martes, 27 de enero de 2015

Martin Arturo Schöfer Gratzke, Héroe de la Luftwaffe y Caballero del Fuego


Como parte de la Werhmacht, la Luftwaffe era la Fuerza Aérea de Alemania en la época de la II Guerra Mundial. Su propósito era apoyar la guerra relámpago a través de Europa. Los aviones que iban a servir en la Luftwaffe alemana eran de una nueva era y técnicamente superiores a la mayoría de las aeronaves de otras naciones en los años 1930. Modelos como el Junkers 87, Stuka y el Messerschmitt Bf 109 pasaron a simbolizar el poder aéreo alemán al momento que estalló la Segunda Guerra Mundial el 1º de septiembre de 1939....
Al llamado de la patria, tres bomberos de la 15ª Cía. “Máximo Humbser” de Santiago, se alistaron para tomaron parte en el conflicto mundial entre 1939 y 1945. Ellos fueron los bomberos Georg Kaminsky, radicado posteriormente en Alemania, Dieter Fiechter, que tomó parte en el frente ruso en su calidad de Oficial de Ingenieros Blindados, siendo herido en Crimea. Al término de la guerra fue el primer Agregado Militar Alemán en América Latina. A ellos se agrega el bombero Martin Schöfer, nacido en 1916, cuando la Gran Guerra estaba en pleno curso y talvez ello explica que siendo sastre de profesión, pintor y retratista por afición , finalmente terminara como piloto de guerra de la Luftwaffe, tomando parte en 88 misiones de bombardeo sobre Inglaterra, a cuyos soldados consideraba “muy buenos oponentes, y cientos de misiones de transporte y reconocimiento que finalmente le valieron ganar todas las condecoraciones militares en su país natal Alemania. Fue derribado en un ataque nocturno sobre el Mar Muerto y resultando gravemente herido en combate. Todo lo relatado le permitió el día de su incorporación a la “Quince” el 9 de octubre de 1963, fuera nombrado de inmediato, en forma unánime Bombero Honorario “Por Méritos”. En 2003 recibió su premio por 40 Años de Servicios, dos años antes de partir al Cuartel Eterno. Casado con Elizabeth Otte, su querida “Lizzie” y padre de tres hijos. Martin era un caudal de información y experiencia, un hombre de acción que sorprendía con sus relatos de una guerra que le tocó vivir en primera persona. Tuvimos el agrado de conocer en una Convención de Cías. Chileno-Alemanas de Bomberos, donde pudimos conocer de sus talentos e informarnos del armamento de sus aviones y de los buques de guerra contra los que combatió, dando una clase magistral en uno de ellos ahora con bandera nacional anclado en Talcahuano. Esos enfrentamientos le costaron parte de su mandíbula o aquella vez que su avión fue derribado sobre el Mediterráneo por cazas británicos, episodio que no recordaba más que una explosión y el hecho de haber despertado flotando a la deriva en su balsa salvavidas, desde la cual fue rescatado por una Patrullera Italiana, que lo trasladó al hospital donde recibió los primeros auxilios y le fue otorgada la Cruz de Hierro de segunda clase. En otra oportunidad, durante los bombardeos de los aliados sobre Berlín, Schöfer saco “A la mala” un avión, con el que partió a buscar a su mujer. Aterrizó en una plaza cercana a su casa, subió a Lizzie a su Junker a la sacó de la ciudad en llamas. Al volver a su base, esperando una Corte Marcia de parte de su oficial superior, que en tiempos de guerra significaba fusilamiento inmediato, Schöfer se asombró de la reacción del oficial quien le dijo “Bien hecho, yo hubiera hecho lo mismo”. En su guerrera de bombero ostentó las medallas de héroe de guerra; la Piocha de Vuelo de Bronce, de Plata y de Oro. La medalla Al Valor, la medalla de los Heridos de Guerra y la Cruz de Hierro de 2ª Clase y 1ª Clase por Valor en Combate. El 11 noviembre “Día del Armisticio”, cada año se recuerda el “Día de las Amapolas” de los Campos de Flandes y del recuerdo, se aprecia junto a las condecoraciones ex combatientes y sus estandartes, sus uniformes y estandartes bomberiles, recordamos con veneración a los bomberos de las diferentes Compañías de colectividades extranjeras en Chile que un día partieron quedando para siempre como guardianes eternos en el Campo del Honor para no regresar, dejando perenne recuerdo entre sus camaradas y las Compañías que juraron defender hasta dar la vida si fuese necesario. Rindamos un silencioso homenaje de respeto y afecto a aquellos que un día formaron en las filas de esta benemérita Institución y que en un momento no dudaron en marchar a defender a heroicamente la bandera de su patria en tan difícil situación. HONOR Y GLORIA a nuestros Héroes de la Paz. 


Valparaíso 1851 (hrm/cca) 



 Agradecemos los antecedentes del libro Vidas de Fuego del C.B.S. 2013 y a los editores de la Revista 1863 del C.B.V.

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domingo, 18 de enero de 2015

