martes, 31 de marzo de 2015

A 149 Años del Bombardeo de la Escuadra Española a Valparaíso, Chile, el 31 marzo de 1866.

El 18 de septiembre de 1865 cuando Chile celebraba su fiesta nacional, el Presidente de la República don José Joaquín Pérez Mascayano, recibía una nota despachada el día antes desde el puerto de Valparaíso de parte del Almirante don José Manuel Pareja, Comandante de la Escuadra Española en el Pacífico y ex Ministro de la Guerra en España. La nota en cuestión exigía tres condiciones hacia Chile: 1º Saludo de 21 cañonazos al pabellón español de su nave insignia, 2º Indemnización de 3.000.000.- de reales por la negativa de darles carbón y víveres para las naves de guerra, y 3º Envío de un Embajador a la Corte para presentar excusas a la Reina Isabel II de España por el agravio de no entregar pertrechos a las naves españolas….




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viernes, 27 de marzo de 2015

El Cuerpo de Bomberos de Chañaral de las Ánimas, valores y principios que mantienen desde su Fundación el 8 de diciembre de 1878.


El miércoles 25 de marzo de 2015, es una fecha imposible de olvidar para todos los chilenos; el icono de la tragedia que azotó a todos los habitantes de la zona Norte, Regiones de Atacama, Antofagasta y Coquimbo, que se vieron afectadas por fuertes lluvias, crecidas de ríos, aludes, inundaciones cortes de caminos, sus casas destruidas y personas fallecidas. Fue peor que un tsunami, el río Salado arrasó con la localidad minera de El Salado, partió en dos la ciudad de Chañaral, siendo esta una de las más afectadas, ubicada al norte de Caldera, en la Región de Atacama....

Los habitantes para ponerse a salvo, treparon a los techos de sus casas a la espera de ser rescatados por vía aérea. La autoridad declaró “estado de excepción constitucional” en la Región de Atacama y la comuna de Antofagasta, quedando el resguardo del orden público en manos de las Fuerzas Armadas. Esperemos que como siempre ha sucedido en Chile; con la luz de un nuevo día y con el propio esfuerzo de quienes han sufrido la pérdida de sus seres queridos y de todos sus bienes, pero con la ayuda solidaria de todo los habitantes de nuestra patria, se de inicio al proceso de reconstrucción. Hoy que los bomberos se ven enfrentados a una nueva tragedia que afecta a sus comunidades, entre ellas Chañaral una de las ciudades más afectadas por la naturaleza; les enviamos también un saludo solidario de sus camaradas de ideal bomberil del resto de Chile, recordando una reflexión escrita por ellos en su libro “La Historia del Cuerpo de Bomberos de Chañaral” editado en 2007, y que en sus páginas interpreta fielmente la impronta de los bomberos de Chile y que identifica a todos quienes han vestido la burda casaca de cuero, y el casco del bombero voluntario desde el 8 de diciembre de 1878. Los primeros Cuerpos de Bomberos de la República, nacieron como respuesta de la ciudadanía a alguna emergencia catastrófica como grandes incendios o a fenómenos de la naturaleza que han azotado desde siempre a ciudades y pueblos a lo largo de nuestra patria. Como ejemplo podemos señalar el gran incendio del 15 de diciembre de 1850 que afectó gran parte de la ciudad de Valparaíso y que generó la creación de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”, primer puerto de la República. De igual forma como consecuencia del incendio de la Iglesia de San Manuel de la Compañía de Jesús en Santiago, el 8 de diciembre de 1863 motivó a los jóvenes de la Capital de la República a fundar el Cuerpo de Bomberos de Santiago el 20 de diciembre de 1863. Chañaral no fue la excepción y es así que tras un incendio que a mediados de año afectó gran parte del sector Puerto, en la calle de la Chimba (hoy Merino Jarpa), entre Los Baños y Conchuelas, como también el maremoto que poco tiempo antes destruyó parcialmente el sector central de la ciudad, motivaron a sus habitantes a fundar el 8 de diciembre de 1878 una organización de voluntarios similar a los ya creadas en otras ciudades de Chile. Es tan interesante la génesis del Cuerpo de Bomberos de Chañaral de las Ánimas, que próximamente entregaremos antecedentes históricos referentes a su fundación. Hoy nos concentramos en destacar la actuación tan heroica como abnegada y silenciosa de los bomberos de Chañaral y su reflexión sobre la elección de los caminos que ofrece la vida a de hombres y mujeres señalando:…… “A cada hombre y mujer, la vida nos regala la opción de elegir nuestros propios caminos y quizás, si entre todos ellos, esos que nos permiten hacer algo más que por nosotros, sino por otros y para otros, sean los que a la hora del balance final, mejor rentan en términos de las razones esenciales de Ser. Abrazar la causa de Ser Bombero, es uno de esos caminos, en el cual orgullosamente somos Gente que Corre para Ayudar a la Gente. Somos hombres y mujeres humildemente agradecidos de haber recibido el regalo de una vocación como esta, pero también como esta, pero también somos hijos del ejemplo de los que hicieron el camino antes que nosotros. Quines formamos las legiones de Bomberos de Chile, somos tipos singulares… quizás benditamente singulares. Basta que en cualquier hora del día o de la noche suene una sirena, para que seamos capaces de dejar todo lo que para muchos y también para nosotros vale tanto como familia, sueño, descanso, trabajo, hogar o amigos y correr con todas nuestras fuerzas porque algo le está pasando a otros, generalmente a gente que no hemos visto nunca y de quienes probablemente ni siquiera sabremos sus nombras, pero que están apresados entre fierros en un accidente, que sufren los efectos de un techo que no soporta la lluvia, que están amenazados por las llamas, que cayeron por un acantilado, o que están sepultados por un derrumbe en el fondo de un pique minero… o ¿porqué no?, hasta cuando está en peligro un perro por el cual llora un niño, para reaccionar con todas nuestras fuerzas, espíritus y medios, buscando simplemente Ayudar. No es raro que tras horas de esfuerzos volvamos a nuestros cuarteles, agotados, sucios, mojados, muchas veces impactados por lo que nos ha tocado enfrentar, e incluso no pocas veces incomprendidos por quienes nos juzgan desde la cómoda y segura butaca de espectador o comentarista de los hechos. Pero volvemos felices y conformes con nosotros mismos y con nuestros actos, porque fuimos capaces de ser útiles frente a la desgracia de otros y no pocas veces, hasta pelear y arrebatarle una vida a la muerte. Es que la esencia del Bombero es así. Para nosotros no hay feriados, horas ni turnos que nos permitan desentendernos de la misión. No hay días libres ni pago o remuneración material por lo que hacemos… excepto la recompensa invaluable de Saber que lo hicimos. Simplemente así somos los Bomberos Voluntarios… ¡Y que bendita suerte que la vida nos haya regalado la oportunidad de poder ser de esta manera!
Valparaíso 1851 (hrm/cca)

Fuente de referencia "La Historia del Cuerpo de Bomberos de Chañaral". Agradecimientos especiales a don Fernando Pérez Tapia, Supertintendente del Cuerpo de Bomberos de Chañaral, quien tuvo la gentileza de enviarnos el libro de la historia Institucional editado en 2007 y financiado por el Fondo para el Fortalecimiento de las Expresiones Artísticas y Culturales del Gobierno Regional de Atacama y el aporte de la empresa regional Vecchiola S.A.

