la ciudad, provocando alarma, sobre todo entre los vecinos de calle Esmeralda. Muy tarde la Alarma.- Pero la alarma fue dada con mucho atraso. Algunos choferes de taxis que se encuentran en el paradero de la Plaza Aníbal Pinto Garmendia avisaron a los bomberos. Uno de los choferes que fue de los primeros en notar el fuego nos declaró que había podido observar perfectamente que el fuego tuvo su origen en un cortacircuito, pues vio salir la característica llamarada que cundía poco a poco en el cerro. Los dos carros del ascensor se encontraban ubicados en medio del recorrido. El fuego consumió los cables y los dos vehículos se precipitaron hacia abajo causando grandes destrozos en las instalaciones del ascensor. Los dos carros quedaron destruidos totalmente. En el Paseo Atkinson. Los edificios colindantes que se encuentran en el Paseo comenzaron a arder, a pesar de los esfuerzos que hacían los bomberos para salvarlos. Sin embargo, más tarde, los bomberos consiguieron obtener buen éxito en su empeño y así salvaron muchas de las propiedades que corrían un serio peligro de ser consumidas por las llamas. Pero la alarma fue dada con mucho atraso. Algunos taxistas que se encuentran en el paradero de la Plaza Aníbal Pinto Garmendia avisaron a los bomberos. Uno de ellos que fue de los primeros en notar el fuego declaró a la prensa que había podido observar perfectamente que el fuego tuvo su origen en un cortocircuito, pues vio salir la característica llamarada que iba cundiendo poco a poco de un cable del ascensor. Inmediatamente nos agregó, fuimos a dar aviso a la Compañía de Bomberos que estaba más próxima, la que acudió en el acto y solo después de varios minutos se dio la alarma por medio de las bocinas del Cuerpo. Caen los dos Carros del Ascensor Esmeralda, el fuego había tomado un enorme incremento y no solo se extendió por la parte superior del ascensor que da al Cerro Alegre sino también en la parte baja que queda en calle Esmeralda. Los bomberos llegaron con su acostumbrada rapidez, cuando fueron llamados y comenzaron su labor, pero sus propósitos fueron frustrados en los primeros momentos debido a la falta de agua. Más tarde contaron con ella y de este modo trabajaron hasta dominar el fuego. Los dos carros del ascensor se encontraban ubicados en medio del recorrido. El fuego consumió los cables y los dos vehículos se precipitaron hacia abajo causando grandes destrozos en las instalaciones del ascensor. Los dos carros quedaron destruidos totalmente. Tres Empleados del Ascensor:- La rapidez con que se propagó el fuego hizo que los empleados del Ascensor “Esmeralda” huyeran lo más rápidamente posible José Coloma Cáceres y Guillermo Álvarez lograron salir hacia la calle, pero no así Violeta Arduain Muñoz, que fue sacada más tarde por los bomberos. Recibió quemaduras y fue llevada a la asistencia Pública donde quedó hospitalizada en estado de gravedad. Bomberos accidentados.- El voluntario de la 8ª Cía. “Zapadores Franco-Chilenos” don Armando Varas Alfaro sufrió un principio de asfixia y fue llevado rápidamente a la Asistencia Pública, donde se le atendió en forma solícita. También sufrió algunas lesiones el bombero de la 5ª Compañía “Pompe France” don Juan Zorrilla. Estaba trabajando junto con sus demás compañeros cuando cayó sobre él un palo ardiente, y le ocasionó algunas lesiones. Dos Detenidos.- Los empleados del ascensor Srs. Coloma y Álvarez fueron detenidos por Carabineros. Ninguno de los dos sabía como había estallado el incendio. El fuego los despertó y trataron de huir lo más rápido posible. Luis Santander Mena.- era el Maquinista. Se encontraba durmiendo cuando estalló el fuego y en los primeros instantes trató de huir lanzándose hacia la calle Esmeralda Pero no pudo hacerlo. Volvió entonces hacia la parte superior y lo alcanzaron las llamas. Fue rescatado por los bomberos y trasladado de urgencia a la Asistencia Pública donde quedó hospitalizado con graves lesiones en su cuerpo. Habla don Eduardo B. Budge Barnard.- El Director Honorario del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso y bombero de la 1ª Cía. “Bomba Americana” don Eduardo Budge, que llegó de los primeros a la Plaza Aníbal Pinto Garmendia manifestó su extrañeza por el retraso con que fue dada la alarma de incendio. La mayoría de los bomberos que llegaron al comienzo del siniestro, acudieron por el sonido producido por los carros del Cuerpo de Bomberos. La primera llamada desde el Cerro fue la que hizo la 4ª Cía. de Bomberos “Almte. Manuel Blanco Encalada”, que entregó agua a la 3ª Cía. “Cousiño y A. Edwards”, Armó desde el sitio llamado “Los Catorce Asientos ubicados en la salida de vehículos en la parte posterior lateral del Colegio Alemán de Valparaíso. También se extendieron tiras directamente desde el Estanque de agua salada del Cerro Cárcel. Del plan envió agua a la 11ª Cía. “George Garland” colocando pistones en los tejados del Bar Neptuno y otros establecimientos. Se dedicaron a remojar el pasto y los escombros ardiendo que se desprendían de la caseta superior. La casa a mano derecha de la caseta baja del ascensor quedo bloqueada al caer los carros. En efecto al desarmarse los carros, estos bloquearon las salidas. Don Germán Saavedra E. que vivía en el Paseo Atkinson 133 pudo huir con sus cuatro familiares. Tenía el señor Saavedra un negocio de Frutería y Dulcería a la salida misma del ascensor. Salió al techo de su casa que ya se encontraba en llamas y alcanzó a salvarse junto con su familia. El señor Saavedra tenía la suma de $ 10.000.