Erste Feuerwehrkompagnie Nº 1 "Germania" zu Valdivia - Gegründet, März 1º - 1852


El 18 de noviembre de 1845, el Presidente don Manuel Bulnes Prieto, dicta la Ley de Colonización Selectiva, lo que permitió de esta forma la llegada de colonos alemanes a la zona Sur de Chile, es decir desde Arauco al seno de Reloncavi. En agosto de 1846 llega a Valdivia el velero “Catalina” con los primeros 34 colonos que se instalaron a orillas del río Bueno en los Llanos de Osorno.....
Los inmigrantes que arribaron entonces a Valdivia era: Georg Aubel (herrero), Johann Bachmann (carpintero), Lorenz Hollstein (mueblista), Bernard Henckel (zapatero), Johannes Ide (constructor de molinos), Joseph Jaeger (jardinero), Heinrich Kramer (pastor ovejero), Heinrich Kramm (hortelano) y Nikolaus Ruch (herrero). Más tarde, el 13 de noviembre de 1850, luego de 136 días de navegación llega a Corral de ultramar el velero Hermann, con los 85 Colonos Alemanes (73 pasajeros y 12 tripulantes) que darían un fuerte desarrollo cultural y económico a la zona sur del país, cambiando radicalmente tanto la naturaleza como la arquitectura de las ciudades. Recibidos por el entonces encargado de la colonización alemana Vicente Pérez Rosales, quien procedió a instalar a los nuevos colonos en Valdivia, específicamente, en los terrenos ubicados en la Isla Valenzuela (hoy Isla Teja) que eran de propiedad del Coronel Benjamín Viel, los que fueron donados a las autoridades valdivianas con la finalidad de instalar a los inmigrantes. Entre ellos, se encontraba Carl Anwandter, su esposa y 8 hijos, Teodoro Koerner, indicados más adelante como miembros de los primeros Bomberos en Valdivia y quien fuese fundador del Cuerpo de Bomberos de Valdivia, el 12 de febrero de 1853.Los bomberos de Valdivia distan a solo 34 años de que Chile lograra su independencia de España. Primeramente se crea una Brigada de Extinción de Incendios, para luego de ello surgir el nacimiento del Cuerpo de Bomberos de Valdivia. Agrupados por su líder natural Carl Anwandter, también nacen las innumerables instituciones necesarias para que cualquier ciudad se proyecte, entre las que se destacan: Cementerio Alemán (1851), Club Alemán (1853), Instituto Alemán (1858), Club deportivo Phoenix (1880), Iglesia Evangélica Luterana (1887). En 1851 el colono Carl Anwandter fundaría una cervecería en la Isla Valenzuela (actual Isla Teja). En abril de 1852 solicitaba, además, autorización para instalar una Botica en Valdivia que sustituiría a la del Estado, pobremente abastecida. Se funda, entonces, el 1º de Marzo de 1852 el “Servicio de Bomberos” que contaba con un solo grupo de bomberos y pasó a llamarse 1º Compañía de Bomberos "Germania" y transformándose en una organizada brigada de extinción de incendios, y sólida base de nuestra Compañía. Los fundadores pioneros de esta primera Compañía en Valdivia fueron los Sres. Karl Hoffmann, Wilhelm Wachsmann, Karl Bischof y Otto Roepke. Los Primeros Bomberos de la nueva Unidad y por sección fueron: Primer Sector de Bombas (Guardada en la propiedad del colono Wilhelm) Juan Fehland (Primer Director), German Schulke, Enrique Ohde, Luis Horniquel, Ernesto Frick, Teodoro Corner y la Comisión ; Carl Anwandter, Julio Lühring, Mauricio Wentzel, Federico Schmidt Guardia de Seguridad Comandante, Profesor Enrique Sander, Enrique Werkmeister, Federico Carlos Bopp, Jorge Haverbeck y Federico Bauer. Estos nombres aparecen en el acta de fundación de la ”Loeschgeraetschaften”, (Material contra Incendios) cuya única hoja indica los primeros Voluntarios. Adicionalmente, se cuentan los nombres descritos en el dibujo hecho por Guillermo Frick a la llegada de la primera Bomba a Valdivia el año 1853: Juan Fehland (Comandante), Otto Teichelmann (ayudante), Guillermo Frick Luis Hornickel, Eugenio de Böck, Adolfo Plüschke (¿Medico?), Guillermo Döll, Luis Vurth, Carlos Gensert, Alberto Sandmayer y Emilio Dorimann Sección de Ingenieros Claus Heinsohn, (Comandante), Teodoro Munich, Cristobal Heinsohn, Jacobo Braunig. Personal para la Bomba, Karl Anwandter Senior (Comandante) Gedofredo Wilhelm (Jefe de Mangueras) y Carlos Iese, Augusto Mann, Federico Kühl, Ernst Heinrich, Luis Grube Jorge Burdoff, Enrique Werklmeister Junior, Sebastian Werkmeister, Carlos Bopp Junior, H. Bihaim, Santiago Schwartz, Emilio Märkert, Carlos Bischoff Senior, Carlos Segundo Bischoff Junior, Guillermo Müller, José Terkel, Carlos Fasold Erico Lüchs, Maximiliano Bergen, Federico Enchelmeyer, Barón von Lohsberg y Carlos Franz. En este dibujo, a la recepción de la Bomba, se indica una banda, una sección de hachas y Ganchos, y finalmente una sección de Baldes. Existe una fecha poco clara de la fundación, que en base a este dibujo nos da luces del posible inicio de Bomberos. La recepción de la Bomba aparece con fecha 1853, pero a esa fecha, quien estaba de máxima autoridad como Intendente era Vicente Pérez Rosales. En dicho dibujo se encuentra don Ruperto del Solar, quien ocupó el mismo cargo en dos períodos: 1854- septiembre de1856 y 1857-1859, por lo que en estricto rigor, la recepción de la bomba sería en 1854, cuando se encontraría en su primer período como Intendente. Dirigidos por Anwandter, estos colonos juntaron los recursos para comprar 4 bombas e iniciar la tarea de combatir el fuego. Solo podían ingresar a sus filas quienes fuesen alemanes o hijos de ellos. Valdivia quedó dividida para su organización táctica en cuatro áreas, cada una de las cuales contaba con una Bomba de palanca que era guardada en la casa de alguno de los vecinos o en hangares construidos por ellos mismos para tal efecto. Perforaron pozos de agua por todo Valdivia y normalizaron su trabajo en un rígido reglamento que les permitía trabajar con orden y eficiencia. Cada sector tenía un reglamento que se dividía en cuatro puntos principales. Algunos aspectos de este primer reglamento se resumen a continuación. Al sonar las campanas de incendio repetidamente señalaba uno de los Reglamentos; 1.-Los más fuertes y robustos y resistentes, corrían a sacar las Bombas de Palancas y en el incendio accionaban la succión 2.-Los más hábiles en el manejo de las hachas, se encargaban de la demolición de los edificios. 3.-Los más ancianos y débiles se dedicaban a cuidar los elementos rescatados. 4.-De los miembros de cada distrito, se seleccionarán 10 personas de las cuales dos atenderán el manejo de la Bomba y los restantes a ejercitar el manejo y disposición de las mangueras, labores a que se dedicarán en casos de peligros de Incendio. El 17 de Diciembre de 1859 un gran incendio reduce a cenizas la Tesorería, Intendencia, Juzgados, Notaría, Escuela y Cárcel. En julio de 1861, de manera inesperada, un huracán azotó la ciudad destruyendo algunos edificios y parte de las torres de la Iglesia Mayor. Pasan los años y Valdivia se desarrolla industrialmente muy rápido, tanto así que la costanera toma un aspecto de ciudad europea y la población, en constante aumento, construyó a pasos veloces casas e industrias. La Compañía debe reorganizarse urgentemente luego que un voraz incendio, en 1859, destruyera por completo las construcciones que existían en las calles Independencia, Maipú y San Carlos. Este lamentable siniestro demostró las falencias de materiales y hombres por las cuales era necesario modernizar y profesionalizar bajo un esquema distinto. El 17 de enero de 1864 un incendio consume más de 300 casas entre las calles Maipú, San Francisco e Independencia. En 1875 y junto a las mismas bases de antaño, un grupo de Bomberos pertenecientes a la agrupación inicial se reorganizan hacia una estructura moderna de Bomberos. Karl Hoffmann, Wilhelm Wachsmann, Karl Bischoff y Otto Roepke se lanzan en una aventura que seguiría al año siguiente con la fundación de otras compañías. Destaca dentro de los re-fundadores a don Carlos J. Ide Schultz, suegro del malogrado Presidente de la República, don Juan Antonio Ríos, quien posteriormente se traslada a Concepción realizar sus actividades de Comercio, falleciendo en esa ciudad en la década del ´50 y a cuyos funerales asistió nuestro ex Superintendente, el Bombero Honorario don Julio Grob S. Al reorganizarse en 1875, sirvió para ellos una Bomba de palancas, la que en ese entonces era la de mayor poder. Esta Bomba llamada "Emilio Sotomayor" y cuya data se estima de 1830 y que hasta hoy en día se mantiene en perfectas condiciones. Al 17 de mayo de 1875 servían 47 voluntarios, los que pagaban una cuota de incorporación de $1 y una mensualidad de $ 0,20. Usaban para el servicio una camisa de lana azul (Casaca) y pantalones de cuero blanco Inglés. Una sección se distinguía con una lista amarilla en la Blusa de la camisa y la otra con color rojo. Los oficiales usaban medallas de la marina. Trabajaban en dos secciones con una bomba cada una Luego se Organiza otra Compañía, la N° 2, la que gracias al generoso donativo de don Agustín Edwards de Valparaíso, recibió una Bomba de mayor poder que la de la Primera Cia. Esta Compañía en gratitud, llevó el nombre de "Benefactor Agustín R. Edwards". Al mismo tiempo, el Supremo Gobierno cedió al Cuerpo de Bomberos una Bomba a Vapor construida en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago. La función de esta unidad era la de servir de agua a las partes altas del centro del pueblo, pues por lo pesada y debido al mal estado de las calles, no era posible llevarla a funcionar a los incendios, por lo que se colocó en un cuartel, construido especialmente en un retazo de terreno fiscal en la Avenida Arturo Prat. Se organiza la Cuarta Compañía en las funciones de abastecer de agua a las partes del pueblo que no la dispusieran. La Bomba flotante supliría entonces las deficiencias de agua de las Bombas a Vapor y llevaría el nombre de la embarcación que Ia vio nacer “Cuarta Compañía Bomba Flotante". En la misma época, se adquiere en Valparaíso material de escaleras con carro, el que se entregó a una nueva Compañía organizada bajo el N° 5 con la finalidad de auxiliar o secundar la acción de las demás compañías en los casos que fuera necesario. Finalmente, y bajo el N° 6, se organizo otra Compañía que tomo a su cargo el salvamento de bienes muebles y custodia de lo salvado. Esta compañía compuesta solamente por vecinos de edad avanzada actuaba secundada de la Policía local, ya que por su escaso personal no podía prestar los auxilios que eran de desear. En 1877 las Compañías de origen Alemán: 3a, 4a y 5a juntan fondos para comprar en Inglaterra a la Firma Meryweather and Sons, una Bomba de palancas de mayor potencia para ser destinada a la Primera Cia. Esta bomba, que desalojaba 850 litros/ minuto, llega a Corral el 17 de Mayo de 1878 en un vapor Ingles, de la, Firma "Pacific Steam Navigation Company", cuyo dueño era el bombero de la Segunda Cía. “Bomba Germania” zu Valparaíso don William Wheelwright. Junto a la bomba traían uniformes. La esperada bomba es bautizada como "Germania". A la llegada de la Bomba, se importó adicionalmente 500 pies de manguera de cuero, 1500 pies de manguera de lona y 24 llaves de copla. Unos años más tarde, la compañía cambió su uniforme importando de Alemania los tradicionales Cascos prusianos y llaves de Copla, dando una nueva imagen a la Unidad Bomberil. Hacia 1880 se hacen cambios internos y Carlos Bischoff hace una traducción e impresión al español de los estatutos. Destacan elementos disciplinarios y sanciones que recuerden a los Voluntarios sus obligaciones en el servicio. Hacia el año 1889, llega a Valdivia procedente de Europa una Bomba de Vapor encargada para la 4a Cia. (Dampffeuerspritze N°VII -Wagon und Maschinenfabrik A.G vorm Busch) la que con tres cilindros, desalojaba 3000 litros por minuto, siguiendo así la intención del Cuerpo para comprar posteriormente una nueva Bomba para la segunda compañía. En 1883 se traslada la Compañía a su nuevo Cuartel. El primer edificio que albergo a las bombas, fue construido en un terreno donado por el Supremo Gobierno ubicado en la esquina oeste de las calles Independencia y Maipú, el cual al aumentar el número de bomberos y el material del Cuerpo, se hizo cada vez mas estrecho. Al cumplir los 10 años de reorganización, es necesario efectuar otros cambios en su reglamento, los que apuntaban a posibilitar la entrada de Chilenos, borrando la restricción a ingreso solo de Alemanes, siendo entonces, requisito para poder ingresar el saber el idioma Alemán. Este mismo 1885 llega de Hannover una nueva Bomba de Palanca, la que se bautizo como "Valdivia N° 1", la cual lanzaba 400 I/m, indudablemente de menor potencia que la "Germania", pero de mayor agilidad. Junto a la Bomba, se recibe material menor adicional para el servicio. En 1887 la Compañía asume un rol importante en la epidemia de Cólera que azotó a la ciudad, debiendo cumplir una misión en servicio de salud comunitaria auxiliando a personas y entregando agua. Con muchísimo esfuerzo y luego de incansables colectas entre los vecinos, en 1890 se logra la recaudación de fondos para Ia compra de una embarcación a la Firma "Sächsiche Dampfschijs und Maschinen - Bauanstalt der Osterreichischer Nordwest Dampfschiffahrt Gesselschaft' de Dresden, Sajonia y que cambiaria totalmente nuestras tradiciones. Con 12,5 m de eslora, 3,5m de manga 1,15 de altura, 1 m de calado, 2 cilindros, 25 Caballos de vapor y 3000 I/m de expulsión era realmente un fenómeno para la época. Es bautizada el 15 de enero de 1891 en Ios astilleros Oettinger y su madrina la Srta. Erna Bischoff, con un hermoso poema, da