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domingo, 22 de marzo de 2015

Fundación del Cuerpo de Bomberos de Villa de San Ambrosio de Linares, el 4 de octubre de 1896.


La idea de fundar una organización bomberil en la actual ciudad de Linares, nació de un grupo de entusiastas mutualistas en el seno de una respetable institución, como la Sociedad de Socorros Mutuos “La Unión”, de la Villa de San Ambrosio de Linares, de la cual era presidente, en aquel tiempo el profesor don Manuel Sepúlveda y Parra. El principal gestor de la magnífica idea de crear una Institución bomberil para enfrentar los incendios, fue precisamente este distinguido educador, quien convocó a una reunión de vecinos, a raíz de un gran incendio, que no pudo ser combatido ni controlado por la dramática falta de elementos…


Por ello gran parte de los miembros de aquella Institución, se reunieron el 25 de septiembre de 1896, a fin de echar las bases y organizar la 1ª Cía. de Bomberos de la Villa de San Ambrosio de Linares, cuya ciudad estaba expuesta a los incendios, por las construcciones poco seguras de la época -siglo XIX-, la abundancia de maderas y coligues y la ausencia de las más elementales normas de seguridad, lo que hacía necesaria la presencia de bomberos. Manuel Sepúlveda y Parra, Principal gestor de la creación del Cuerpo de Bomberos de Linares; nació en el fundo San Gabriel (1871). Profesor del Liceo de Linares hasta 1924; luego se dedicó a la agricultura en su fundo de Dañilcaqui (nido de águilas, 3 kms. al oriente de la estación de Putagán). Aparte de la docencia, periodista, fundador del Cuerpo de Bomberos, líder de la Sociedad de la Unión, Asamblea Radical y Club de La Razón. Ya en 1831, 1865 y 1890 se sucedieron horrorosos incendios que amenazaron propagarse a toda la ciudad, sin que nadie intentara una acción defensiva. Fue así como la tragedia del 8 de Julio de 1896, cuando se incendió completamente una bodega en calle O'Higgins, a cuadra y media de la Plaza; con numerosos heridos y daños materiales y donde las llamas casi envuelven a una manzana entera, causó gran preocupación entre los ciudadanos. Como si fuera poco, otra tragedia similar se produjo en la tarde del 03 de Octubre de 1896, en calle O'Higgins con Max Jara, al volcarse un brasero que provocó otro siniestro, esta vez con mayores proporciones y riesgos, emergencia que nuevamente colocaba en jaque al corazón mismo de la villa linarense y sus habitantes. Damos a continuación esa convocatoria, la cual, aunque sencilla en su forma, en su fondo encerró una idea de sublime altruismo: …“Los infrascritos, deseamos echar las bases de un Cuerpo de Bomberos en esta ciudad con el fin de resguardar de los incendios las propiedades”. Ante los escombros aún humeantes, el joven y talentoso vecino y Profesor del Liceo de Hombres don Manuel Sepúlveda y Parra con el consejo y apoyo del Intendente Guillermo Blest Gana, pensó en fundar una Compañía de Bomberos. Sin mayores dilaciones, el profesor Sepúlveda y Parra, redactó una circular convocando a los vecinos, para el 04 de Octubre de 1896, en el Hotel Central, donde se levantó más tarde la residencia del señor Obispo, lado norte de la Catedral; para echar las bases de un Cuerpo de Bomberos, el número 33 de Chile. La sesión se realizó con gran éxito en el salón principal del Hotel. Hubo una magnífica asistencia de vecinos e interesados en participar activamente en esta iniciativa; se levantó el Acta y se eligió una Directiva Provisoria, para organizar esta noble Institución. El 7 de diciembre de 1896 se constituyó su primer directorio definitivo, quedando integrado por los siguientes nuevos bomberos: Director don Guillermo Blest Gana, Capitán don Antonio López Pérez, Secretario don Carlos Evans, Teniente 1º don David Díaz, Tte. 2º don Manuel Mario Bravo, Tte. 4º don Francisco Blest y Ayudante don Arturo Villarroel. A esta iniciativa el vecindario y el comercio respondió generosamente, reuniendo los recursos necesarios para adquirir en el Cuerpo de Bomberos de Talca, una Bomba a Palancas en $ 1.200.-. Cinco años más tarde, nuevamente la comunidad realiza un esfuerzo económico para adquirir una Bomba a Vapor, la adquisición se realizó en Santiago, por la suma de $ 5.000.- Ese mismo año la I. Municipalidad de Linares representada por su Alcalde don Benjamín Novoa, cedió el terreno donde hoy se levanta el cuartel; fue construido también mediante al aporte de la ciudadanía, quedando terminado en el año 1903. Gracias a las gestiones del Capitán de la 1ª Cía. Arturo Villarroel se logró que don Ricardo Lyon Pérez (casado con Loreto Cousiño Goyenechea, hija de don Luis Cousiño Squella primer Director de la 3ª Cía. “Cousiño y A. Edwards” del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso y de Isidora Goyenechea) donara un carro Porta Escalas, logrando despertar el deseo por parte de la ciudadanía de fundar una Compañía de Ganchos, Hachas y Escalas. Es así que el 15 de febrero de 1902 como consecuencia de un voraz incendio que afectó a la ciudad de Linares, se vio la urgente necesidad de crear una Unidad que apoyara a las de agua y capaz de localizar el fuego durante los siniestros. El día señalado se reúnen bajo la presidencia del respetable caballero don Antonio Lamas B. los señores Heriberto Andreo, Aurelio Aguilar, Moisés A. Landaeta, Isidoro Bustos, Manuel Antonio Carreño, Arturo Cornejo, José Valenzuela, Manuel S. Cañón, José Gangas, Federico Zehnder, T. Anatolio Ramos, José Miguel Herrera, Amador Sandoval, Valentín Segundo González, Pedro Pablo Urrutia, Fernando Palomo, Francisco A. del Campo, Tomás Sepúlveda Zúñiga, José Longino Correa, Luis Yerbis, Salustio González, Fortunato Martínez y Ambrosio Tapia. Luego de conversar y acordar una directiva de unidad, quedó constituida la 2ª Compañía de Hachas y Escalas, con la siguiente Oficialidad: Director don Pedro Canales, Capitán don Heriberto Andreo, Teniente 1º don Amador Sandoval, Teniente 2º don Aurelio Aguilar, Teniente 3º don Federico Zehnder, Secretario don Francisco A. del Campo, Tesorero don José Miguel Herrera y Ayudante don Tomás Sepúlveda Zúñiga. Luego de una breve permanencia en el cargo, renuncia a este el Sr. Canales, siendo designado en su reemplazo a don Horacio Parada B. Para su organización se tomó como base el material del carro Porta Escalas que tenía la Primera Compañía, cuyos elementos fueron entregados a la “Segunda”. En reunión celebrada el 5 de abril del mismo año se acuerda bautizar a la nueva Unidad bomberil con el nombre de “Segunda Compañía de Bomberos Arturo Prat de Hachas y Escaleras”. En esa misma sesión se designó una comisión encargada de confeccionar el Estatuto y Reglamento de la Compañía, la que integraron los bomberos señores Francisco A. del Campo, Tomás Sepúlveda, José M. Herrera y José Sandoval. Esta Comisión cumplió su cometido presentando en Sesión del 7 de agosto del mismo año un proyecto de Estatuto y Reglamento, que fue aprobado por la asamblea sin modificación alguna. En 1915 la 2ª Compañía de Bomberos instaló su cuartel en calle Cinco de Mayo (luego Cinco de Abril hoy Paseo Linares de Jaén) esquina con Freire. A fines del año 1919 se reunieron en el Teatro Victoria los señores Rejinio del Villar, Ricardo Donoso, Humberto Andreo, Recaredo Loyola, Ramón Haz, Ernesto Vargas, Sebastián Avendaño, Juan Scheid, Bernardino González, presidido por el Comandante General del Cuerpo don Arturo Villarroel y echaban las bases de la 3ª Compañía de Bomberos de Linares. El día 21 de diciembre de 1919 fue fundada esta nueva Unidad del Cuerpo de Bomberos de Linares, siendo su primera oficialidad: Director don Rejinio del Villar, Capitán don Humberto Andreo, Teniente 1º don Jermán del Campo, Teniente 2º don Ernesto Vargas, Secretario don Ramón Haz, Tesorero don Sebastián Avendaño, y Maquinista don Juan Scheid. A los pocos días la 3ª Cía. adquirió de la 1ª Compañía de Bomberos de Curicó una excelente bomba a vapor francesa marca “Thirion Fills” y un gallo porta mangueras por la suma de $ 6.000.