- pesos en dinero efectivo guardada en su casa. No alcanzó a llegar hasta la pieza donde estaba el dinero y estos fueron consumidos por el fuego. El señor Saavedra tenía asegurada su casa en la Compañía de Seguros Franco Chilena, pero estimó que los perjuicio ocasionados de ninguna manera los cubriría dicho seguro. El perro Bobby.- Es un perro color café que recorría ayer los escombros lanzando lastimeros ladridos. El animal no se apartó un momento del sitio donde hasta hace pocas horas funcionaba el ascensor en busca de su amo. Al conversar los periodistas con los vecinos acerca de la actitud del perro, tuvieron conocimiento que perteneció a Abraham González Avendaño. Este murió hace algunos meses, después de prestar servicios en el ascensor durante muchos años. Quien sabe si el recuerdo del amo que se había ido para siempre determinó que el perro no abandonara el local donde había vivido desde pequeño y ayer ante la desaparición de lo último que le quedaba, el perro gemía en forma lastimera. Más Damnificados.- En Paseo Atkinson 153 vivía la señora Dora Pizarro viuda de Pizarro, que perdió todo cuanto tenía. En la Compañía de Seguros La Transandina había tomado un seguro por $ 30.000.- pesos, pero las pérdidas superaban los ochenta mil. También fue destruida la casa de Atkinson 151, donde vivía doña Berta Cruz Roja. Tenía un seguro en la Cía. de Seguros La Polar, por la suma de $ 10.000.- pesos. En la misma casa vivían la Sra. María Teresa Bórquez de Fritz y los señores Jorge Roger y Arturo Davis. En Atkinson 161 bajos, vivían don Humberto Arancibia Castillo quien perdió todo. Tenía un seguro por $ 50.000.- pesos en la Cía. de Seguros Chilena Consolidada. Las Pérdidas las calculan en el doble. En los altos de este edificio vivía don Juan Videla Astorga que también perdió todo. Aguas de Pozos Particulares.- En los primeros momentos, la prensa señaló que los bomberos no tenían agua para atacar el fuego desde el Cerro Alegre. Con el objeto de solucionar transitoriamente la situación, el bombero de la 3ª Cía. “Cousiño y A. Edwards” don Julio Correa, conectó las mangueras con el pozo que tiene en su residencia del Cerro Alegre, el 2º Comandante del Cuerpo don Guillermo Purcell Winter (3ª Cía.). De esta manera se pudo salvar la situación y evitar que el fuego alcanzara mayores proporciones. Pesada tarea desplegó el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso para sofocar el violento incendio que se declaró y destruyó por completo el Ascensor Esmeralda que unía la calle Esmeralda con el Paseo Atkinson y varias propiedades de este mismo paseo y varias propiedades en el Cerro Alegre en de la madrugada del día 24 de abril de 1948, desde las 00:53 horas, hasta después de las 04,30, hora en que el fuego era completamente dominado luego de poner fin a este funicular originado por un cortocircuito en el cable principal de energía. Cuando los bomberos se encontraban entregados a un merecido y reponedor descanso, nuevamente, a las 07,40 horas, las bocinas del Cuerpo llamaban a estos abnegados bomberos; esta vez para combatir el fuego que había hecho presa un edificio de la calle Blanco. Vemos como con nuevos bríos y entusiasmo inigualable; se entregan a la lucha por salvar la propiedad ajena. La ciudad una vez más tiene una deuda de gratitud para con estos bomberos que exponen su vida y solo tienen por lema: “Valor y Abnegación” (hoy “Abnegación y Constancia”). No se puede dejar pasar inadvertida la actuación que la cupo a Carabineros de Chile, especialmente en el primer siniestro, donde se constituyeron desde el primer momento. El mayor de Carabineros señor Augusto Vicencio al mando de Oficiales y tropa de la 4ª Comisaría no solo se encargaron de mantener el orden y practicar las primeras investigaciones, sino prestaron toda clase de ayuda a los damnificados, en algunos casos consiguiendo alojamiento para los que habían quedado a la intemperie. Este es otro hito histórico de los bomberos de Valparaíso que se aleja en la bruma del tiempo y se pierde en el humo de los incendiosValparaíso 1851 (hrm/cca.)

Agradecimientos a la Hemeroteca de la Biblioteca Santiago Severín de Valparaíso, a Erik Schindler, Bombero Voluntario de la Deutsche Feuerwehrkompagnie zu Valparaíso y a la Dra. Elizabeth Tuschen, Hospital de Bonn República Federal de Alemania

No hay comentarios. :