paso a un hermoso nombre: " Chile" " Zu deinem Wirken, deinem Laufe empfange jetz die rechte Taufe. Geweiht dem allerhoechsten Ziele nimm hin den Ehrennamen Chile. Dem Lande zu Nutzen, dem Brande zu trutzen, dem element zur Wehre und Gott zur Ehre. " El Capitán de entonces, don Ricardo Koerner, en un viaje a Europa encargó la bomba Fluvial “Chile I ”, siendo su precio 27.000 Marcos. La embarcación sirvió hasta el 12 de julio de 1946, fecha en la cual fue necesario, con el sentir de todos los “Primerinos”, vender esta unidad que ya no podía prestar servicios eficientes (El Correo de Valdivia, 12 de Febrero de 1952). Gran Incendio de 1909 Existió para Valdivia un 13 de Diciembre de 1909, donde el tañir desesperado de las campanas del cuartel general llamaba para servicio a una jornada que hasta el día de hoy no recordaremos tan agotadora. Ardía la hermosa Valdivia, y de manera milagrosa, el fuego no la consume por completo. Casi veintiuna manzanas fueron totalmente arrasadas y casi cuatrocientas familias quedaron damnificadas. Temuco, Gorbea, Loncoche, La Unión y Osorno socorren con sus Bomberos la desesperada labor que culmina con la destrucción irrecuperable de la arquitectura del casco antiguo de la ciudad. El 13 de diciembre de 1909 un incendio de grandes proporciones arrasa con 18 manzanas de la ciudad. A las 00:30 de la madrugada de este día se declararía un incendio en calle Picarte, una cuadra antes de llegar a la Plaza de la ciudad. Debido a varios problemas con las tomas de agua del lugar el incendio se propago al otro costado de la calle, tornando casi imposible manejar el sinistro que ya adquiría grandes proporciones. A estas alturas varios edificios públicos y de gobierno habían sido alcanzados por las llamas. La gente debió salir con lo que tenían hacia otros sectores de la ciudad. Acudirían al llamado de auxilio varias compañías de fuera de Valdivia, así como personal del ejército. El incendio alcanzaría también las riberas de la Isla Teja y las embarcaciones que se encontraban ayudando en labores de salvamento. Días después llegaba el Presidente Pedro Montt junto al ministro del Interior, Ismael Tocornal, a coordinar las ayudas a los damnificados e iniciar el proceso de reconstrucción de ciudad. A raíz de la destrucción de una gran parte de la zona céntrica de la ciudad, esta sufriría grandes cambios. Se iniciaría la construcción de una nueva red de agua potable y su alcantarillado, nivelación, cambios en el trazado y pavimentación de las calles (varios callejones y calles desaparecerían para dar extensión a otras existentes), construcción de nuevos edificios públicos y privados con materiales sólidos y una renovación total de la fisonomía de la Plaza de la República. Las obras comenzarían después que el Congreso en Santiago aprobara los fondos respectivos. El siniestro dejo dieciocho manzanas para su renovación. A partir de 1910 comenzarían los trabajos de remoción de tierra y piedras, luego se adjudicarían los proyectos de construcción y recién en 1913 se comenzaría la construcción de los nuevos edificios del centro de la ciudad. La pavimentación de las calles estuvo a cargo de la firma Corte, Anguita y Cia.; el diseño de la plaza lo ejecuto en septiembre de 1913 Betti, Prado y Cia.; la construcción de edificios estuvo a cargo de las empresas de Reinaldo Romero y Cia., Buró y Cia., etc. Algunas construcciones destacadas son: Intendencia, donde además se alberga la Oficina de Correos y la Corte de Apelaciones; Hotel Palace, de tres pisos, de Eduardo Vallejo construido en julio de 1915; Banco Alemán Trasatlántico, que se incendia en 1918 y es substituido por otro edificio (actual Taboada); edificio Bischoff, primera galería comercial de la ciudad; el de Félix Corte, actual Club La Unión, entre otros.Una de las consecuencias del incendio seria el arresto de Elisa Gross de Seiter y de su marido Teofilo Setter por el incendio de la panadería ubicada a cuadras de la plaza y de donde se presume inicio el incendio que afecto al centro de la ciudad. El fiscal Luis González solicitaría el 29 de diciembre de 1909 la pena de 10 años y un día a Elisa Gross y el sobreseimiento de la acusación contra Teofilo Seiter. De este duro golpe, había que aprender y armarse para la posibilidad de una nueva batalla. En 1810, don Pablo Hoffmann (sen.) inició una colecta en 1810 la que se prolongó por varios años hasta reunir los 45.000 Marcos para adquirir la nueva embarcación proveniente de Hamburgo, esta vez mas potente y de mayor desalojo: 8000 litros por minuto. EI 19 de Septiembre de 1912 llega a corral en el Vapor Rodophys del Loyd Kosmos, con un peso de desplazamiento bruto de 31.000 kilos la Bomba Fluvial bautizada con el nombre de "Valdivia", la que nos acompañaría hasta entrada la década del sesenta. Desmantelada la parte Bomberíl, su pistón se trasladó posteriormente a la Bomba Chile III y su bomba quedaría estacionaria en la Industria Hoffmann de la Isla Teja. La embarcación todavía está navegando con ciertas modificaciones, pero manteniendo su casco original y matrícula. Con la puesta en servicio de la Bomba Fluvial Valdivia se obsequió a la 7ª Cía. la antigua bomba de palancas “Valdivia I”, quedando en servicio la Merryweather, la Bomba Fluvial Chile I, la Valdivia y los dos gallos de mano (porta mangueras). El 22 de Marzo de 1916 arde el antiguo edificio del Club Alemán, lugar donde se reunía la Compañía y tenia su cede administrativa. Las perdidas fueron incalculablemente grandes, puesto que en el quedaron reducidas a cenizas todos los documentos, antiguos uniformes y el preciado estandarte de nuestra unidad que otrora fuera bordado por las damas y niñas de la Colonia. La necesidad de un nuevo pabellón, emblema de los voluntarios, movió a la Sra. Elisa B. de Schuller a obsequiar uno nuevo, el que fue entregado el 12 de julio de 1921 y que aún es conservado y presentado en todas las ceremonias. En Santiago se hicieron las gestiones para comprar a la Compañía el primer vehiculo propulsado por motor. En la 4a Cia Pompe France, se adquiere un Autogallo marca Peugeot Freres, el cual fue entregado el 10 de agosto de 1920. Poseía 362m de manguera, capacidad para 5 personas, soportes para pistones, alumbrado eléctrico con dinamo y acumuladores; 50 caballos efectivos, embriague cónico y transmisión por cadenas. El Peugeot, cariñosamente recordado por los primerinos, prestó innumerables servicios hasta el 12 de enero de 1936. El 19 de Abril de 1928 se compra en Ulm por intermedio de la firma Saavedra y Bernhardt la Bomba automóvil "Magirus". A comienzos de diciembre de 1928, llega a corral un cajón con el esperado carro. Pesando casi 8000 kilos llega en el Vapor Kellerwald, el cual fue esperado por innumerables Voluntarios. EI 20 de diciembre, ante una pomposa ceremonia en la plaza de la Republica se bautiza la Bomba Automóvil "Magirus". Entregada por el Comandante don Eduardo Classing al Sr. Director Don Adolfo Kaehni, se procede al bautizo, el cual le correspondi6 a la Sra. Rosina Frick de Werkmeister, quien lanzó la botella de Champaña en el parachoques de la Maquina. EI Automóvil Bomba fue bautizado con el nombre de "Germania", nombre que fue cambiado luego de la segunda guerra mundial a "Enrique 2° Werkmeister". El 16 de agosto de 1929 se ordena a la Cia hacer las gestiones para la adquisición de una nueva maquina, la que sería comprada en Alemania. Fructíferos fueron los esfuerzos y el 15 de diciembre de 1935 llega a Corral en el Vapor Rhacotis el autogallo Magirus, el que en 1953 dejaría de prestar servicios, ya que por sus cualidades mecánicas no estaba a la altura de los modernos y rápidos carros de la época. El 29 de Junio de 1938, la Compañía se traslada al nuevo edificio del Cuartel General, quedando sus dependencias en frente de la calle Camilo Henríquez. Se compartió el edificio junto a la Segunda, Tercera, Quinta y Octava Compañía. En la década de los cuarenta parten los esfuerzos para la construcción en Chile de la nueva Bomba Fluvial en los astilleros del Sr. Godofredo Oettinger. Con tecnología Sueca Aktiebolaget Pumpiindustri, llegan a Corral en el Vapor "Brasil" las Bombas Centrifugas API y los 2 motores bencineros PENTA Albin Motor CO. que accionaban las bombas contra incendio y la propulsión. La Chile II fue bautizada el 11 de Febrero de 1951. El lamentable desenlace de esta nave en una explosión, dio paso a la construcción de la cuarta Bomba fluvial de la Compañía, en una época llena de dificultades y esfuerzos por llevarla a la luz. En 1956 llega de Alemania procedente de la Firma Mercedes Benz, el carro TLF 16, quien dejaría nuestra Cia en 1978. Esta máquina se encuentra hoy en perfectas condiciones sirviendo al Cuerpo de Bomberos de Pichirropulli. Con fondos propios antes del terremoto de 1960 la Compañía adquiere un camión Fargo, el cual es modificado como carro de transporte y despliegue de mangueras, máquina que es entregada posteriormente en 1978 al servicio a la 7ª compañía y terminando su vida útil a inicios de los ´90. A partir de 1965, la Compañía inicia un proceso de cambio del tradicional uniforme de parada al actualmente en uso, el que se basa en el uniforme de marina usado en las Bombas fluviales. El corte corresponde al usado en la Armada de Chile y se incorpora, además, las piochas militares en reemplazo de las medallas de reconocimiento de años de servicio. En 1973, en los astilleros SOCONAVE es botada la Bomba Fluvial Chile III, proyecto comenzado en 1966 que consistía en una embarcación de 16 metros de eslora, 4,2 m de manga, 1m de calado, 30 toneladas de desplazamiento bruto y el desarrollo de 16 nudos por hora, embarcación que fue bautizada recién el 23 de mayo de 1976 luego de suceder a la corta vida de la Chile II. En 1991 transcurren 100 años de sección fluvial en nuestra ciudad la cual con una gloriosa tradición de haber sido la única en Chile y Sudamérica. Esta Bomba fue la más poderosa que existió dentro del material bomberil, desalojando casi 8.900 litros por minutos. El 8 de septiembre 1973, la Compañía crea la primera sección cadetes del Cuerpo de Bomberos de Valdivia, incorporando jóvenes menores de 18 años a las filas del servicio comunitario, para impregnarse de las instrucciones de Bomberos y desarrollar en ellos a futuros servidores de la comunidad. En el año 1978 llega el carro Camiva Berliet 770 KB máquina que prestó servicios hasta 1995. En 1984 llega desde Alemania un moderno carro Estanque Mercedes Benz TLF 16-25, el que se encuentra hasta hoy prestando servicios en la especialidad de incendios. En 1986 se inician las gestiones para el proyecto de construcción del Cuartel en la Isla Teja, originalmente considerado en el terreno ubicado en Calle los Laureles frente al Colegio Alemán, el cual había sido donado por la Universidad Austral, bajo la Administración del Rector Juan Jorge Ebert. Posteriormente, se cambia la ubicación a calle Los Lingues, donde en 1999 se pone la primera piedra del edificio diseñado por el arquitecto Carlos Daetz y construido por el Voluntario don Ewaldo Busse. El 20 de noviembre de 2004 en un desfile desde antiguo cuartel del Centro, la Compañía se traslada definitivamente al moderno edificio que mantiene las tradicionales líneas arquitectónicas de las antiguas construcciones de Valdivia. En 1990 la Compañía hace los esfuerzos para crear la Unidad de Rescate, la cual es definitivamente afianzada a la llegada en 1995 de un móvil Renault Trafic implementado con modernos y costosos materiales. Una nueva especialidad que en la evolución de los bomberos significa tomar prácticamente un trabajo totalmente distinto al que tradicionalmente ha tenido Bomberos. Esta vez relacionada íntegramente con vidas humanas que ha hecho que estos hombres al principio de nuestra historia combatieran contra el fuego, hoy lo hagan en una especialidad radicalmente distinta y relacionada con la principal causa de muerte en Chile. Tantos avances tecnológicos y de conocimientos, evidenciaron la necesidad de preparar a los Voluntarios de manera profesional, generándose a través del Bombero Juan Esteban Kunstmann los contactos para “Educar para el futuro”. A fines de 2007, un grupo de 5 oficiales viaja por dos semanas a Oregon, EEUU para efectuar cursos intensivos, los que posteriormente se vuelcan en fuertes lazos con los norteamericanos, quienes en 3 oportunidades viajan a Chile a dictar cursos en distintas disciplinas. Entre 2008 y 2009, viajan por dos meses al país del Norte dos oficiales a efectuar los cursos de recluta y posteriormente, otros dos Voluntarios a Chicago a cursos más específicos. Igualmente, se logra una beca con el Gobierno de Malasia para un cupo para cursos de rescate. El año 2010, la gran misión de formar y hacer extensión se vuelca en un Mega evento efectuado en enero de 2010, considerado el Primer Congreso Internacional de Fuego y Rescate a ser realizado en Chile. Los años siguientes se continuó con la constante capacitación de nuestros bomberos, enviando anualmente un promedio de 4 voluntarios a capacitarse tanto a Alemania como Estados Unidos. El año 2011 nuestra compañía organiza en Valdivia la Primera Convención Técnica de Compañías Chileno-Alemanas de Bomberos la cual fue todo un éxito. Con más 80 voluntarios y 21 cadetes, esta Compañía debe su fuerza a aquellos que la formaron y continuaron con los ideales de servicio filantrópico, el cual ha de continuar por tantos años como los que han recorrido nuestra historia.
Valparaiso 1851 (hrm/cca)