- valor que fue pagado completo en el plazo de un año. En sus inicios la 3ª Cía. no tenía cuartel propio y gracias a la generosidad de la 1ª Cía. pudo guardar su material Rodante y menor en el cuartel de la 1ª Cía. Al crearse, el 21 de diciembre de 1919, la 3ª Compañía de Bomberos, sus fundadores hicieron gestiones para adquirir un edificio propio como el de las dos compañías existentes en la ciudad: desde el 4 de octubre de 1896, la 1ª Compañía y desde el 31 de enero de 1902 la 2ª Compañía. No fue posible adquirir alguna propiedad y se convino en fijar la residencia de la 3ª Compañía en el mismo local de la 2ª, ya instalada en Cinco de Mayo. La nueva Compañía inició sus primeros pasos al lado de la 2ª; en la cual se había distinguido -como socio fundador- el activo industrial Amador Sandoval, que falleció el 30 de septiembre de 1931, con el honor de haber sido uno de los más firmes puntales de esta generosa institución. La 1ª Compañía funcionaba en un cuartel que era propiedad de la Municipalidad, ubicado en la Avenida Valentín Letelier. El gobierno de 1928 pidió a la Junta de Vecinos, que dicho local fuese cedido para construir el Escuadrón de Carabineros. Fue así como, en sesión del 1º de agosto de 1928, se acordó traspasar al Fisco tanto el Cuartel de la Bomba, como el de la Policía de Aseo que se encontraba en sitios anexos. A principios de siglo (1900) se levantó el edificio de la 1ª Compañía de Bomberos, en el cual funcionó hasta 1925 el histórico Teatro de la Bomba, la sala de espectáculos más famosa que tuvo Linares en la época, este centro artístico acogió con cariño y amable hospitalidad todas las actividades espirituales del ambiente provinciano, en cuanto a la expresión teatral y cultural artística en general. Fue la cuna junto al teatro Victoria de los balbuceantes ensayos culturales y en su época cumplieron ampliamente su cometido. Destacamos algunos eventos que se llevaron a efecto en el Teatro de la Bomba. Por ejemplo, el 27 de agosto de 1909 se ofreció al Obispo Jara uno de los festines más espléndidos, en memorable ocasión. Este escenario de eventos dejó gratos recuerdos y notables momentos vividos en Linares. El Municipio linarense determinó construir un kiosco (frente al Escuadrón de Carabineros), para alegrar al vecindario con las retretas de la Banda, que dirigía el Maestro Atanasio Aravena. La obra se inauguró, en medio del entusiasmo ciudadano, el 17 de septiembre de 1897. En julio de 1902, el artista Chesneau trazó alrededor del kiosco, un parque llamado de los Bomberos, por estar construido frente al Cuartel de la Bomba. El parque se terminó el 16 de septiembre de 1903, fecha de su inauguración. Duró, como tal, hasta el año 1924 cuando se comenzó a destruir y la última “barrida” la provoca un huracán que se hizo sentir en la zona, el 4 de junio de 1934 (a las 11:06 hrs.). El kiosco había caído el año 1933. Organización Administrativa del Cuerpo de Bomberos de Linares. Administrativamente la autoridad máxima y Representante Legal de la Instituciones es el Superintendente. La segunda autoridad que lo reemplaza en caso de ausencia es el Vice-Superintendente. Conforman el Directorio General, un Secretario General, un Tesorero General, y los Directores de Compañías, completando las autoridades de la Institución los Directores Honorarios de ella. En la actualidad el Cuerpo de Bomberos de Linares, está constituido por cinco Compañías y dos Brigadas Juveniles, dependientes de la Primera y Cuarta Compañías y cuenta con 150 bomberos aproximadamente. Siete carros de agua, un carro de Rescate equipado, carro de Telescópico, un carro Porta Escalas y un carro bomba Forestal 2014. Además un furgón institucional para traslado de bomberos. Primera Compañía de agua, “Bomba Linares” fundada el 04 de Octubre de 1896 y cuyo lema es “Trabajo y Disciplina”. Segunda Compañía de Hachas y Escalas, “Arturo Prat”, fundada el 31 de enero de 1902 cuyo lema es “La Igualdad” Tercera Compañía de agua “Manuel Rodríguez” fundada el 21 de diciembre de 1919, cuyo lema es “Abnegación y Disciplina”. Cuarta Compañía de agua, fundada el 26 de Agosto de 1991, cuyo lema es “Sirviendo con Valor y Respeto”. Quinta Compañía de Especialidades “Mártir Guillermo González Rojas”, fundada el 23 de diciembre de 1996, cuyo lema es “Per vita” Brigada Juvenil Primera Compañía: “Juan Movillo Enderli, fundada el 24 de Junio de 1964. Brigada Juvenil Cuarta Compañía: “Luis Espinoza García”, Fundada el 26 de Agosto de 1997. Es importante para las nuevas generaciones de bomberos de Linares y de Chile; recordar las palabras de Monseñor Miguel León Prado, designado obispo el 27 de diciembre de 1925, quien tomó posesión de la Sede Episcopal de Linares; el 25 de abril de 1926, estando a cargo de la diócesis hasta el 3 de marzo de 1934. En esos ocho años, a pesar de su avanzada edad, visitó todas las parroquias, creó en 1930 la Parroquia de San Miguel Arcángel de Colbún, y Nuestra Señora del Carmen en Nirivilo el año 1933. Trabajó incesantemente para formar asociaciones piadosas y sociales, dándole principal importancia a la organización de la Acción Católica. Cuando se fundó la capital de la Diócesis se la bautizó con el nombre de San Ambrosio para hacerle un homenaje al Gobernador don Ambrosio O’Higgins, y se le añadió también Linares para congraciarse con el Intendente de Concepción don Francisco de la Matta Linares. Así quedó como Villa de San Ambrosio de Linares. La mayor preocupación del Obispo Miguel León Prado fue la escasez de recursos económicos, situación agravada con la destrucción de la antigua Iglesia de Linares y otras edificaciones del Obispado a causa del terremoto de 1928. Sin embargo, el 1º de mayo de 1932 bendijo la primera piedra de la nueva Catedral, encomendándole la obra al arquitecto Víctor Veglia. Su deceso ocurrió el 3 de marzo de 1934. Sus restos reposan en la Cripta de la actual Catedral de Linares. El obispo León Prado admiraba el trabajo bomberil, dejando a las nuevas generaciones su reflexión:… “La abnegación y el espíritu de sacrificio que reina en los miembros de esta noble institución, es la causa del éxito y de los triunfos más gloriosos en las más nobles empresas en que están empeñados. Siempre adelante como flecha al blanco, como el imán al Norte”.                     