Agradecimiento a la 1ª Cía. "Germania de Valdivia por la información tomada de su página Web.
Fotografía del bombero don Oscar Prochelle Anwandter, tomada del Album de la "Germania".

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martes, 13 de enero de 2015

Jeyson Salamanca Salamanca y Patricia Marín Cáceres. Nuevos Mártires de Bomberos de Chile, pertenecientes al Cuerpo de Bomberos de Collipulli, de la Región de la Araucanía.



El Presidente del Consejo Regional de Bomberos de la Araucanía, Luis Carmach, confirmó la muerte en Acto de Servicio de los bomberos Jeyson Salamanca Salamanca de 20 años y Patricia Marín Cáceres de 40 Años, nuevos Mártires de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Collipulli; dejando a tres integrantes de la Institución gravemente heridos; Jonathan Zúñiga Salamanca (primo de uno de los fallecidos), Jeannette Garcés Mardones, el Capitán de la 2ª Cía. Guillermo Pavez Vargas (quien es el esposo de la bombera fallecida) y el Cuartelero-Conductor Rodrigo Sepúlveda Quezada, ello tras colisionar el carro bomba forestal tipo araña; al parecer frontalmente con un vehículo menor para luego volcar en el sector denominado Cuesta Malleco, mientras se trasladaban a un incendio forestal a la zona conocida como bajo Malleco.

Así lo confirmó el Consejo Regional de Bomberos de la Araucanía, información que fue corroborada por el Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien participó este lunes en una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia, junto a autoridades de la Onemi e Intendencia de las zonas afectadas, desde la Oficina Nacional de Emergencias confirmó y lamentó profundamente el deceso de ambos bomberos y entregó a nombre del Gobierno las condolencias a las familias de las víctimas y a la Institución bomberil afectadas. El accidente carretero se produjo hoy lunes 12 de enero de 2015, alrededor de las 16,15 horas, cuando bomberos concurrían a una emergencia que amenazaba con propagarse a zonas pobladas. El General de Carabineros, Nabih Sosa Cárdenas, señaló que el carro bomba se encontraba participando en la extinción de un incendio en el sector bajo, y habría sufrió el accidente en la ruta que accede al sector, al chocar al parecer frontalmente con un vehículo particular, resultando 2 bomberos fallecidos, 3 bomberos lesionados, y dos civiles ocupantes del vehículo particular. En estos momentos se encuentra trabajando la SIAT de carabineros para determinar las causas del accidente, queremos expresar el pésame de los carabineros de chile y nuestra solidaridad a apoyo a los bomberos de Collipulli, puntualizó el General Sosa. El director del Servicio de Salud Araucanía Norte, Cristián Mignolet Cortés, se refirió a este lamentable hecho e informó del estado de los bomberos lesionados, entregando un completo estado de la situación de cada uno de los accidentados. Rodrigo Holzapfel, Comandante Regional de Bomberos, indicó que aparte de las víctimas fatales son seis bomberos los que resultaron con lesiones de diversa consideración, fueron trasladados desde el Hospital de Collipulli, para ser derivados; a Temuco y a Angol, Se trata de Jonathan Zuñiga Salamanca (22), quien fue derivado con lesiones graves al Hospital de Temuco, además de Jeanette Garcés Mardones (31), trasladada al Hospital de Angol y Rodrigo Sepúlveda Quezada (52), ambos con diagnóstico pendiente. Se suman a ellos, HéctorIván Yañez Rivas (65) y Alexis Labrín Jara (37) con lesiones leves y Guillermo Pavez Vargas, quien sufrió contusiones leves en la rodilla izquierda, todos fueron quienes fueron atendidos por lesiones leves. Dos son los incendios que se desarrollan en Collipulli, situación que motivó el llamado de auxilio de los voluntarios de esta comuna, a los bomberos de cuatro compañías de Temuco más un camión aljibe, que llegaron a apoyar las labores de combate contra los siniestros producidos.  Noticia en desarrollo.... 

Valparaiso 1851 (hrm/cca)

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sábado, 10 de enero de 2015

150 Años de la 4ª Cía. de Bomberos "Almirante Manuel Blanco Encalada" del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso


Discurso de don Juan Carlos Zapata Márquez, Director de la Cuarta Compañía de Bomberos, con motivo del Sesquicentenario de la Bomba “Almirante Manuel Blanco Encalada” de Valparaíso, celebrado con una Sesión Solemne en el Congreso Nacional de Chile el 09 de enero de 2015.

Las Instituciones se ligan con la muerte, en el mismo instante que se divorcian de su pasado. El hombre que desconoce el ayer, no tiene conciencia para valorar el presente, y sus huellas, inexorablemente se borrarán en la tangente inconmensurable del mañana…….

Son estos principios racionales los que han impulsado al Director que les habla, deba cumplir con el deber de presentar a la consideración de Uds. en una fecha tan significativa como la que hoy celebramos, el “reconte” de 150 años de existencia de nuestra querida Cuarta Compañía “Bomba Almirante Manuel Blanco Encalada”, del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. 