Valparaíso 1851 (hrm/cca)

Gracias al aporte histórico de Iván Negrete Rivera, Secretario General del Cuerpo de Bomberos de Linares. Antecedentes y material histórico del Bombero Honorario de la 5ª Cía, “Mártir Guillermo González Rojas” de la misma Institución, Hugo Bravo Escobar. Del Libro “Álbum Histórico de los Cuerpos de Bomberos de Chile”. De don Manuel Quevedo Méndez, Biografía de Calles de Linares, Revista Pueblos y Campos de Linares. Recopilación de los autores Horacio Rodríguez Mc Kenna y Carlos Carvajal Araya.

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miércoles, 18 de marzo de 2015

100 Jahre nach dem Untergang der Leichte Kreuzer S.M.S. "Dresden", der Kaiserlichen Marine am 15. März 1915.


Estoy realmente muy emocionado y contento de poder saludar hoy en esta Aula a la afamada Orquesta de vientos Riesa-Dresden, la cual se encuentra realizando durante estos días una gira muy importante en nuestro país. Los 28 músicos han llegado recientemente desde Alemania, y zarpan mañana rumbo a Juan Fernández a bordo del buque Aquiles de la Armada chilena, para participar en las ceremonias de conmemoración de los 100 años del hundimiento del crucero “Dresden” en la bahía de dicho archipiélago, un verdadero hito entre los múltiples acontecimientos bélicos de la historia de la primera guerra mundial. Ellos han querido estar presentes hoy en Viña del Mar, para compartir con nosotros la música que traen desde Sachsen (Sajonia), por lo cual les queremos expresar nuestros más sinceros agradecimientos....

Permítanme por favor unas breves palabras en idioma alemán: Sehr geehrte Musiker des Bläserensembles Riesa-Dresden: Es freut mich ganz besonders sie heute Abend in der Deutschen Schule zu Valparaíso begrüssen zu dürfen, und wir alle heissen sie in unserer Stadt herzlich willkommen. An erster Stelle möchte ich Ihnen ganz besonders dafür danken, dass sie trotz des kurzen Aufenthaltes in Valparaíso doch noch die Zeit gefunden haben, dieses Konzert in unserer Deutschen Schule bieten zu können. Sie werden in den kommenden Tagen eine sehr interessante Reise auf die Juan Fernández Insel unternehmen. Am 14. März jährt sich der Untergang des deutschen Kreuzers „Dresden“ zum 100. Mal, und sie werden die Feierlichkeiten mit schoener Musik begleiten. Wir sind Ihnen dafür sehr dankbar und wünschen Ihnen eine gute Fahrt und viel Glück und Erfolg auf dieser abenteuerlichen Insel. Junto con manifestarles nuestro mayor reconocimiento por su valiosa participación, quiero a continuación hacer una breve reflexión sobre los hechos históricos que sucedieron hace 100 años y que motivan esta conmemoración. El SMS (Seiner Majästet Schiff - Barco de su Majestad) Dresden fue un crucero ligero (Kleiner Kreuzer) de la Marina Imperial Alemana (Kaiserlichen Marine), cuya botadura tuvo lugar en el puerto de Hamburgo en 1907. Fue el primer crucero alemán equipado con turbinas tipo Parsons y cuatro hélices navales tetrapalas, que le permitían alcanzar una velocidad de hasta 27 nudos. Durante 1914 recibió instrucciones de dirigirse hacia Isla de Pascua, para unirse a la flota del almirante Maximilian von Spee. Desde ahí los buques de Von Spee zarparon hacia la costa sudamericana, específicamente rumbo al cabo de Hornos. Participó en la batalla de Coronel el 1 de noviembre de 1914, donde la flota alemana resultó victoriosa ante la inglesa. Posterior a dicho triunfo, la flota del almirante Von Spee realizó una parada de abastecimiento en el puerto de Valparaíso, y la tripulación fue bienvenida por la colectividad alemana residente en los salones del Club Alemán de Valparaíso. En la batalla de las islas Malvinas el 8 de diciembre del mismo año, la armada inglesa al mando del vicealmirante Sir Frederick Sturdee, hundió a casi todos los navíos de Von Spee. El SMS Dresden fue el único navío sobreviviente gracias a sus turbinas, que le dieron mayor velocidad durante el forzado escape. Bajo el mando del Comandante Lüdecke, El SMS Dresden navegó por los canales patagónicos en busca de refugio. Una vez agotado el carbón, se mantuvo escondido en estrechos canales patagónicos chilenos por espacio de varios meses y cambió de posición en muchas ocasiones, dentro de la misma zona. La tripulación sobrevivió gracias a la caza, pesca y fuentes de aguas naturales, así como a la ayuda de alemanes residentes en Chile. A fines de febrero de 1915 y estando ya en condiciones de navegar, emprendió la llamada ruta de los veleros hacia Oceanía. Con sus reservas de carbón alarmantemente bajas, el crucero buscó abastecimiento el 2 de marzo en puerto chileno, en la bahía Cumberland en la isla de Más Adentro, actual Archipiélago Juan Fernández. La gobernación chilena sólo ofreció algunos días de reparación. Estando en estos trámites, una fuerza inglesa compuesta por los cruceros HMS Kent, HMS Orama y HMS Glasgow lo sorprendió fondeado, el 14 de marzo de 1915. Lüdecke, imposibilitado de escapar o hacer frente, e intentando ganar tiempo para preparar la nave para su hundimiento, hizo subir bandera de parlamento, y envió a uno de sus oficiales al HMS Glasgow a parlamentar, pero los ingleses lo ignoraron y comenzaron a disparar. El Dresden hizo algunos disparos, pero una batería de popa fue alcanzada muriendo siete tripulantes. El capitán Lüdecke ordenó desembarcar la tripulación y preparar el hundimiento de su nave: Algunos miembros de la tripulación hicieron explotar la santabárbara de proa y abrieron las válvulas de fondo, para luego lanzarse a nado para alcanzar la orilla mientras el crucero imperial comenzaba a hundirse a las 11:35 horas. Los heridos más graves fueron atendidos por los mismos ingleses y trasladados a Valparaíso en el transporte Orama. Más tarde el crucero chileno Esmeralda se presentó y trasladó a los restantes marinos a Concepción. La tripulación fue internada en la isla Quiriquina por el resto de la guerra. Algunos integrantes lograron fugarse, el resto decidió unirse a la comunidad alemana residente en Chile, y hasta el día de hoy se encuentran varios descendientes viviendo aún en nuestro país. Hoy, 100 años después, las naciones de Chile, Alemania e Inglaterra han querido conmemorar dichos acontecimientos históricos con una serie de actividades, entre ellos una destacada exposición histórica denominada “La Primera Guerra Mundial en Chile – El destino del Crucero ligero S.M.S. Dresden” que ha estado presentándose en diferentes ciudades de Chile, incluyendo nuestro puerto. En Junio del año pasado, el gobierno alemán donó al Museo Marítimo de Valparaíso una réplica de la campana del crucero Dresden, copia perfecta de la campana original de 144 kilos de peso en bronce que, en febrero de 2006, fue rescatada por buzos chilenos y alemanes. Esta semana se conmemoran estos acontecimientos históricos en presencia de una serie de autoridades, entre ellos los embajadores de Alemania y de Inglaterra, en la isla Juan Fernández, lugar en que aún yace el crucero Dresden, declarado monumento nacional, en el fondo marino, a 75 metros de profundidad. El gobierno alemán hará entrega de una segunda réplica de la campana del crucero Dresden a las autoridades isleñas para que sea exhibida en el museo de dicha localidad. Esta campana constituye un verdadero símbolo para destacar nuevamente y de manera muy especial las relaciones estrechas entre las naciones de Chile y Alemania. En el marco de estas celebraciones, se hace presente la orquesta de vientos “Riesa-Dresden”, por lo que la Comunidad Chileno-Alemana de nuestra región quiere manifestarles sus más cordiales agradecimientos y desearles buena mar y excelente ventura en este interesante viaje a Juan Fernández. Muchas gracias por su gentil atención. Viña del Mar, 10 de Marzo 2015 

Valparaiso 1851 (hrm/cca)

Discurso del Cónsul de Alemania Dr. Jan Karlsruher, pronunciado el martes 10 de marzo en el Colegio Alemán de Valparaíso con motivo de la visita a Chile de la Orquesta de vientos Riesa-Dresden de Alemania, con motivo de la conmemoración en la Isla Juan Fernández del centenario del hundimiento del S.M.S. "Dresden" (crucero ligero) en la Bahía Cumberland.

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domingo, 15 de marzo de 2015

La 13ª Cía. de Bomberos de Valparaíso “Bomba Placilla” instala Memorial a su benefactor don Fernando Vallejos Casanueva, con motivo del traslado al nuevo Cuartel en Placilla de Peñuelas.


…. En el instante en que cualquier Institución deja definitivamente el lugar que la vio nacer y donde desarrolló por largos años su fecunda actividad, se hace una retrospección valórica de todo el largo acontecer de hechos, acciones, trabajos, rutina y justificación de su plena existencia, con el único propósito de que; el incansable afán de continuidad progresiva, permanezca como el objetivo marcado desde su fundación. En nuestro caso, como Decimotercera Compañía “Bomba Placilla” del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, ha sido y es atender a la comunidad cuando nos llama en su angustia y dolor, cuando clama desde la desgracia y la aflicción, con la confianza cierta, de que serán auxiliados por hombres dispuestos y consagrados vocacionalmente, prestos al sacrificio, sin estridencias ni gestos suntuosos, sino con una conducta efectiva, recatada e incógnita....
La creación de nuestra Compañía no fue un trabajo simple; convencer a los reacios; tranquilizar a los desconfiados, conducir una correspondencia que al no recibir la oportuna respuesta hubo de ser reiterada una y otra vez, salvar los inconvenientes que originaba la construcción de un Cuartel, previa adquisición de los terrenos, constituyó un trabajo de no fácil ejercicio para traer el ideal a la realidad. Este fue el principio donde se elaboró la raíz del árbol que hoy somos….El éxito alcanzado es evidente, pues lo que en sus comienzos se presentó como un desafío difícil de concretar, el imperativo de ser solidarios nos impulsó a satisfacer el mandato y el clamor de la comunidad. Desde su fundación sus constructores sostuvieron la premisa de que la perennidad de una Unidad Bomberil, se debe fundamentar en; practicar el ideal, realizar el bien y llevar de continuo en el alma los valores permanentes del espíritu; que cada uno de sus integrantes sea un elemento socialmente útil y eficazmente preparado para forjar su destino; capaz de cumplir una permanente, renovada y perfectiva actividad personal, por una parte y por otra, desarrollar una acción inteligente, responsable, noble, concertada en el beneficio colectivo, de contribuir en el mejoramiento y elevación de las formas de vida de la localidad en que yace su ser, su existir y su hacer. En síntesis, se construyó con el sello inconfundible de la abnegación y el amor insobornable hacia la Patria y a la humanidad sufriente. Señores, en esta oportunidad y en justicia, entregamos nuestro reconocimiento más hondo a aquellos Bomberos Fundadores, que con bondadosa dedicación sostuvieron en el tiempo la vida y la existencia de nuestra Compañía; ellos fueron ejecutores directos y eficientes de la Obra. Entre tantos otros, nombraremos a algunos que la memoria todavía nos permite sin mayores indagaciones traerles a esta ceremonia. Ellos son: Pedro Barrales, Silvio de Paoli, Carlos Jorquera, Ramón Espinoza, Osvaldo Mauricio Palma, José Espinoza, Pedro, Samuel y Juan Barrales, Mario, Edgardo y Jaime Retamal, Juan, Luis Guillermo Cortés, Hugo Bugueños (padre), Hugo Bugueños (hijo) y Jorge Bugueños, Mauricio Vallejos, Efraín González, Patricio Uribe… Gonzalo Garate, José Yáñez, Patricio y Jaime Torres, Cesar Aballay, Miguel Rivas, Héctor Francisco Pacheco, Miguel González, Gumersindo Gastón Iturrieta, Rodrigo Espinoza y Enrique Domacin entre otros. Todos ellos hombres valiosos, que contribuyeron a la esforzada construcción de lo que hoy somos. No haremos por ahora reseñas biográficas de su participación en la dirección y manejo institucional, en nuestros archivos encontramos abundante información de sus brillantes carreras bomberiles; bástenos señalar que todos, sin excepción, cumplieron fielmente su compromiso, su involucramiento en el quehacer del Bombero porteño, tomando parte en la actividad directiva en el Cuerpo y consecuentemente en la Decimotercera. Sin embargo, resulta oportuno en esta significativa ocasión, nombrar a quienes hoy, aun comparten ideales y principios con ejemplar perseverancia y fe en la Institución donde han realizado su vocación de servicio con celo y fervor. Ellos constituyen todavía las vigorosas columnas que sostienen el ideal del Bombero de Placilla. Están aquí, haciendo presencia y, tras una fructífera trayectoria, sin vanagloria ni arrogancia, continúan compenetrados del valor de las actividades institucionales y su destino. Ellos son los seis fundadores que aun permanecen en nuestras filas: Manuel González, Vicente Espinoza Alvarez, Fernando Vallejos Espinoza, Enrique González, Humberto Espinoza Avarez y Patricio Ruiz. Al dejar nuestras antiguas instalaciones, este sencillo pero acogedor recinto que por tantos años nos cobijó, resulta oportuno mencionar a quien fuera nuestro más insigne benefactor, al hombre que no escatimó recursos personales para adquirir el terreno donde se construyó el necesario Cuartel, donde se desarrollaría la actividad de la “Bomba Placilla”, se trata de don Fernando Vallejos Casanueva. Don Fernando lideró el proceso de consecución del área que se necesitaba para levantar una sencilla edificación, sumando su elevado aporte económico a las erogaciones de la comunidad, llevó a la realidad el proceso de tanta significación para los noveles bomberos, que soñábamos con disponer de Casa Bomberil propia, desde donde brindarían sus servicios a la población de nuestra querida Placilla de Peñuelas. Esta Placa testimonial que descubriremos, en medio de la emoción que momentos de tanta trascendencia