 Es así, como compartiré con Uds. brevemente hechos y fechas que constituirán, el esqueleto entre 1865 y 2015, más, la carne y la vida de este “reconte” estará representada por el mayor o menor convencimiento a que pueda llevarse, de que en este siglo y medio, Oficiales y bomberos, con idoneidad y celo, supieron guardar y acrecentar en el acervo de sus tradiciones, el divino legado de nuestros fundadores y en general nuestros antecesores. No ha sido fácil recopilar datos, cifras y recuerdos de situaciones o hechos producidos durante nuestros 150 años de Honor y Gloria Cuartina, aun más, resumirlos en breves minutos. Ello ha sido así porque la vida de las instituciones, sus triunfos, y alternativas, sus alegrías y pesares, su marcha en general, no puede ser trasladada a las palabras o al papel, sin que pierda gran parte de su esencia. Para conocerla es necesario haberla vivido, haber ido palpando día tras día sus emociones, su sentido. No es posible verter en palabras aquel calor humano, la fraternidad que nos envuelve, el sentido del cumplimiento del deber o la satisfacción que se experimenta al sentirse plenamente logrado en el ideal de servir por servir, que son precisamente, los atributos que adornan la vida de nuestra “Cuarta” Cía. a través de sus bomberos. Las palabras no pueden reflejar, ni aun imperfectamente, lo hermosa que es la vida del bombero voluntario. Lo es, porque es diáfano el ideal que nos une y alienta. El ideal de sacrificio y trabajo, que es sublime porque perfecciona el espíritu del hombre, y en el caso del bombero voluntario lo es más, porque se alimenta de la amistad y del amor a la humanidad. Por ello, la verdadera misión de mis palabras, será pues, en gran parte, representar los acontecimientos solo en su pálida pintura; dejando las observaciones y conclusiones, a la libertad y a la facultad de juicio de cada uno de Uds. Desde siempre Valparaíso fue conocido como la “Perla del Pacífico” por su belleza, importancia estratégica y su auge comercial y cultural. Nuestra ciudad puerto jamás ha sido fundada, diferente a otros puertos del mundo, era paso obligado para los viejos navegantes de antaño. Descubierta en 1536 por Juan de Saavedra, oficial de Diego de Almagro, descubridor de Chile. En 1544, don Pedro de Valdivia, sin testigos ni escribano declara a Valparaíso, “Puerto Oficial de Santiago” con el fin de lograr el abastecimiento marítimo del territorio y abrir nuevas rutas al sur. Autorizado por el obispo Marmolejo, se construye una pequeña capilla, hoy conocida como la Iglesia de “La Matriz”. Más tarde llegan las órdenes religiosas, de los Agustinos, Mercedarios, Jesuitas, Franciscanos, Dominicos y los Hermanos de San Juan de Dios. Desde siempre Valparaíso se ha visto, amenazado por un elemento devastador: “El Fuego”, debido a la estructura de la ciudad; calles de tierra, mal alumbradas, irregulares o simples callejones, algunas adoquinadas con troncos de madera o piedras, todas presas fáciles de las llamas, sembrando la destrucción a su paso. Construidas de material ligero y combustible, muy pocas de madera de alerce de los bosques del sur, y las más de coligüe que nacía en forma natural en las hondonadas de los cerros porteños. Sus murallas exteriores revestidas con barro, el que daba la sensación de consistencia, con techos de paja y muros de adobe. El libro Valparaíso 1851, señala que: “…los primeros días del mes de noviembre del año 1683, se conoció de un inmenso incendio que afectó las Bodegas del naciente puerto de Valparaíso, con grandes pérdidas para la economía del país. El Establecimiento pertenecía a don Alfonso Ortiz de Azara…”. Los comerciantes pidieron al Cabildo una investigación, y se nombró un procurador, Lorenzo de Abaitúa y un abogado, Fernando de la Llana. Desgraciadamente en los libros del Cabildo no quedó constancia del resultado final de la investigación sobre el primer incendio que afectó a Valparaíso. Benjamín Vicuña Mackenna preclaro bombero de “La Heroica” nuestra Hermana de Canje del C.B.S., señala que el establecimiento del Cabildo, ordenado por el Virrey del Perú Ambrosio O’Higgins, marcó un momento importante en la vida de Valparaíso, pues, en 1791 se instala la primera Municipalidad de Valparaíso, siendo el Primer Alcalde; Santiago José de Moya, nombrándose patrona de la ciudad a Nuestra Señora Santísima Madre de las Mercedes de Puerto Claro. La ciudad contaba en esa época con aproximadamente 4.500 habitantes. Los cronistas informan, que en noviembre de 1827, se quema totalmente una modesta vivienda en la Quebrada de San Francisco. La desgracia alarmó a la población, pues Valparaíso no contaba con elementos para la extinción de incendios. Después en el barrio del Almendral se quemaron dos cuadras de ranchos, construidos también con materiales altamente combustibles. En 1844, Josué Waddington, instala los primeros Faroles a Gas, adquiridos en Inglaterra. Las casas se iluminaban con velas y lámparas a parafina, se cocinaba con leña o con carbón y para la calefacción se usaban braceros y salamandras. En 1870, Valparaíso carecía de cañerías de agua, la entrega del vital elemento, lo hacían los “Aguadores“; a caballos o asnos, el agua la sacaban desde las vertientes cercanas a la ciudad, donde se formaban las aguadas, como la del sector de la Rinconada (hoy calle Hontaneda). Desde el siglo XIX Valparaíso, estaba dividida en 2 barrios muy definidos: “El Almendral” formado por chacras y quintas y “El Puerto”, el más importante, allí se ubicaba el comercio, bodegas y las empresas navieras. Dividía ambos barrios La “Plaza del Orden” (hoy Aníbal Pinto Garmendia). En 1863, la Municipalidad de Valparaíso aprueba un proyecto de “Ferrocarril de Sangre” para la ciudad. Estos Carros de dos pisos conocidos como “Imperial”, fueron fabricados en Nueva York e inaugurados en marzo de 1863. En 1883, el periodista y escritor Liborio Brieba, funda la Compañía de Ascensores Mecánicos de Valparaíso, siendo el primero, el del Cerro Concepción, conocido también como Turri, inaugurado por el Intendente Eulogio Altamirano. En 1913, don Eduardo Naylor Tinley distinguido bombero de la 1ª Cía. y Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso entre 1901 y 1920, construyó el ascensor del cerro Los Placeres, que unía el plan de la ciudad con la Universidad Santa María. Cinco años antes, su hijo, Juan Eduardo Naylor Arey integrante de la 11ª Cía., había construido el Ascensor La Cruz que lleva al cerro del mismo nombre, ubicado al final de la Avda. Francia. Se puede afirmar que la lucha organizada contra el fuego está ligada a la vida de las ciudades. Durante el período hispánico, tanto en Chile, como en el resto de la América española, la actividad bomberil era desarrollada por los Serenos, quienes, además de cumplir labores policiales, debían combatir los incendios. Valparaíso no poseía un servicio bomberil, sin embargo, va creciendo sin tomar en cuenta el peligro del fuego. Para enfrentar estos siniestros, solo existía un ”Cuerpo de Milicianos” formado en el año 1835 e integrado por miembros de la Guardia Nacional, y algunos vecinos. Solo poseían algunos viejos baldes, hachas y una bomba en malas condiciones, rescatada de un antiguo naufragio en el puerto para combatir los incendios. Dada la falta de hombres para prestar su colaboración voluntaria el Gobernador José Matías López modifica el Decreto de 1835 que indica: “Quedando los que se alistasen exentos del Servicio Cívico, i con el goce de fuero militar que dichos cuerpos disfrutan”. Dada la magnitud y la frecuencia de los incendios entre 1800 y 1850, y considerando la gran cantidad de casas y locales comerciales destruidos por el fuego; en marzo de 1834, el Directorio de la “Sala Comercial de la Bolsa de Valparaíso”, llamó a una asamblea para crear una “Compañía de Bomberos”. Se nombra un “Directorio y se acuerda; 1.- Encargar 2 Bombas a Palancas a Norteamérica, mangueras, baldes, cordeles, hachas, bicheros y elementos menores; 2º.- Organizar una “Compañía de Bombas de Incendios”; y 3º.- Solicitar a la Autoridad un terreno para construir un Cuartel de Bomberos. En respuesta, el Congreso Nacional, entregó un terreno, y en 1838 la construcción fue terminada y puesta en uso. En julio de 1839, un gran incendio destruye el inmueble de los bomberos. En 1840 se construye en el mismo lugar un nuevo edificio, entre las calles de Cochrane y de la Aduana (hoy Prat), frente a la Plaza de la Intendencia (hoy Plaza Sotomayor). El Gobernador de Valparaíso Juan de Melgarejo, crea una “Brigada” de “Zapadores Bomberos“, perteneciente a la Guardia Nacional, dependiente del Ministerio de Guerra y Marina, formado también por Aguadores, Artesanos, Jornaleros del puerto y Estibadores. Uno de los grandes incendios que afectó nuestra ciudad antes de la creación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso fue el que arrasó el 15 de marzo de 1843, a las 20,30 horas, el almacén de artículos navales de “Julián & López”, en calle de la Aduana (hoy Arturo Prat). El fuego se extendió entre la Plaza de los Tribunales y la Quebrada del Almendro (hoy Coronel Pedro Urriola Balbontín). Se dice que un niño que jugaba con un ratón y una vela, ocasionó el incendio. La violencia del fuego arrasó trece edificios del “Barrio del Puerto”, reduciendo a escombros también el edificio de la Aduana, en cuyo interior se guardaban 3.000 bultos de mercadería, donde sólo en ese lugar las pérdidas y perjuicios de ese desastroso siniestro subieron de los $ 709.000.-, llegando a un total de $ 2.000.000.