suscita; viene a ser el instrumento que, como un culto fervoroso rendimos al suelo en que vio la luz la “Decimotercera”, y un merecido homenaje a don Fernando, sin olvidar que no hay movimiento de edificación donde no hayan dejado sus huellas una larga pléyade de hombres que encabezaron las primeras “Listas” de los Bomberos de la Compañía, y que por largos años sirvieron y un grupo de sobrevivientes lo siguen con abnegación y lealtad de entrega ilimitada a esta noble causa bomberil. Apreciados amigos, nosotros los más viejos, nos regocijamos al ver a nuestros jóvenes Bomberos, y a las futuras generaciones, cumpliendo con su deber dueños de sí mismos; posesionados de la importancia de su rol; consecuentemente, me asiste la convicción de que ante una sociedad marcada por las deficiencias morales, junto con instalarnos en el nuevo Cuartel, será un imperativo categórico el desarrollo de un proceso formativo que en sus dimensiones éticas se deben sostener y más aun, promover su cultivo, pues el valor moral, rectitud y clara conciencia de la función que cumplimos, nos exige una formación ética más elevada que la que practica el común de la sociedad contemporánea. La vigorosa juventud que está llegando, es sangre nueva que llega a revitalizar nuestros cuadros y robustecer nuestra Institución con el aporte generoso de su entusiasmo y de su decidida e histórica voluntad de trabajar activamente por el bien de la “Bomba Placilla”. Desde esta perspectiva, urge practicar una rigurosa selección de nuestros futuros Bomberos, para con ellos formar las recias personalidades que en el porvenir serán los que conducirán los destinos de nuestra querida Compañía. Los pocos viejos Bomberos que han agotado sus energías al servicio de la Institución, que han pugnado por decenas de años, y que no se rinden ni esperan otro armisticio que la muerte, celebramos alborozados este magno acontecimiento, con la esperanza cierta de que los nuevos Voluntarios nos ofrecerán un luminoso porvenir cuando comprobemos que una parte considerable de la juventud, sana, viril y estudiosa, reaccione con la madurez del hombre formado, afianzando el optimismo y nos permita mirar con serenidad y complacencia el futuro de nuestra Unidad, ya definitivamente instalada en el Cuartel que con tanta generosidad y altruismo edificara para nuestra Compañía la “Fundación George Mustakis Dragona”, para quienes ofreceremos en su oportunidad un digno y merecido reconocimiento de gratitud porque “No hay agradecimiento en donde no hay fino amor”. Este es pues, en esencia, el motivo profundamente humano que justifica la instalación de éste memorial y el recordatorio del día en que la “Decimotercera Compañía” traspasó las barreras del silencio de nuestra quieta Placilla de Peñuelas, cuando salió a cumplir con su deber, haciendo sonar las sirenas de su primer carro-bomba, anunciando que salían para “servir mejor …siempre…”. 

 !! He dicho !! 

Humberto Espinoza Alvarez 
Fundador de la 13ª Cía. 
Bomba “George Mustakis Dragona”

Valparaíso 1851 (hrm/cca)

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miércoles, 11 de marzo de 2015

Antonio Benito Ríos Pérez (Q.E.P.D.), Bombero Honorario 2ª Cía. "Manuel Rodríguez", Cuerpo de Bomberos de Talca.


Hoy martes 10 de marzo de 2015, nos deja terrenalmente para incorporarse al "Cuartel Eterno", don Antonio Benito Rìos Pèrez, Bombero Honorario de la Segunda Compañía bomba "Manuel Rodríguez", Miembro Honorario del Cuerpo de Bomberos de Talca, Hijo Ilustre de la ciudad de Talca, Oficial General Honorario, Bombero Insigne de Bomberos de Chile. Fundador de la Brigada Juvenil de la Institución en la década de los años setenta, inspiándose en la Brigada Juvenil de la 5ª Compañía "Israel" del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, Región Metropolitana. Hombre incansable, recorrió todo el Barrio Norte de Talca y los Colegios reclutando jóvenes para la Brigada.... 
Un magnífico ejemplo es el actual Director de la “Segunda” don José Manuel Díaz, quien se inició en la actividad bomberil, como integrante de la Brigada Juvenil verdadera escuela de civismo como lo señalara otro insigne bombero “Segundino”; don Enrique Mac-Ivar Rodríguez de la 2ª Cía. “Esmeralda” de Santiago. Desde muy joven don Antonio B. Ríos Pérez se incorporó como un "Segundino" más, destacándose por su gran cariño por su Compañía, ocupando entre otros cargo; el de Jefe del Servicio Activo al ser nombrado Capitán de la Cía. y más tarde tuvo el honor de ser distinguido por sus pares para desempeñar el cargo de Director de la Bomba "Manuel Rodríguez,", fundadora del Cuerpo de Bomberos de Talca el 1° de octubre de 1870. Su dilatada trayectoria lo muestra como un hombre íntegro, lo cual lo lleva a ocupar importantes cargos, haciendo honor al lema de su Unidad "Unión y Disciplina". Antiguo funcionario de la Compañía de Cervecerías Unidas de Talca, donde también dejó su impronta de hombre de honor. Formó su hogar con la señora Mercedes Cerda quien le sobrevive, fruto de esta unión nacieron cinco hijos, siendo el mayor; Sergio Roberto Ríos Cerda, quien siguió la tradición bomberil familiar, Miembro Honorario de Cía. Algunos de sus nietos también se incorporaron a la Brigada Juvenil siguiendo con esta hermosa tradición de formación valórica para servir a la comunidad. En la “Segunda” y en el Cuerpo de Bomberos de Talca calificó su premio de Constancia por 55 Años de valiosos servicios. Hoy sus restos mortales están siendo velados en su hogar y mañana miércoles 11 de marzo, serán trasladados a su querida Compañía donde recibirá los honores de reglamento. La ceremonia fúnebre se realizará en la Dirección General del Cuerpo de Bomberos de Talca, donde la Institución lo despedirá para ser trasladado al mausoleo en el Cementerio General de la ciudad de Talca. Valparaíso 1851 (hrm/cca) La Imagen que ilustra esta información corresponde al cuadro que se le entregó con motivo de recibir su premio de constancia por 50 Años de Servicios en el Cuerpo de Bomberos de Talca (www.bombafundadora.tk), (http://fundadoratalca.tk/) 
Valparaíso 1851 (hrm/cca)

Agradecemos a don Rogelio González Ramírez, Bombero Honorario de la 2ª Cía. "Manuel Rodríguez" y Miembro Honorario del Cuerpo del Cuerpo de Bomberos de Talca, por su valiosa colaboración en la información publicada. 





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lunes, 9 de marzo de 2015

Antigua Plaza de la Aduana, luego Plaza del Palacio, posteriormente Plaza de la Intendencia hoy Plaza Rafael Sotomayor Baeza en Valparaíso, Chile,


La Plaza Rafael Sotomayor Baeza se ubica en Valparaíso Chile. Es la principal plaza cívica de la ciudad. En ella también se encuentra un importante centro arqueológico, pues las excavaciones que se realizaron para la construcción de estacionamientos subterráneos en su subsuelo el año 1998, permitieron ubicar los restos del primer Muelle Fiscal del puerto, que se originó durante el invierno de 1825, cuando un violento temporal varó en ese lugar la fragata “Valdivia”, ex “Esmeralda”, de 950 toneladas y 44 cañones, construida en 1791, en los astilleros del puerto de Mahón, Islas Baleares y capturada por Lord Thomas Alexander Cochrane y 240 marineros y soldados de la Marina de Chile (hoy Armada de Chile), a la Armada Española, el 5 de noviembre de 1820 en el entonces puerto español del Callao…..
Se denomina también a este buque "La Esmeralda de Cochrane", para diferenciarla de la corbeta Esmeralda, que se hundió con su bandera al tope en la rada de Iquique el 21 de mayo de 1879. Fue convertida en muelle alrededor de 1826, por orden del Gobernador de Valparaíso donJosé Ignacio Zenteno del Pozo y Silva. Cinco años más tarde; se consolidan las calles Cochrane o calle Nueva. En la segunda mitad del siglo XVIII, a los costados de la Plaza estaban la Quebrada de San Agustín, desembocadura del Estero de San Agustín, Convento e Iglesia de San Agustín, la calle del Comercio (hoy Arturo Prat) y calle de la Planchada (hoy Ignacio Serrano). En ese período colonial, se consolida el primer malecón del puerto de Valparaíso, que quedaría cubierto por el aumento del trafico, luego de la Independencia, y el terremoto de Noviembre de 1822; que levantó el nivel de la costa, ampliando a partir de entonces la franja costera original que fue de inmediato ocupada para levantar construcciones. Llamada originalmente Plaza de la Aduana, luego su nombre cambió a Plaza del Palacio y posteriormente a Plaza de la Intendencia, hasta obtener su actual nombre en honor del importante Ministro de Guerra del siglo XIX don Rafael Sotomayor Baeza. En este proceso, las construcciones estrecharon la plaza, a raíz de lo cual, el Gobierno dictó el Decreto de Noviembre de 1830, que regularizaba el lugar dándole 40 varas cuadradas, esto constituye el acta de nacimiento espacial, como primera plaza de la Aduana. También ese año aparece la casa del astrónomo y dueño de una fábrica de relojes en Londres, de noble ascendencia escocesa, John Norberto Mouat y Walters, astrónomo, dueño de una fábrica de relojes en Londres, que construyó y habitó la mal llamada casa de Lord Cochrane. También se instala en una construcción el edificio del Resguardo, el segundo edificio de la Sala de la Bolsa Comercial de Valparaíso y el muelle Délano, reconstruido entre 1833-1834. En el sector poniente se encuentra el Hotel Exchange, construcción de estilo inglés que data de comienzos del siglo XIX. En 1880 el comerciante Gregori Polich le cambia el nombre a “Hotel Inglés”, en 1897 la Municipalidad porteña ordenó su desalojo por deficiencia en el piso, siendo afectado el mismo año por un incendio, La reconstrucción estuvo a cargo del arquitecto Esteban O’Harrington, reabriendo sus puertas en 1899 con una elegante cena presidida por el alcalde de la época José Tomás Ramos y Ramos, hijo del Primer Superintendente y Comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso don José Tomás Ramos Font. En 1902 toma su actual nombre en memoria de la Reina Victoria. El terremoto de 1906 hizo estragos en el edificio que posteriormente fueron reparados. Incluso la historia registra que allí fue donde se leyó la proclama de la elección del Presidente Pedro Montt. En 1930 el hotel fue adquirido por Domingo Elórtegui. En el centro de la plaza donde estuvo la primera Bolsa Comercial de Chile, está ubicado el principal altar de la patria a sus héroes navales, monumento a los mártires que participaron en el Combate Naval de Iquique y de Punta Gruesa librados entre los buques chilenos Esmeralda y Covadonga contra los peruanos Huascar e Independencia el 21 de mayo de 1879. Debajo del monumento se encuentra un mausoleo donde descansan los restos de los caídos en esa epopeya naval, única en la historia. Fue inaugurado el 21 de mayo de 1886 como homenaje a los héroes que participaron en ese épico combate durante la Guerra del Pacífico (1879 - 1883). En esta cripta se encuentran los restos de Arturo Prat, Ignacio Serrano, Ernesto Riquelme, Wenceslao Vargas último sobreviviente fallecido el 15 de mayo de 1958 y el Marinero Desconocido entre otros. En la plaza también se realizan todos los años los desfiles en Homenaje a las Glorias Navales. También se realizan con frecuencia actividades culturales. El tamaño total de su superficie de la Plaza Rafael Sotomayor es de 17.824 m2. ubicada a los pies del cerro Cordillera y frente al muelle Prat, sus vías anexas son calle de La Planchada (hoy Ignacio Serrano), calle Nueva (hoy Lord Thomas Alexander Cochrane), Federico Errázuriz, calle de la Aduana (luego del Comercio, hoy Arturo Prat) y Plaza Rafael Sotomayor Baeza, en el sector Puerto de la ciudad de Valparaíso. En el sector oriente de la plaza se encuentra la Dirección General del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, el primero y más antiguo de Chile fundado el 30 de junio de 1851, además de dos de las tres más antiguas compañías fundadoras; la Primera Compañía “Bomba Americana” y la Segunda Compañía “Bomba Germania”. Tradicionalmente la Institución bomberil porteña ha realizado desde su fundación los Ejercicios Generales que sirven de adiestramiento y preparación de sus bomberos, destacándose en ello la Segunda Compañía Unidad que tuvo el honor y marcó un hito histórico, al realizar el primer ejercicio bomberil siete días después de su fundación. El testimonio de compromiso de los bomberos alemanes quedó plasmado en el diario “El Mercurio de Valparaíso del día jueves 5 de julio de 1851, cuando avisaba acerca de la próxima realización de un ejercicio bomberil mediante la siguiente publicación; "Bomberos.