- La prensa informó: “....las dos bombas movidas a mano y de muy escaso poder, se descompusieron, después de un trabajo enteramente ineficaz.” En 8 horas el barrio quedó convertido en un hacinamiento de escombros y ruinas, grandes riquezas quedaron convertidas en cenizas. Curiosamente en el Atlas de Claudio Gay editado en Paris en 1845, aparece un dibujo del grabador alemán Lehnert, que reproduce “El incendio del 15 de marzo de 1843” inspirado en la obra realizada por el pintor alemán Juan Mauricio Rugendas “Puerto de Valparaíso”. La pintura original pertenece al Museo Municipal de Bellas Artes de nuestra ciudad desde su fundación en 1893. Siete años más tarde, el 15 de diciembre de 1850, a raíz del gran incendio de la calle del Cabo, se dio origen a un gran movimiento que culminó con la organización y fundación de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”, el 30 de junio de 1851. "..Valparaíso ha permanecido ayer durante seis horas en la mayor consternación,… mientras el fuego destruía las dos aceras de la calle del Cabo,… amenazando a la ciudad con sus espantosos estragos.." Así iniciaba la crónica "El Mercurio" del 16 de diciembre de 1850… que informaba del "Grande Incendio" que sirvió para dar origen a la creación de la Asociación Contra Incendios, hoy Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. En efecto el domingo 15 de diciembre de 1850, después de las 2 AM., las campanas tocaron a fuego y por los gritos dolorosos de una mujer que en forma angustiada daba la alarma se conoce del más voraz incendio que afectara a Valparaíso. El fuego se inició en calle Del Cabo (hoy Esmeralda), esquina Cruz de Reyes, en un edificio contiguo al del Correo, su dueño era el industrial inglés Josué Waddington. Los altos eran ocupados por el dentista inglés Eduardo Thorner, quién se hallaba de vacaciones en Limache junto a su familia. La parte baja era utilizada por una tienda-cigarrería de la Sra. Carmen Olivo, lugar de inicio del incendio y quien diera la alarma pidiendo ayuda a los vecinos del lugar. En minutos la casa se vio completamente envuelta en llamas, propagándose a los edificios inmediatos con una celeridad tal, que no dio lugar a aislar el incendio y apenas dio tiempo para que los primeros vecinos que acudieron al lugar lograran a gritos despertar a las familias que peligraban de morir quemadas. Gracias a ello, no hubo ninguna víctima que deplorar, pero dejó en la ruina a más de una treintena de familias. Valparaíso contaba con dos bombas pertenecientes al comercio local, a cargo de la “Brigada de Infantería Cívica de Bomberos de Valparaíso”, al mando del comandante Juan Agustín Vives Galeas. El incendio no pudo ser controlado por falta de bombas operativas y de brazos para hacerlas funcionar. Las mangueras reventaban a cada golpe de los bombines de palanca, por lo que el material no prestó el servicio esperado. Las bombas llegaron tarde, cuando ya el incendio había tomado proporciones aterradoras. Un buque francés envió a tierra una bomba con una dotación de marinos, lo propio hizo la Marina Real Británica con dos bombas. A estas se les unió la del acaudalado empresario Francisco Salvador Álvares Pérez, la que prestó importantes servicios. Las pérdidas superaron los $ 700.000.- Al parecer la idea de crear un Cuerpo de Bomberos, surgió como consecuencia del incendio del 15 de diciembre de 1850 en la calle del Cabo. De inmediato la autoridad lanzó la idea de organizar un Cuerpo de Bomberos Voluntarios. La simiente cayó en terreno fértil, ya que la amarga experiencia del incendio e impotencia para combatirlo, ayudó a crear esta nueva organización. El Intendente (s) José Santiago Melo, llama a una reunión de propietarios y comerciantes especialmente extranjeros, esta se realizó 4 días más tarde en la Intendencia, donde se acuerda la creación de una Asociación Contra Incendios. Era Presidente Intendente de Valparaíso por aquellos años, el Ilustre Marino, ex-Presidente de la República (1826) Almirante don Manuel Blanco Encalada. Más de 100 ciudadanos nacionales y extranjeros, acudieron al llamado a inscribirse a la primera organización bomberil que se creaba en Chile comprometiéndose con dinero y el esfuerzo personal. Los asistentes a la reunión, nombraron una comisión que organizó la idea nacida al calor del fuego y el humo de los incendios. Posteriormente el Intendente, llamó a varias reuniones a los comerciantes y propietarios del puerto, encabezados por don José Cerveró Moxó, todo ello para concretar la protección de la ciudad contra el fuego. Se compraron útiles y se reunieron fondos para hacer los gastos de instalación. Dado el gran interés de los vecinos, se acuerda dividir a los inscritos en dos Compañías de Agua con 100 hombres c/u, una de Escalas con 80 hombres y otra Compañía con las personas que no podían tomar parte en las primeras, pero que se encargarían de guardar y proteger las propiedades, con 50 hombres. Los interesados se reúnen el 30 de abril y el 10 de mayo, en el Teatro de la Victoria, frente a la Plaza del mismo nombre, al lado del palacio del Cabildo y cerca de la Cárcel y el Mercado de Abastos. Allí crean el Cuerpo de Bomberos Voluntarios para Valparaíso. Acuerdan redactar el “Acta Orgánica” ó Reglamento de la Asociación contra Incendios, la que permitiría normar la naciente institución, hasta que entrara en vigencia el primer Reglamento General del Cuerpo con que contó la Institución, reiterando el carácter de voluntario de sus integrantes. Uno de los dueños del Teatro de la Victoria era el Cónsul General del reino de Piamonte y Cerdeña en Valparaíso, Pietro Alessandri Tarzi, quien llegó a Chile en 1821. Abuelo del Presidente Arturo Alessandri Palma y bisabuelo del Presidente Jorge Alessandri Rodríguez. Se acuerda nombrar el primer Directorio de la Asociación para los seis primeros meses, quedando constituido por un Superintendente, José Tomas Ramos Font, seis Directores y un Secretario-Tesorero. Se acuerda cerrar los registros de inscripción con fecha 30 de junio de 1851, quedando esta última como fecha de fundación de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”. El incendio del vapor “Perú”, fue el primer Acto de Servicio de la novel institución, el 8 de julio de 1851. La campana de incendio tocó a rebato y señalando como sitio amagado el Vapor "Perú". El navío había varado en las playas del Almendral, frente a la Plaza de la Victoria, donde hoy se levanta la Biblioteca Severín, producto del fuerte temporal que afectaba al puerto, produciéndose a continuación un incendio a bordo, en sus carboneras. El siniestro se originó a las 10,00 AM. por el violento temporal de lluvia y fuerte oleaje a raíz del fuerte viento, lo que originó el varamiento de la nave. Otto Uhde, capitán de la 2ª Compañía, estuvo a cargo de la emergencia, disponiendo una armada en el mar, sus voluntarios trabajaron casi seis horas con esfuerzo sobrehumano, bajo condiciones climáticas muy adversas y en medio de un fuerte oleaje. Con la fundación de cuatro Compañías, inicia el 30 de junio de 1851 su actividad la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”, ella son; Primera Compañía de Bombas “Americana”, Segunda Compañía de Bombas “Chilena Nº 2” Primera Compañía de Ganchos, Hachas y Escaleras “Unión” y Compañía de Guardia de la Propiedad En octubre 13 de 1854, se funda la 3ª Cía. de Bombas del Almendral La colectividad española residente en Valparaíso, emprendedora y entusiasta, encabezada por los ciudadanos españoles José Joaquín Agacio y José Cerveró Moxó, fundan el 17 de mayo de 1856 la 4ª Compañía de Bombas “Española”, previo envío de una carta solicitud al Directorio de la Institución. Con fecha 13 de mayo el Superintendente-Comandante Juan Agustín Vives Galeas, da la respuesta, autorizando la organización una nueva Compañía y designándole el Nº 4.- La 4ª Compañía “Española” fue la primera institución bomberil de la Madre Patria en Chile. El 17 de septiembre de 1857, por primera vez flamea la bandera española, en un aniversario patrio,… en el Ejercicio General realizado por el Cuerpo de Bomberos, con la participación de las 5 Compañías de agua, 2 de Escalas y 1 de Guardia de Propiedad. El 24 de febrero de 1862, la 4ª Cía. “Española” participa en el Ejercicio General en honor al Presidente de la República don José Joaquín Pérez Mascayano, que visitaba Valparaíso. Fue la primera vez en que los bomberos españoles rendían honores a un Presidente. Esta Compañía realizó una gran labor hasta 1864, cuando se desató una campaña de hostilidad contra ella y la colectividad española, debido a la ocupación de las islas Chincha en Perú, por parte de una escuadra Ibérica. Los propios integrantes de la 4ª Cía, acordaron en octubre de 1864; disolverse el 8 de noviembre siguiente, entregando al Directorio una carta con su decisión, además del material en uso. Ante eso la Institución organizó el 11 de noviembre de 1864 la “Compañía de “Veteranos”, formada por voluntarios de todas las Compañías, quienes se comprometieron a prestar sus servicios hasta que se organizase otra compañía, por lo que prestó servicios hasta el 4 de enero de 1865. El renacer de la 4ª Compañía de Bomberos se concreta a fines de diciembre de 1864, cuando un grupo de 44 jóvenes de Valparaíso envían una carta-compromiso al Directorio del Cuerpo de Bomberos, en la que solicitan ser incorporados como Cuarta Compañía “Bomba Valparaíso”, Diciendo; “Señores del Directorio del Cuerpo de Bomberos. Los abajo firmado sabemos que la “Bomba Valparaíso” al cuidado antes de la 4ª Compañía, se encuentra al presente sin personal que la sirva. Con deseo de propender a reorganizarla i de aprovechar los conocimientos prácticos de antiguos bomberos que se prestan a acompañarnos, hemos alcanzado a reunirnos en número suficiente para instalar desde luego la Compañía i regimentarla conforme al Reglamento del Cuerpo i las disposiciones vigentes del Directorio. Si Uds. nos autorizan i nos hacen entregar la Bomba i útiles adherentes, tenemos fe de que en poco tiempo podremos dar cuenta a Uds. de la completa organización de la Compañía. Aguardando la resolución que Uds. estimen tomar,… les saludamos atentamente y S.S. (Fdo). Manuel A. Velásquez - Juan Aguayo - Manuel Riofrío” El 9 de enero de 1865 se incorporaron los primeros 34 de ellos, considerados como los fundadores de la Compañía, contando también con la colaboración de 25 auxiliares para el servicio. Aceptada la idea, el Directorio, designó a Guillermo Lehmann (2ª Cía.) y Manuel Antonio Del Río (3ª Cía.), Comandante y 2º Comandante respectivamente, para presidir la reunión inaugural y dar a conocer la respuesta del Directorio a la solicitud presentada, la que decía lo siguiente: “Valparaíso, Enero 5 de 1865.- Sometida al Directorio en sesión de anoche se acordó aceptar esta propuesta y se comisionó al señor Comandante (Lehmann) y 2º Comandante (Del Río), para que se pongan de acuerdo con los proponentes sobre la instalación de la Compañía, la elección de oficiales y para la entrega a éstos de los útiles de la Compañía disuelta, que se hallan actualmente a cargo de la Compañía provisoria de Veteranos. (Firmado) J.D.F.R. Budge y Prat Secretario General En la reunión se hizo la entrega bajo inventario del material, y la elección de la primera oficialidad de la nueva 4ª Compañía de Bomberos, denominada en sus primeros años “Bomba Valparaíso”. La Oficialidad fundadora de la “Bomba Valparaíso” para 1865 quedó constituida como sigue: Director : Señor Juan de la Fuente Capitán : “ Pedro Billa Teniente 1º : “ Vicente Espinoza Teniente 2º : “ Antonio Solari Teniente 3º : “ José Raimundo Beecroft Teniente 4º : “ Francisco E. Ardissoni Secretario : “ Emeterio Costa y Ayudante : “ Juan Díaz Gana Para los Cuartinos, la figura del Ilustre Marino y Almirante don Manuel Blanco Encalada, ha sido siempre muy reconocida, por ello el 18 de julio de 1874 se le distinguió como “Patrono” de la Unidad y “Miembro Honorario Vitalicio”, bautizando su primera bomba a vapor con el nombre de “Blanco Encalada”. En 1878, la Compañía toma el acuerdo de cambiar el nombre de “Bomba Valparaíso”, por el de “Bomba Almirante Manuel Blanco Encalada”, como un homenaje más, a este gran marino que fue fundamental en la creación de la Asociación contra Incendios de Valparaíso. Una citación a Ejercicio General aparecida en el diario “El Mercurio” el 21 de enero de 1877, firmada por el Ayudante señor Rebolledo, la identifica como 4ª Cía. “Bombas Valparaíso y Blanco Encalada”, haciendo alusión también a la primera bomba con que contó la 4ª Cía.; la Bomba a Palancas “Valparaíso”. La fecha definitiva de fundación de la nueva “Cuarta” fue, el 9 de enero de 1865. Ello es confirmado también por la carta que al día siguiente envían los señores Lehmann y Del Río, informando al Directorio sobre el resultado de la misión que les fue encomendada. Nuestro primer uniforme, fue una camisa de lanilla azul, metida dentro del pantalón blanco y botas altas de cuero negro encima de éste, además se utilizaba un grueso tahalí de cuerdas y un hacha de mano. El bautismo de fuego, lo tuvo el 25 de febrero de 1865, en el incendio que afectó, un almacén de menestras, en la calle Nueva (hoy Av. Independencia),… allí trabajaron activamente con su bomba a palanca “Valparaíso”, que fue la primera herramienta con que contaron los fundadores. Su primer cuartelero fue don Juan Quezada, quien, al retirarse del servicio bomberil trabajó como portero del muelle fiscal según lo señala don Abraham Bañados V. en su magnífica reseña histórica de los 50 años de la 4ª Compañía. Desde el 31 de diciembre de 1871 la Cuarta contó con un estandarte azul, el que fue bautizado; siendo sus padrinos el Superintendente del Cuerpo de Bomberos, don Juan de Dios Arlegui Gorbea de la 2ª Cía. y su esposa la Sra. Adelaida Mayol de Arlegui. Posteriormente en 1915 dicho estandarte es reemplazado por la bandera nacional, cuya confección fue obra de la señorita Celia Hidalgo. En 1869 la Cuarta adquiere en el Cementerio Nº 1 del cerro del Panteón, las bóvedas Nº 82, 84 y 86, construyéndose el mausoleo, en 1886 bajo la dirección de voluntario y arquitecto “Cuartino” don Fermín Vivaceta Rupio. El primer voluntario que al morir fue enterrado en la bóveda de la Compañía, fue el Teniente 1º y fundador don Vicente Espinosa, fallecido el 31 de julio de 1869. Anteriormente habían fallecido los voluntarios Salustio Lagos el 25 de marzo de 1867 y el fundador don Pedro R. Bañados el 26 de marzo de 1868, los cuales descansan en la tumba de la 3ª Cía. “Cousiño y A. Edwards”, que era más antigua que la Cuarta y ya tenían bóveda en el cementerio. La construcción realizada por Fermín Vivaceta duró hasta 1906 en que fue reconstruida, a raíz de los serios daños recibidos durante el terremoto del 16 de agosto del mismo año. El caballo y el perro, nobles animales en la historia del hombre, también han estado presente en la actividad bomberil de la “Cuarta”, es así que durante 30 años (1895-1925) la compañía contó con 6 nobles caballos conocidos como el “Burro” y el “Moro”, para la segunda Bomba a Vapor Blanco Encalada, el “Coco” para el Gallo-Grifo “Valparaíso”, donado por el señor Ross Santa María, el “Pije”, para el “Gallo Grifo” de similares características al anterior, y el “Brasil” y el “Tuerto” como reemplazantes. También tuvimos dos perros guardianes llamados “Bombín” e “Incendio”. Durante estos 150 años la 4ª Compañía, luego de su fundación, ha tenido varios Cuarteles, entre los cuales podemos destacar el ocupado en sus albores el año 1865. Ese año, la Cuarta ocupó el antiguo edificio del “Estanco del Tabaco”, conocido también como el “Estanco Viejo”, situado en la calle del Arsenal (hoy General Bustamante) del sector puerto de la ciudad, muy próximo de la Quebrada Juan Gómez (hoy subida Carampangue). Esa ubicación le permitía llegar pronto a los lugares con mayor población y estratégicos de la ciudad, es decir el sector Puerto y las bodegas de los Almacenes Fiscales. La construcción era de inicios del siglo XVIII, su nombre proviene del hecho de que allí, el Gobierno, estableció ese servicio tributario en los albores de la República. Luego ocupó una casa en calle del Orden (hoy O’Higgins), de allí otro en calle San Juan de Dios (hoy Condell) con Bellavista. También estuvo en el edificio Manterola contiguo a la Iglesia Presbiteriana “Unión Church”, en la calle San Juan de Dios (hoy Condell), donde actualmente está la alcaldía de la Ilustre Municipalidad, frente a la calle Yerbas Buenas (hoy Eleuterio Ramírez). Más tarde se traslada a la calle San Juan de Dios (hoy Condell) con San Agustín (hoy Molina). Edificio colonial de 2 pisos, de la familia Edwards. Hoy se ubica allí el “Club Naval” de la Armada de Chile. Finalmente en 1894, el Superintendente don Raimundo Devés (5ª Cía.), se reúne con el Ministro de Hacienda don Enrique Mac-Iver Rodríguez, de la 2ª Cía. “Esmeralda” de Stgo., para solicitar un terreno en la nueva Explanada cerca de la Estación del Barón, ello para la construcción de 2 Cuarteles. A los 6 meses, recibe un oficio que señala: Al CUERPO DE BOMBEROS DE VALPARAÍSO.- Se le concede el usufructo de las propiedades que se indican. (Ley 146 promulgada el 2 de enero de 1894 en el Diario Oficial Nº 4707) Por cuanto el Congreso Nacional ha aprobado el siguiente proyecto de lei: “Artículo único. Concédase al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso el usufructo de los sitios asignados con los números 1 y 2 de la manzana que lleva el número 23 en el plano de los terrenos que ha dejado el Malecón construido en Valparaíso. Este usufructo durará hasta por el término de veinticinco años. El Cuerpo de Bombero de Valparaíso podrá hipotecar el terreno cedido hasta por su valor total con el objeto de construir en él, edificios en los cuales se establecerán cuarteles para el servicio. Y por cuanto, oído el Consejo de estado, he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como ley de la República.- Jorje Mont Alvarez Pedro Montt Montt Presidente de Chile Ministro del Interior En 1901 se construye el Cuartel que hasta hoy nos acoge. Era tal el entusiasmo de los “Cuartinos” que se trasladaron antes de finalizar la construcción, y tanto voluntarios como auxiliares trabajaron en la obra, turnándose para realizar las terminación y pintura interior y exterior del edificio, con materiales, adquiridos por suscripciones y erogaciones de los contribuyentes, y de los propios voluntarios. La construcción no alcanzó a ser terminada, pues le afectó el terremoto de 1906. Este movimiento telúrico, dañó gravemente el cuartel, hundiendo gran parte del edificio y agrietándolo en su totalidad, perdiéndose parte de los archivos, finos muebles, cuadros al óleo de distinguidos voluntarios, entre ellos los de los bomberos Pedro J. Echeverría y Máximo Inojosa, como otras reliquias y recuerdos de los albores de la Compañía. El 27 de noviembre de 1924, nos afecta un incendio en una bodega contigua al Cuartel, propiedad de la distribuidora de papeles, cartones y carburo. El fuego arrasó el inmueble dejando convertido en cenizas todo el lugar. Ello a pesar del “aviso premonitorio” expresado por nuestro Director don Ignacio Vásquez y apoyado por don Arturo Fliess de la 9ª Cía. en Reunión de Directorio de 1921. En 1927 el Directorio General acuerda construir un edificio dividido interiormente en tres cuarteles. Exteriormente es arquitectura italiana de estilo Toscano y Florentino. El proyecto y construcción, fue obra del arquitecto titulado… en la U. de Chile y bombero don Enrique Harrington de la 3ª Cía. “Cousiño y A. Edwards”. Luego de la explosión del 1º de enero de 1953, gracias a una Ley especial del Presidente don Carlos Ibañez del Campo, para el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, fue financiada la nueva construcción que cobijó a la 4ª, 5ª y 9ª Cías., siendo inaugurado el de nuestra casa “Cuartina” el 9 de enero de 1965, con motivo de su centenario. Este Cuartel hasta hoy nos sigue cobijando. Ilustres hombres han pasado por las filas de la 4ª Cía., entre sus más preclaros servidores destacan don Federico