- Se cita a los miembros de la Segunda Compañía de Bombas al ejercicio a realizarse el próximo día sábado 7 de julio a las 7 de la mañana (Fma.) El Secretario. Dicho ejercicio fue el primero que realizó la “Segunda”, el objetivo fue conocer el manejo de la bomba entregada a su cuidado por la Bolsa Comercial, organismo que agrupaba a los comerciantes de Valparaíso al ser creada la Asociación contra Incendios de Valparaíso. Todo lo señalado en forma provisoria mientras llegaba la bomba encargada a Boston, Estado de Massachussets (Estados Unidos); el mal tiempo de ese día impidió que concurriera la mayor parte del personal, sin embargo los pocos que asistieron, a lo menos notaron los defectos que debían repararse en la bomba, los que fueron solucionados prontamente. En el sector poniente se encuentra el centenario Hotel Reina Victoria y el antiguo edificio de la Compañía Sudamericana de Vapores. Está rodeada de edificios de diferentes estilos, entre los que destacan el ex edificio de Correos de Chile, donde actualmente se emplaza el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; el edificio de la ex Intendencia, actualmente de la Comandancia en Jefe de la Armada de Chile y el edificio de la Estación Puerto hoy Metro de Valparaíso y el edificio de la Dirección General de la Aduana de Valparaíso, donde entre 1887-1889 trabajó como Inspector de Aduanas el insigne poeta nicaragüense Rubén Darío. Apuntes de la Historia de la Plaza Sotomayor El Profesor de Historia y Geografía, Mención Patrimonio don Vicente Mesina Hurtado, divide la Plaza Rafael Sotomayor de Valparaíso en cuatro momentos esenciales de su historia, 1790, 1843, 1883 y 2000. En 1627, al nacer el convento e Iglesia de los Agustinos, en el sitio donde se ubican desde 1937 los Tribunales de Justicia, hizo surgir primeramente la Plaza de San Agustín (hoy Plazuela de los Tribunales). Por Años se ubicó al centro de la plazuela, la escultura a la diosa griega Themis (actualmente se ubica un costado del edificio de los Tribunales de Justicia), entre el costado del cerro Cordillera, la Quebrada San Agustín (hoy Tomás Ramos Font) con desembocadura del Estero San Agustín y el ascensor El Peral, la calle Del Comercio (hoy Arturo Prat) y calle de La Planchada (hoy Ignacio Serrano). La actual Plaza Rafael Sotomayor, llamada originalmente Plaza de la Aduana, surgió como una explanada dedicada al gran comercio portuario durante el siglo XIX. En el lado Sur y con vista al mar funcionó desde 1790 el edificio de la Aduana, utilizando unas viejas bodegas coloniales vernáculas bastante anteriores, hasta la construcción en el mismo sitio que hoy ocupa, el edificio de la Comandancia en Jefe de la Armada de la llamada Aduana de Stevenson (1832-1834) pues el arquitecto que la realizó fue el inglés John Stevenson, obra que funcionó hasta 1856. Se puede visualizar en la famosa obra realizada en 1843 por el pintor alemán Johann Moritz Rugendas (Augsburgo 1802 – Weilheim 1858). Este recinto de origen comercial y aduanero, desempeñó este rol desde 1790 hasta 1855, cuando cambió tanto de rol como de funciones, en estricta relación con las disposiciones de los gobiernos portalianos, que con la permanente construcción de complejos aduaneros y obras portuarias, modificaron el paisaje original de la ciudad de Valparaíso para convertirla en lo que hoy es. En el año 1856, comienza a funcionar en el lugar la Intendencia Provincial, edificio es demolido en el año 1902, dado el muy mal estado del edificio. En 1906 el Estado llama a concurso público para la construcción de la nueva Intendencia, estableciendo en sus bases que; el edificio debía cumplir como Sede del Gobierno de la Provincia de Valparaíso, residencia del Intendente, lugar de recepciones oficiales y residencia de verano de los Presidentes de la República. El concurso fue ganado por el Arquitecto Ernesto Urquieta, quien ofreció un edificio de 5 pisos estilo Neo-Clásico francés en 7000 metros cuadrados. La obra fue inaugurada en 1910 durante las fiestas del Centenario de la Independencia de Chile. A partir de 1980 el edificio está ocupado por la Comandancia en Jefe de la Armada. Este arquitecto también construyó en Valparaíso otros edificios importantes como la Universidad Católica, el Teatro Imperio y el Banco Franco-Belga. Volviendo a la Plaza Rafael Sotomayor de nuestros días, ésta pasaría entre 1883 y 1886, al convertirse por excelencia en el espacio cívico ceremonial ciudadano más trascendente del plan de la ciudad de Valparaíso y de toda la República, todo ello desde la construcción del monumento mausoleo a los Héroes de Iquique. En esa época estaba el edificio del Banco de Valparaíso creado en 1858, el segundo edificio de Correos de 1869, el Monumento a Lord Cochrane, inaugurado en 1873, la Avenida Federico Errázuriz, desde 1875, el Edifico de la antigua Asociación contra Incendios de Valparaíso (hoy Cuerpo de Bomberos) tras la remodelación de 1875 y el edificio de Rose-Innes y Cía. entre otros. En el año 1910, se inauguró el actual edificio de la Comandancia en Jefe de la Armada, que cumplió funciones de Intendencia aproximadamente hasta la década de 1980. En 1937 se construye el edificio de la Estación Puerto, el Edificio de la Aduana, fue construido en 1930 emerge el Edificio Grace, hoy Compañía Sudamericana de Vapores. En 1955 se culmina el nuevo edificio del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. Aparece también el Hotel Reina Victoria, el Ministerio de las Artes y la Cultura, ocupando el antiguo edificio del Correo construido en 1944. Edificio Los Héroes, (1980).

Valparaíso 1851 (hrm/cca). 

Referencias citadas: “Apuntes para una Nueva Historia de la Plaza Sotomayor 1627-2004, del Profesor de Historia y Geografía, Mención Patrimonio don Vicente Mesina Hurtado, a quien agradecemos su magnífico trabajo. Del diario La Estrella del viernes 23.07.2010.


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