Santa María, Cornelio Arnold, Emeterio Costa, Manuel Antonio Palacios, el Arquitecto Fermín Vivaceta Rupio. Antonio Fuller, Guillermo Mitchel, José Beecroft, Fortino Macaya, Daniel Sta. Ana, Roberto Mc Farlane, José Grossi, Juan Espic, Abraham Bañados Secretario General e Historiador, el ciudadano Alemán don Julio Adolfo Moser Selinke, Tesorero General Roberto Farmer Vásquez, Juan de Dios Díaz Arancibia Historiador Bomberil, Tesorero General Carlos Stoller Farmer, Superintendente José Fabres Pinto, el Dr. Carlos Cuevas, Luis Marchant Ríos, Gran Comandante de la Institución y Rector de la escuela Industrial de Valparaíso. Oscar Sthandier Jiménez, quien dejó su impronta en la Tesorería General, la que ocupó por siete períodos consecutivos. Periodista y Secretario Gral. Raúl Gorigoitía, el doctor Jorge Kaplán, médico cirujano que realizó el 28 de junio de 1964, el primer transplante de corazón en Chile, en el Hospital Naval Almirante Neff de Valparaíso. Hoy nuestra Compañía cuenta en sus filas, con distinguidos voluntarios, entre otros; Rodrigo Romo, Ex – 2º Comandante, Héctor Retamales, Ex – 3º Comandante, Gregorio Vásquez, Ex – Director y actual Diácono del C.B.V., Leopoldo Lorca, Ex - Oficial Gral., Ricardo Rodríguez Ibáñez. Ex-Comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso y con el Ingeniero Civil Bioquímico y voluntario Ricardo Bravo Oliva, Intendente de la Región de Valparaíso, quienes al igual que todos los que han vestido nuestra sagrada cotona azul con la estrella inmaculada en el corazón, han prestigiado y siguen haciendo gloriosa a nuestra amada “Cuarta”, dejando su impronta en este siglo y medio de brillante trayectoria al servicio de la comunidad. He querido hacer mención especial en esta apretada síntesis de dos grupos de hombres de selección, que han tenido una entrega hasta lo sublime en el cumplimiento de nuestro sagrado deber contraído en forma voluntaria; y que Enrique Mac-Iver califica como… excelsas cualidades y nobilísimos sentimientos. Nuestros voluntarios, al igual que todos los que han integrado la Institución durante 163 años, forman este verdadero ejército de la paz y amor infinito pos su semejantes, aun a riesgo de sus propias vidas; pero ello no ha sido obstáculo, cuando el llamado del clarín a defender a la Patria, les ha trocado la burda cotona de cuero por la guerrera del soldado de Chile y les ha cambiado el pitón por el fusil. Durante la Guerra del Pacífico la “Cuarta” debió pagar un alto precio al,… ver derramada la sangre de los suyos en defensa de la patria y su soberanía. Marcharon al Norte los voluntarios Daniel Martínez, Alejandro Delgado, Vicente Hidalgo, Reinaldo Boltz, Clodomiro Pradel y Guillermo Krauf, quedando para siempre en la sierra desértica, al caer en el campo del honor defendiendo su patria amada, los voluntarios Boltz, Pradel y Krauf. La “Cuarta” ha entregado una cuota importante de sacrificio y heroísmo en la lucha contra el fuego, inscribiendo en el libro del martirologio con letras de oro, los testimonios de heroísmo de sus voluntarios. Es así que han caído en actos de servicio y cumplimiento del deber: El Cuartelero Manuel Paiva Salas (1920); los bombero Orlando Toro Donoso (1955); Francisco Herrera Olivares (1962); Ayudante, Jaime Araya Jasme (1969); Maquinista, Carlos Escobar Gutiérrez (1969) y el voluntario Gabriel Lara Espinoza (2008). Durante este siglo y medio de existencia, la “Cuarta” ha contado con casi una veintena de carros bombas; de ellos quiero destacar particularmente los dos primeros. En efecto, en 1865 la 4ª Compañía “Bomba Valparaíso”, recibió de la Institución su primera “Bomba a Palancas”, fue bautizada “Bomba Valparaíso”, perteneció temporalmente a la 4ª Compañía de “Veteranos” y antes había estado en la 4ª Compañía de Bombas “Española”, disuelta en 1864 por los propios bomberos. Esta magnífica bomba, de doble palancada y de 8” fue construida en los talleres de Willams. C. Hunneman Co. Builders de Boston en Norteamérica, el 19 de abril de 1856. Prestó servicios a su nueva Compañía desde el 1º de abril de 1865 hasta mediados de 1873, y eventualmente hasta el 11 de marzo de 1883, fecha en que la “Bomba Valparaíso” fue vendida a la 1ª Compañía del naciente Cuerpo de Bomberos de San Felipe en la suma de $ 3.000.- Fue re-bautizada como bomba “Aconcagua” Nº1. Esta reliquia participó en el bombardeo de la Escuadra Española a Valparaíso en 1866, en el gran incendio de los almacenes de la Aduana en 1868; en el incendio de la calle de la Planchada (hoy Serrano) y Cochrane, en 1871; el incendio de 1872 que destruyó las residencias de las familias Real, Brown y Orrego en la calle de San Juan de Dios (hoy Condell), y por último el gran incendio que destruyó los edificios del señor Julio Lynch, situados en la Plaza Municipal (hoy Francisco Echaurren García-Huidobro) el 22 de septiembre de 1873 y que ha sido uno de los incendios de mayor duración, pues el fuego fue controlado luego de 21 horas de esfuerzo y trabajo bomberil. La “Cuarta”, comprueba lo importante que es tener una Bomba a Vapor, por ello el 9 de noviembre de 1873 recibe desde Inglaterra una bomba “Merrywaether & Sons”, siendo bautizada oficialmente como “Blanco Encalada” en homenaje al gran Almirante e Intendente de Valparaíso, en la época que fue fundado el Cuerpo de Bomberos. Esta bomba arrastrada a mano, prestó valiosos servicios a la ciudad hasta 1893;… siendo vendida junto con un “Gallo” en $ 5.000.- a la 11ª Compañía “Italiana” de Santiago, quienes la llamaron cariñosamente “La Patita”, y le incorporaron tracción animal. Luego de un tiempo fue enajenada a la 1ª Cía. de San Fernando, donde en 1915 todavía prestaba valiosos servicios. Como testimonio histórico de la “Cuarta”; en 1918 entra en servicio un “Auto-Grifo” con “Portamangueras”, montado sobre un chasis “Hudson”, especial para los cerros de Valparaíso. Al poco tiempo de entrar en servicio, el 1º de enero de 1920, sufrió un grave accidente al chocar contra un poste, desintegrándose por completo su carrocería, pero sin que el motor sufriera desperfecto alguno. Como consecuencia de dicho accidente la “Cuarta” tuvo que lamentar la muerte de su Cuartelero don Manuel Paiva Salas y graves heridas el voluntario don José M. González. Años más tarde este Auto-Grifo fue restaurado y bautizado como Cuartelero “Manuel Paiva Salas”, en homenaje y reconocimiento a su primer Mártir. En 1880, el lema “Abnegación y Constancia”; de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”, fue idea de don Agustín R. Edwards Ross, cuando desempeñaba el cargo de Superintendente (1880-1884). Él decía que el principal requisito para pertenecer a la Asociación contra Incendios de Valparaíso, era “Seguir los impulsos del corazón y tener el propósito de hacer el bien sin más recompensa que la íntima satisfacción” ; esta condición básica, no sólo se ha exigido por ser una actividad voluntaria, sino también porque para prestarla es imprescindible dejar de lado trabajo, familia, placeres y pasatiempos, siempre más gratos que la peligrosa tarea de combatir a ese ente,… no racional, que adquiere vida en un incendio y que destruye todo lo que encuentra a su paso: “El Fuego”. Esa característica ha sido fundamental en el bombero voluntario y esencial para la subsistencia en 163 años del “Cuerpo de Bomberos de Valparaíso”. La idea de servir al prójimo gratuitamente fue adquiriendo forma en cada bombero de mediados del siglo XIX, debido a que al parecer, no existió por parte del gobierno la idea de crear un Cuerpo de Bomberos financiado exclusivamente con aportes del Estado. Tampoco el Comercio estaba dispuesto a financiar en forma permanente la actividad bomberil organizada, considerando que se debería pagar personas que ayudasen al manejo de las bombas y además financiar el material bomberil adecuado, que debía ser renovado cada cierto tiempo. Antiguos libros y archivos de la Institución señalan que los bomberos de antaño se enorgullecían de: “tener en su seno hombres capaces de poner en peligro su vida sin otro interés de salvar lo ajeno y sin otro móvil que hacer el bien”; ello motivó la idea de ser considerado como un organismo de beneficencia y hoy por Ley,… Servicio de Utilidad Pública. Estos bomberos respondían a un íntimo ideal, que estaba fuertemente ligado al sentimiento caballeresco de la Edad Media, pues, sus propósitos eran servir a las causas justas y nobles, y a la protección de los más débiles y desamparados. Por ello la sociedad nos reconoce como “Caballeros del Fuego”, ya que con sus armas la defenderá del enemigo implacable de la ciudad: “Los Incendios”. El deber, la hidalguía, el sacrificio infinito y por sobre todo el honor, no sólo son propios de los caballeros feudales, sino que atributos de los bomberos del pasado como también de las actuales generaciones “Cuartinas” y de las que mañana nos reemplazarán en el combate del fuego. Honor y Gloria eterna a nuestros fundadores, y a todos los hombres que han vestido nuestra Cotona “Cuartina”, cada uno de ellos han transmitido con entusiasmo, la eterna juventud del Cuerpo de Bomberos, de generación en generación por 150 años, manteniendo vivo el espíritu del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. Muchas Gracias. Valparaíso 1851 (hrm/cca)

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viernes, 9 de enero de 2015

Mártir Luis Aixalá Plubins, 10ª Cía. "Bomba España" del Cuerpo de Bomberos de Santiago


LUIS AIXALÁ PLUBINS, nació en Lérida (Cataluña), España. Ingresó a la  10ª Cía. “Bomba España” de Santiago el 23 de febrero de 1928, a la edad de 27 años. Teniente 2º, y Jefe de la Guardia Nocturna de la 10ª Cía., fallecido el 9 de marzo de 1930 a la edad de 29 años, en un incendio declarado a las 21,00 horas en la subida Bellavista esquina Oriente del Cerro Bellavista en Valparaíso.......

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